Capítulo 4

33 2 2
                                    

Acabamos de llegar a casa de la abuela Nana. El viaje no se me ha hecho muy pesado, mas que nada porque he ido casi todo el camino durmiendo.

La zona por la que vive mi abuela no esta nada mal. Su urbanización es la típica de película, carretera ancha, grandes casas a los lados, con un montón de vegetación, etc. Ya había venido aquí antes para visitar a mi abuela. Me conocía la zona y también a algunos de los vecinos, pero hace mucho que no trato con ellos, me pregunto como estarán ahora, la última vez que les vi fue hace tres o cuatro años, en todo este tiempo la gente puede llegar a cambiar mucho.

- Hola abuela ¡cuánto tiempo! Que bien estas -dije, la verdad es que no mentía, para sus 80 años a mi abuela se le veía muy bien de salud y de aspecto.

- ¿Dónde está lo mas bonito de mi casa? Cielos como has cambiado, que grande y guapa que estás, tendrás ha todos los mozos de calle ¿no?

- Ay abuela por favor, tonterías. Eso eres tú ,¡qué me miras con buenos ojos! -dije sonriendo y las dos nos empezamos a reír.

- Anda cariño sube, tienes ya tu habitación preparada. Sé que no es la que toda adolescente querría pero es que no me esperaba que llegaseis tan pronto.

- No pasa nada abuela, solo estaremos aquí hasta que encontremos casa, con que tenga cama me apaño -dije sonriendo de nuevo.

- Estupendo preciosa pues ve y echa un vistazo, es nada más subir las escaleras la primera a la izquierda.

- Vale, muchas gracias abu -le di un beso y procedí a subir las escaleras para ver mi nuevo pequeño espacio.

Mientras yo subía las escaleras dejé detrás a mis padres saludando a Nana y colocando un poco el equipaje que habíamos traído. Casi todo era ropa, puesto que los muebles y esas cosas obviamente se habían quedado en nuestra casa para que cuando encontremos casa, los transportemos hasta la nueva.

Volviendo al tema de mi cuarto, me pregunto cómo será. Mi abuela no es que tuviese mal gusto, incluso a mí me gustaba. Ya he llegado a ella y procedo a abrir la puerta. No me podía creer lo que estaba viendo. Mi abuela me había mentido. Es más que una habitación que toda adolescente querría, es la habitación de mis sueños.

Tenía tres paredes blancas y la cuarta estaba cubierta por listones de madera blancos también. Había una litera enorme, de estas que en la parte de abajo tiene un sofá. A la izquierda hay un armario enorme, el cual tiene como puertas dos espejos. Al fondo junto a la ventana hay un escritorio para poder hacer ahí todas las tareas de clase. Y por último, las paredes estaban decoradas con cuadros de lugares a los que me gustaría ir, una cadena de pequeñas lucecitas alumbrando la pared y una gran pizarra de corcho vacía, supongo que tendré que ir decorándola con fotos o recuerdos que tenga...¡Oh no! Con las prisas de hacer la maleta corriendo olvidé traerme mi álbum de fotos. Ahí tenía un montón de fotos de mis viajes, de mí de pequeña y de Josh y yo. Me sentía muy mal por habérmelo olvidado allí, espero que tenga solución.

<<Bueno voy a bajar a decirle a mi abuela que me encanta mi nuevo cuarto y a preguntarle a mis padres cómo puedo solucionar el tema del álbum de fotos>> -pensé.

- ¡Abuela, abuela pero como has hecho eso! si ayer mismo fue cuando te avisamos de que vendríamos.

- Lo sé, y por eso ayer mismo me fui corriendo a Ikea y le intenté hacer a mi nieta preferida el mejor cuarto de todos Los Ángeles.

- ¡Buah abuela eres la mejor! Muchas gracias -y le di un abrazo.

- Por cierto mamá, papá se me ha olvidado el álbum de fotos en casa, ¿hay alguna manera de recuperarlo? no quiero que se extravíe cuando hagan la mudanza.

- ¡Ahí va! ¡Vaya por Dio Abby! Pues creo que no se va poder hacer nada, nosotros no podemos volver allí, habría que comprar otro billete de tren -dijo mi padre.

- ¿Y si le dices a Josh que vaya a casa, se lo guarde y cuando venga te lo traiga? Le dejé a sus padres unas llaves de emergencia por si pasaba algo en la casa -dijo mi madre.

- Ah pues mira, buena idea pero...oh no...abuela dime que en tu casa hay internet...

- ¿Internet?¿Qué es eso? -dijo ella.

- ¡No! ¿Cómo voy ahora a comunicarme con mis amigos? Adiós Twitter, Instagram, You Tube, snapchat y todas esas cosas que usamos los adolescentes.

- Bueno tampoco tienes por qué decirles adiós, siempre podrás irte a alguna cafetería o a alguna zona Wi-Fi y conectarte allí a internet -dijo mi madre con una sonrisa medio riéndose de mí.

Demasiado perfecto se me estaba haciendo allí la estancia. No tenía internet. Qué adolescente podría vivir así. Madre mía que marrón y ahora encima no podré hacer ni Skype con Josh ni cotillear con mis amigas de todo lo que pase. Tendré que aguantarme y estar así hasta que nos mudemos.

- No es algo muy práctico pero vale, por lo menos algo es algo -dije, aunque en realidad estaba bien jodida por dentro.

Ya es de noche y todos han acabado de instalarse en la casa. Bruce, Johanna y Nana ya están durmiendo en sus habitaciones mientras que yo sigo sin tener mucho sueño. Estoy preocupada por Josh. Sé que soy muy pesada hablando de él pero, es que es el único apoyo que tengo en mi vida, la gente no es que se suela preocupar por mí, parece que soy invisible para los demás. Espero que aquí no me pase lo mismo.

Bueno lo que iba diciendo...Como hoy no he podido hablar con él, no quiero que se preocupe por mí. Le dije que le avisaría al llegar y él me dijo que me cantaría la canción por la noche. No creo que piense que ya me he olvidado de él ¿verdad?...no, no creo, no es tan tonto. Supongo que ya se habrá percatado de mis problemas con el internet.

Intento dormirme como puedo y al día siguiente, domingo, intento estar entretenida para tratar de que el día se me pase volando.

Voy al súper a hacer un par de recados, compro comida, algunas cosas que me ha pedido papá para su trabajo y mi nuevo material escolar. También entro que algunas cafeterías para probar el tema del Wi-Fi pero la señal es tan débil que no logro conseguir nada así que regreso a casa. Supongo que mi álbum de fotos, Josh y mi canción deberán esperar.

Menos mal que conseguí que el domingo no fuese muy pesado porque como dije antes, quería que se pasase rápido, necesito saber como será el lugar en el que más tiempo tendré que estar todo lo que me queda de curso, el instituto.



Las Seis Habitaciones. Vivir o MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora