Capítulo 8

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Ya llevamos un mes buscando casa, pero ninguna se ajusta a nuestro presupuesto. Desde que vinimos a Los Ángeles todas han subido de precio.

El agente inmobiliario está apunto de irse de casa, había quedado con mis padres para hablar de la situación puesto que las cosas no habían salido bien.

- Bueno señor y señora Granger, siento que no haya salido todo como esperábamos. En cuanto tenga alguna novedad os avisaré -dijo el agente inmobiliario ya casi en la puerta de casa a punto de salir, cuando de repente se le caen de la carpeta un par de papeles y fotos de una vivienda.

- ¡Ay! se le ha caído algo -dijo mi madre mientras se agachaba a cogerlos.

- ¡No, no se preocupe, ya lo cojo yo! -dijo él mientras se apresuraba a cogerlos para que mi madre no los viera, pero ya era demasiado tarde.

- Vaya, ¿por qué no nos había enseñado esta vivienda? Es un poco grande pero entra dentro del presupuesto.

- Eh...sí...bueno es por eso que usted ha dicho, la veía demasiado grande para vosotros. Es una mansión -dijo. Aunque, claramente sabíamos que no era por eso así que mi madre volvió a insistir.

- Las dimensiones no son problema. Además, no nos importaría nada vivir en una mansión, ¿verdad Abby?

Yo asentí y el agente inmobiliario se nos quedó mirando seriamente un par de segundos.

- Bien. Os seré sincero -dijo según se alejaba de la puerta y volvía a sentarse en el sofá - antiguamente esta casa había sido heredada año tras año por los componentes de una misma familia. Eran muchos, por lo cual la casa estaba casi llena. Pero con el paso de los años los componentes de la familia fueron disminuyendo, cada vez eran menos, y por ello hace un par de años abandonaron la casa porque ya era demasiado grande para ellos.

- ¿Y qué inconveniente hay? No veo nada malo en eso -dijo mi madre.

- La gente del pueblo decía que la familia era muy rara y que dentro de la casa ocurrían hechos paranormales.

Lo dijo tan serio y tan convencido que mi madre y yo nos miramos y comenzamos a reír.

- ¿Lo dice usted en serio agente? No irá a creer en la historias que cuenta la gente ¿verdad? -dijo mi madre intentando aguantarse la risa.

- Tanta película de miedo me ha afectado y nada más escuché aquello, no le enseño esta casa a ninguna familia, no quiero ser el típico agente inmobiliario que felizmente le vende una gran mansión endemoniada a una pobre e indefensa familia.

El surrealismo de aquella conversación hizo que se me escapase una carcajada enorme. Empiezo a pensar que este agente inmobiliario nuestro no está muy bien de la cabeza.

-¡Abby por favor, no seas maleducada! -me regañó mi madre aunque yo sabia que ella por dentro estaba igual que yo.-Mire agente, llevamos un mes buscando casa y necesito encontrarla ya. Así que por favor, olvídese de todo lo que le han contado y lléveme hasta ella.

- Bueno, yo que conste que os advertí. Aquí tenéis la dirección de la mansión. Allí os espero el sabado por la mañana para haceros la visita guiada.

- Muchísimas gracias y no se preocupe, todo saldrá bien.

Llegó el sabado y allí estábamos los cuatro, Johanna, Bruce, el agente inmobiliario y yo, frente a aquella gigantesca mansión.

Estaba bastante bien conservaba, no necesitaría mucha reforma. El estilo no es que fuese muy moderno pero, era normal puesto que como había dicho el agente inmobiliario la mansión llevaba en pie muchísimo tiempo.

A lo largo del recorrido vimos un montón de habitaciones y grandes salones puesto que el agente nos había enseñado ya dos plantas pero, cuando acabamos de ver la segunda, él nos indicó que la visita había acabado.

- Espere. Desde fuera no me parece haber visto dos plantas sino tres. ¿Qué pasa con la tercera? -pregunté.

- Ah sí... no es del todo una planta sino que, si sigues subiendo las escaleras, al final de ellas, te toparás con una puerta. La verdad es que no sé que hay tras ella porque está cerrada y no tenemos la llave pero, supongo que será una especie de habitación con función de buhardilla o trastero, sinceramente no lo sé.

- Bueno no se preocupe agente, ya nos encargaremos de llamar a un cerrajero para que la abra. -dijo mi padre.

- ¿Estarían dispuesto a vivir aquí entonces? -preguntó el agente.

- Mi marido, Abby y yo lo hablaremos esta noche pero creo que acabaremos comprándola. No necesita mucha reforma y además hay un autobús que pasa por aquí para llegar hasta el instituto para que Abby no tenga que cambiarse a otro -dijo mi madre.

- De acuerdo, pues llamadme cuando lo tengáis claro al cien por cien.

Después siguieron hablando un rato más pero no me enteré absolutamente de nada de la conversación. Mi cabeza no hacía mas que pensar en la tercera planta.

Me pregunto que demonios habrás tras aquella puesta y...¿por qué está cerrada?

Me siento Youtuber con esto que os voy a decir a continuación jajajaja pero....

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¡No quiero ser pesada!

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Os prometo que muy pronto se pondrá muuuuy interesante, si sii.

¡Muchas gracias a todos los que estáis leyendo mi historia! ❤

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2016 ⏰

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Las Seis Habitaciones. Vivir o MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora