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Parte dos

Había pasados seis meses desde la última vez que se vieron.

Bryce mantenía su calificación de excelencia o la superaba, en su clase había una chica que le hacía recordar a Alli, solo que su compañera de clase era una superficial, probamente la chica estaba ahí por el dinero de sus padres y no olía a goma de mascar como el aroma que dejaba Alli cuando se acercaba a él.

Alli había subido sus calificaciones de su 6.0 a un 8.0, comenzó a asistir a clases de francés porque quería estudiar en París. Quería hacer trámites a la escuela donde asistía Bryce pero se arrepentía ese lugar no era para ella. Su maestra de literatura se había dado cuenta de los folletos que caían de su mochila. Así que termino convenciéndola no en cambiarse en las instalaciones de aquel instituto sino que fuera simplemente a observar si de verdad tenía lo que ella estaba buscando.

Se encontraba observando detenidamente el lugar, si me gusta hago el cambio, quizás si me acepten, y si hago el cambio tengo más oportunidades de ir a una escuela bastante buena en París, decía la chica cruzando la puerta, viendo lo limpio que estaba el lugar y el silencio que había en los pasillos. La instructora que iba con ella le había explicado de ciertas cosas que la institución le pedía, el receso comenzó dejándola cerca de la cafetería. La pelinegra no tenía hambre, se sentía nerviosa el estómago lo tenía revuelto y las manos no las dejaba de mover haciendo que varias personas la miraran raro, así que salió empujando fuertemente la puerta golpeando a la persona que iba a entrar.

"¿Acaso eres tonta?" esa voz la conocía a la perfección, Bryce.

"Lo siento" le contesto secamente provocando la mirada de él se dirigiera a ella.

"¡Alli!" exclamo el chico con una boba sonrisa mientras que la chica lo seguía mirando frunciendo el ceño. "¿Qué haces aquí?"

"Solo vine a observar las instalaciones, quizás pida un cambio" sonrió victoriosa pero se desvaneció cuando vio al chico burlarse de ella.

"Alli, ¿Crees que ellos te aceptarían?, tu intelecto es como el tamaño de un cacahuate" solo bastaron esas palabras para que Alli huyera de ese instituto y no volviera nunca más.

Bryce perdió una vez más toda oportunidad con Alli, pero parecía que el destino no quería que ellos dos se separaran, el día en que Alli cumpliría su sueño de irse a París después de varios meses, La madre de la chica sin querer había llamado al número de Bryce pensando que era Bryce su hermano que vivía en Miami.

"Bryce, hermano que bueno que contestas. Solo quería decirte que Alli se va hoy a París, recuérdale a tu hija que la recoja en el aeropuerto, Gracias hermano luego hablamos Alli esta como loca, dice que va a perder el vuelo."

Él chico había perdido el pulso de la impresión, Alli se iba y él no lo iba a permitir, nunca la busco y ahora que la perdía se le ocurría luchar por ella. Bastante patético.

Tomo su auto comenzando a manejar como loco probamente recibiría varias multas pero eso no le importaba ahora, no quería que Alli se fuera, ella le pertenecía a él. Medio estaciono el auto y corrio buscando cualquier vuelo que fuera a París y cuando se dio por vencido a perderla, vio a lo lejos una chica con una maleta rosada, entrando apuradamente y buscando su vuelo. Corrió hacia ella, evadiendo a las personas que lo empujaban.

"¡Alli espera!" grito desesperado aunque delante de ella había diez personas esperando a ser revisadas y subieran al mismo vuelo que ella.

"¿Qué haces aquí Bryce?" Pregunto con el ceño fruncido.

"No te puedes ir Alli, creo que me cegué un poco y no quería ver pero me gustas Alli, me gustas." Le dijo tomando sus manos con cierta esperanza para que ella se quedara pero tan solo recibió una risa burlona.

"No puedo gustarte Bryce, no nos hemos vuelto a ver desde hace tiempo y no puedes llegar y decir que te gusto así de la nada. Para mi eres un desconocido." Ella mira a su alrededor sintiéndose avergonzada por las miradas de desaprobación hacia ella.

"Pero, me he enamorado de ti." Bryce murmura.

"No lo haces Bryce, solo porque sabes que me voy vienes a mí sí me hubieras buscado antes las cosas serían diferentes o quizás no, y lo siento mucho pero no planeo perder mi vuelo por esto." Se despide de su madre para después darle un fuerte abrazo al chico con el semblante a punto de llorar. "Lo siento Bryce, no soy suficiente para ti una vez me lo dijiste, quizás solo soy tu pequeño capricho, pero encontrarás a alguien mejor que yo, más lista y que no le gusten los colores pasteles de niña como a mí." Besa su mejilla por última vez para abordar el avión.

Bryce se quedó en la misma postura, ella se había ido lo había dejado. Él pensó que ella siempre estaría para él, pero se había equivocado. Esta vez si la había perdido para siempre.

Fin.