VII: La visita de la muerte

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Han pasado 4 meses desde aquel accidente en el que fui participe...

Caí a la fría carretera cuando los ladrones tomaron una curva forzada en una de las esquinas de la ciudad. Lamentablemente para ellos perdieron el control de la camioneta, impactándose con un poste de luz que obligo al vehículo a encallar en la acera...

Lamentablemente para mi...no me mato la caída...

Por que demonios sigo vivo? que papel debo cumplir en esta tierra? O tal vez soy solo el juguete favorito de un ser todopoderoso cínico y aburrido?...Empieza a darme igual.

La historia de mi salvación fue extremadamente conveniente...una pareja que paseaba a su mascota por el vecindario escucho el choque de la camioneta y guiados por el olor a circuitos quemados y las marcas del caucho en el pavimento me encontraron inconsciente y desangrandome. Supusieron que yo era el causante de tal siniestro, al verme en medio de la carretera cualquiera pensaría que ese noble automóvil intento esquivarme. De todos modos, el animal cuadrúpedo es el que "nunca sabe donde se mete"... ¿no es cierto?

Cambiaron de opinión cuando escucharon las sirenas a lo lejos, esas malditas sirenas, solo logran que mi corazón se paralice y mis patas cobren vida y conciencia propia...con la esperanza de escapar

No estoy seguro si se quedaron a que los policías les relataran la historia, solo se que me llevaron en brazos al veterinario mas cercano cuando débilmente mi oreja izquierda reacciono ante el desagradable sonido.

2 meses después ya me mantenía en pie, perdí la vista del ojo derecho y obtuve por defender mi hogar del robo aquella noche varias cicatrices, la mas notable una parecida a un trinchete en la base de mi pata delantera derecha. Imagino que fue donde recibí el impacto al caer de la camioneta.

...

2 meses y un día después me transfirieron a una perrera.

...

3 meses, la comida es escasa y desabrida, pero constante. No he articulado un solo ladrido desde que llegue. Comienzo a extrañar mis caminatas nocturnas por la ciudad, me siento algo solo, así que comienzo a conocer a mis compañeros. un gran Danés a mi izquierda y un híbrido entre labrador y quien sabe que más...

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3 meses y tres horas después...Adivinen quien me contó la historia de mis salvadores... la mascota de aquella pareja: el gran Danés. Me cuenta que lo dejaron allí el día que sus antiguos amos se mudaron con sus ancianos padres, por cuestiones económicas.

...

4 meses después. Se me acalambran las patas, Bronco, el gran Danés debe de estar pasándola peor, con su gran tamaño y una jaula igual a la mía tiene menos espacio para moverse... para que se hagan una idea, son aproximadamente 1,40 metros de largo por 1 metro de ancho. Me preocupa el estado en el que se encuentra, puedo verle cada una de sus costillas, probablemente yo tambien me vea asi. El "cuidador" siempre que pasa nos compara con zombies perrunos. Bromea con que deberia matarnos y luego darnos un hachazo en la cabeza, no vaya a ser que quieran comerse su cerebro...

Alguna vez escuche a alguien que los humanos eran diablos y los animales almas en pena...no hay dia que no lo confirme...

Sus bromas se intensifican...hoy es noche de brujas/Halloween... no se que significa, lo unico que he notado es al cuidador y al vigilante haciendo figuras en calabazas desde mi jaula. Sus conversaciones se han tornado un poco mas fantásticas. Monstruos, fantasmas, momias...

Le pregunto a Bronco, me cuenta una noche al año lo niños salen disfrazados de cualquier cosa a pedir dulces a sus vecinos, hay calabazas decoradas, y pie de calabaza, y postre de calabaza...en fin, parlotea un rato sobre todas las comidas que ha probado con esa fruta.Ademas de eso me explica que esta noche los espíritus pueden contactar con mas facilidad la tierra.

Me alegra verlo anhelar todos esos alimentos, le brillan los ojos mientras me cuenta... algo que muchos perros han perdido conforme pasan los días...

Me recuesto en la jaula, y escucho a Bronco y sus historias hasta que se queda dormido, me volteo y me percato que ese perro, el híbrido de labrador, se levanta y se acerca a mi. Se desploma cuando encuentra la reja que nos divide, como si el peso de la tierra cayera sobre él... me acerco hasta y procedo a hacer lo mismo, Presiento que lo que me quiere decir no quiere que lo oigan los demás.

Tose, abre el hocico y un escalofrió recorre mi lomo, le faltan la mitad delos dientes y sus encías no paran de sangrar. Ignora mi asombro y procede a decirme...

"Cachorro, quédate conmigo, no quiero esperar a la muerte solo."

Sus palabras me confunden y me aterrorizan, pero no intento moverme ni un centímetro.

"Como has perdido el ojo?" - Tose de nuevo.

Le cuento la historia condensada, no parece impresionarse. Escupe la sangre sobrante de su hocico y vuelve a hablar.

"La vida aun puede ofrecerte mucho, cachorro, no desperdicies la oportunidad si se te presenta y sal de aquí"

Bufo, amargado. No me dice nuevo.

"Hah! ...Yo la desperdicie, pero...por fin, seré libre otra vez..." - El viejo se traga el fluido de sus encías y cierra sus ojos. 

"Si encuentro a tu madre allá donde voy, prometo hablarle de ti..." - Dicho esto cierra sus ojos y se queda dormido.

"Descansa, anciano."- Volteo mi cabeza hacia Bronco e intento contener las lagrimas.

Esa noche, sentí como si alguien lamiera mi ojo ciego.

...

Esa mañana, el labrador amaneció muerto.

Crónicas de un callejeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora