La carta de mi mejor amiga.-Pausada-

Capítulo 2.

Tome mi desayuno, mientras observaba la imagen con atención.

M.

Un poco de mi café cayó sobre la imagen, haciendo que está se moje.

Muy preocupada intente secarla con la sábana de mi cama, pero la tinta se había corrido.

Sólo se veía una mancha azul detrás de una foto.

Arroje la imagen fuera de mi cama, y luego me tape hasta la cabeza, intentando volver a dormir.

Vuelvo a destaparme, y busco la foto de la carta, viendo detalladamente la mancha.

Solo se había corrido la letra. El mensaje que llevaba escrito seguía intacto. 

En una libreta que encontré entre mis cosas, anote la letra para no olvidarla, y ver que podría hacer con ella. 

                                                                                     ♥

Luego de una semana de encierro decidí salir al mundo.

Busqué entre los álbumes alguna imagen que me recuerde al día que nos conocimos.

Algo que me diga que puede significar esa letra.

M

Entre todos los álbumes sólo encontré otra foto con una letra.

Era la foto de último curso, donde estaban todos nuestros compañeros.

A

Anote la letra en el mismo cuaderno en el que anote la anterior, guardándola en mi bolso. 

No había mas letras detrás de las imágenes. 

Decidí ir a bañarme, para salir a tomar un poco de aire. 

Luego de terminar, me cambie con mi típica camiseta blanca y mis jeans, cepille un poco mi cabello, y me fui. 

-¿A donde vas Allison?-pregunta mi madre apagando la televisión de la cocina al verme. Ella también esta mal por la muerte de Juliette, la quería como a su segunda hija.

Yo la amaba como a una hermana. 

-Saldré, quiero tomar aire fresco.-mi madre, Lucian, asintió con la cabeza y se levanto de la silla.

-Ten cuidado.-me da un pequeño beso en la frente y me deja salir.

La familia de Juliette se había mudado al mismo barrio que yo hace unos nueve años, pero no podían pagar el alquiler, y debieron mudarse a un lugar mucho mas barato. 

Al pasar delante de la vieja casa de los Duncan, vinieron miles de recuerdos a mi mente.

-¿Hola?-llamaba una pequeña niña rubia a mi ventana, con sus ojos llenos de lagrimas.-Necesito que me ayudes.

La mire confundida, pero al ver su suplica no pude mas que ayudarla. Salí por la ventana, intentando que mi madre no escuchara, y seguí a la niña de las trenzas. Me invito a pasar a su casa por una ventana, dejándome entrar a una gran habitación color azul.

No había muñecas ni maquillajes en el suelo, la cama no estaba desordenada ni pude ver vestidos arrugados.

Pude ver libros, cuentos, por todos lados. Al pasar por uno de ellos pude ver sus dibujos.

Era un pez en el medio del mar, solo. Era de un color anaranjado con rayas blancas, que parecía perdido.

-Ese es Buscando a Nemo, mi libro favorito.-dijo la niña al ver como miraba cada uno de los dibujos. Se dio vuelta para salir de la habitación, yo con un poco de curiosidad la seguí, hasta llegar a una cocina pequeña.-Mira, creo que lo maté.

Me mostró una pecera, mas grande de las que jamás había visto, con un pez anaranjado, igual al de los dibujos, pero este flotaba dado vuelta.

-¿Que le haz hecho?-pregunto dándome la vuelta para mirarla, ella solo miraba al pez, aterrada, con las manos cubriéndose la boca.

-Yo solo hice lo que me dijo mi madre, quite a Nemo de la pecera y la limpie, el se movía mucho, entonces lo volví a meter a la pecera, pero dejo de nadar.