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La imagen de esa espalda desapareciendo entre muros y personas le había dejado perplejo. Esa imagen volvía una y otra vez sin importar que estuviera leyendo o haciendo cualquier cosa. Simplemente irrumpía en él.
El tiempo volaba como sus pensamientos. Quedó embelesado.
El asunto en "su casa" no tenía mejora. Seguía sin habitación propia, haciendo los mandados y siendo un mueble más de la sala.
Cada quien seguía en lo suyo. Su hermano perdía el tiempo en su móvil, con ese amigo suyo que no era de su agrado o saliendo de aquí para allá. Pero ahí estaba él, sentado frente a la ventana de una habitación desordenada, con un lápiz de grafito rotando entre sus dedos. Qué historia tendrá para contar ese lápiz.
De su madre tampoco sabía mucho, sólo que estaba viviendo bien y sin él. Tal vez debería usar ese lápiz para dibujar una carita feliz o pintar el paisaje de un ambiente ideal, pero era un lápiz que con el pasar de tiempo perderá la huella de su trazo y sólo serían simples fantasías.Y sus vacaciones se gastaron entre él y un lápiz de grafito.
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Todos parecía un poco alterados, emocionados, ya que el tiempo había pasado en un pestañeo. Pero entre pestañeo y pestañeo, él iba de pasada por aquella colina que desembocaba en un muelle. Iba con la esperanza oculta de encontrar la figura resplandeciente de aquella vez, tal vez podía devolver el lápiz que ya formaba parte de él. Lamentablemente, a veces llegaba demasiado temprano o demasiado tarde dando así el resultado de no ver a quien esperaba encontrar sentado en el usual muelle.
Resignación mezclada con curiosidad e inexplicables ilusiones para una persona que sólo había visto en dos ocasiones, pero era el impacto visual, la vibra, todo era inexplicable. No se podría describir, había sido algo de otro mundo. En serio, le gustaría ver a esa persona otra vez, tal vez conversar de algo, devolverle su lápiz. Había tanto que imaginaba y quería, pero no sabía porqué. No, no era amor a primera visto, eso sería imposible, era simple curiosidad. Es que, esa persona daba la impresión de ser un misterio total. Sus facciones invitaban a querer ver una sonrisa o una expresión diferente a la dura que había visto.
La curiosidad es la madre de todos los descubrimientos...
Había estado fantaseando y perdiendo el tiempo en largas caminatas que no daban fruto. Sólo quería saciar su curiosidad y seguir con su monótona vida en ese lugar. Bueno, a la monotonía se agregaba el regreso a clases, para él era el inicio de mientras que para su hermano el regreso. sinceramente, no deseaba estudiar en el mismo lugar que su hermano y mucho menos estar en su salón. Hubiera deseado que su padre le pidiera su opinión y poder elegir libremente, pero ahí estaban eligiendo por él.
Era toda una hazaña. Debía compara útiles escolares, sólo los necesario, cuadernos, bolígrafos, lápices y eso. El uniforme era un tema aparte, su "mamá" estaba tan quisquillosa con el tema. «Hay que mandar a confeccionarlo. tienes que ir a probarte el uniforme. que entallen más el saco» y era demasiado desagradable estar tan centrado en unos trozos de tela. Cómo extrañaba a su otra escuela en ese ámbito.
Su hermano se encontraba más perezoso de lo usual. Ignoraba los mensajes de texto que llegaban, y por cierto molestaban por el tonto sonido de notificación. Ni siquiera quería alistar sus materiales para el día siguiente. «Soo, ¿hazlo por mi, si?» y eso era lo que en ocasiones le molestaba. "Soo esto, Soo aquello". Pero no había problema, sólo acomodar cuadernos en su bolso y listo.
Casi todo estaba listo para que llegara el lunes y la escuela comenzara. Casi todo, menos sus ganas de asistir.
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Decir que no tenía un poco de nervios era mentira. Había amanecido un poco temeroso, no porque no pueda hacer amigos o eso, no. No quería relacionarse con las personas, no quería tener que volver a empezar de nuevo, era tedioso presentarse, fingir que todo está bien y sonreír cuando todo mundo se te acerca. No era agradable, pero no era que odiara al mundo. Todo bien, pero tenía miedo.
Era preferible no desayunar porque tal vez vomitaba su desayuno cuando se presentaba ante todo el salón. Prefería quedarse en su habitación mientras "se le hacía tarde" y todos desayunaban. Era mejor esperar en sentado en el borde de su cama. Debía respirar y llenarse de valor.
-KyungSoo, lo siento me vinieron a buscar. Mañana vamos juntos, lo prometo. Me voy, nos vemos allá.
Había dicho su hermano al entrar para llevarse su bolso e irse sin más. Le había dejado slo a mitad de batalla, pero ya estaba un poco acostumbrado. al menos conocía el camino a la escuela y podría llegar sin apuros.
Al salir de casa sólo escuchó, "Pórtate bien", como si fuera un hacedor de problemas o irresponsable. En fin, su padre tendía a ser así con él.
Estaba con el tiempo justo para poder dar un pequeño paseo por el lugar de siempre. Y como siempre estaba vacío. No podía hacer más que seguir intentado o dejar de ir por esos lares, pero ahora lo importante era llegar a tiempo. No debió quedarse de pie esperando a que alguien apareciera y que brillara como el sol. Es por eso que detesta perderse en su mente. Lo odia.
Tenía que correr si quería llegar. Al demonio se iría su uniforme sin arrugas, su cuerpo sin gota de sudor. Lo importante era llegar a tiempo. Por eso tenía que importarle poco su apariencia y correr como flash.
Era un torbellino en proceso. Empujaba a alguien y se disculpaba a gritos mientras mantenía el paso. Si llegaba tarde iba a ser un pésimo año. Su cábala era iniciar de buena manera, siendo puntual y responsable, el primer día de su año escolar. siempre lo hacía y sus años en la escuela no iban mal. Empieza bien y termina bien porque lo que mal comienza, mal acaba.
Faltaban dos cuadras que se veían tan próximas, estaba a nada de llegar, pero necesitaba ver su reloj para confirmar que llegaba a su salón a tiempo. Mientra corría a prisa, levantó su antebrazo y vio su reloj. Iba a llegar a las justas si es que no se perdía en encontrar el salón. Pero uno siempre debe ser consciente a donde va y como llega. Y sólo fue consciente cuando sintió un fuerte golpe en su frente y trasero después de un estridente sonido.
-Lo siento...- murmuró frotando su frente.
-Ahg, ten cuidado. Mira por donde vas- le respondieron con molestia.
Debido a esa reacción, quitó su mano para poder ofrecerla como saludo-disculpa a quien había golpeado, pero la sorpresa llegó en forma de accidente porque ahí estaba a quien estuvo buscando, molesto y recogiendo su mochila. Volvió a quedar en blanco.
-Si tan apurado estabas, creo que deberías darte prisa e ir a tu salón porque estás por llegar tarde. Bueno, estamos gracias a ti.
Su voz era algo nuevo.
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Hola, ¿alguien sigue leyendo esto? Disculpen la demora y bueno, PERDÓN.
Como ya les había comentado, esto es "rápido" y sin mucha lógica. Ya sé, ya sé, yo soy muy cliché ;; Bueno, agradecerles por haberle dado una oportunidad a esto y nos leemos
PD: Díganme si puedes escuchar las canciones que puse en los capítulos porque con los otros escritos tengo problemas en eso.