Friendzone|Joel Pimentel.

09

Era lunes por la mañana, era la última clase antes de receso y Natalia no estaba, no sabía donde se había metido, tenía 4 días sin hablar con ella. La profesora de lectura y redacción comenzó con su clase. Dieron un par de golpes, la profesora abrió y era nuestra orientadora junto con una chica.

—Buenos días maestra Collins, tenemos un nuevo ingreso... Mmmm siéntate en... ¿Y la señorita Rivera? —nadie dijo nada

—Ni yo lo sé, no se ha presentado a mi clase

—Ok, Paulin, siéntate con Joel, levanta la mano Pimentel—hice la acción que me pidió, la "nueva" caminó hacia mi lugar y se sentó— Aprovechando que se sentaran juntos, te pido Joel que por favor seas su guía también con las materias

—Claro

—Gracias profesora, puede continuar con la clase.  

La orientadora salió y la profesora nos continuo dando la clase, el timbre sonó y todos salimos, ya iba a mitad del pasillo y recordé a la nueva, dejé que mis amigos siguieran caminando y yo regresé al salón, ella seguía ahí

—Perdóname, te olvide—sonreí un poco apenado— ¿Paulina, cierto?

—Paulin, sin a —sonrió

—Oh, ok, ¿vamos afuera? 

Ella asintió, salimos de ahí, fuimos a la cafetería sin emitir alguna palabra, compramos lo que comeríamos en nuestro descanso 

—¿Y por qué entraste apenas?

—Trabajo de mi papá, lo típico lo transfirieron acá y pues no me dejo quedarme en México.

—¿Eres de México?—ella asintió tratando de abrir su jugo—¡Wow! Yo también, te ayudo

—Gracias, si que es una escuela grande

—Algo ¿y por qué entraste en esta escuela?

—Pues referencias, supongo... Disculpa si sueno muy cortante es que estoy nerviosa

—¿Nerviosa por qué? No te voy a comer, ni nada—reí.

—Es que no conozco a nadie y eso me pone nerviosa, hace unos 4 días que me vine a inscribir tu amiga me terminó tirando, así que...

Ahí recordé a la chica.

—Pues desde ahora me puedes considerar tu amigo e insisto, perdona a Natalia

Llegamos donde estaban los demás, los presente, nos sentamos a comer y en ese momento llegó Johann

—Hola Yola —saludó a Yoandri— Hola Pao-Pao, hola Joelito, hola Chrisanto, hola Erickliano, hola maestro de química—se refería a Joshua— hola Seb, hola Eliza, hola Chardo y hola... ¿tú eres? —dijo viendo a Paulin

—Ella es Paulin

—Ahh... Hola Paulina, soy Johann

—Es Paulin, sin a—dijo sonriendo

—Ahhh... Hola Paulin, sin a 

Reímos y seguimos hablando, aunque el tema principal era como Erick se le podía declarar a una chica que era su compañera pero no había cruzado palabra con ella.

—Invítala a salir y ya después se darán las cosas—aconsejé

—Pero yo ya quiero que sea mi novia

—Erick, tienes que darle confianza, gánate su amistad

—Y quedarme en la friend zone, no, gracias

—Gracias por la indirecta muy directa —dije aventándole una cuchara de plástico, le cayó en la cabeza y él fingió morir

Vaya amigos normales que tengo... Pero de un momento a otro se levantó y se puso serio, nos quedamos confundidos, después entendimos que la chica que le gustaba había pasado.

—¡Oye! Tú, chica de morado... Oye —Joshua le gritó a la chica, ella volteó y se señaló— Sí, tú —se acercó a nosotros

—Dime

Joshua sacó un cuaderno y una pluma de su mochila, se puso de pie, Erick estaba algo rojo.

—Me llamo Joshua, ¿te puedo hacer una entrevista? Es para mi tarea

—Mmmm claro

—Bien, primera pregunta ¿qué es lo que te gustaría que te regalarán en una cita?

—No se, lo que importa es el detalle, tal vez chocolates

—Ok —contestó apuntando— ¿Si un chico que no conoces te propone tener una relación aceptas al instante ó prefieres primero salir con él

—Obviamente primero salir con él

—¿Donde y cómo te gustaría tener una cita?

—¿Dónde? Mmmm dejame pensar... Yo creo que en un parque o alguna plaza y ¿cómo? que no sea tan aburrida, ¿sabes? Que el chico ya tenga algo planeado, que no sea tan callado, que tenga buen sentido del humor

—Ok, eso es todo, gracias, ¿quieres que la entrevista sea en anonimato o quieres dar tu nombre?

—Me llamo Rocio, creo que si no te lo digo yo te lo diría Erick —el nombrado se puso más nervioso

—Bueno, gracias Rocio, hasta luego

—Adiós —sonrió

—De nada —arrancó la hoja de la libreta y se la aventó a Erick.

—Que normales —me dijo Paulin, cerca del oído riendo.

Su risa era muy bonita.

n/a

¡Hola! Kemoción ya quería que Paulin saliera.

¿Qué opinan de ella?

¡Nos leemos en el próximo capítulo, bye!