-¿April?, ¿Qué haces aquí? - esperaba mi respuesta, pero al parecer no conocía la manera fácil de decirle que necesitaba que fingiera ser mi novio; estaba atónita y mi vista seguía fija en su pecho - ¿disfrutas la vista? - dijo después de atraparme viéndolo - Porque yo si - Su proveniente sonrisa picara me molesto, pero lo peor era el descaro con el que me recorría el cuerpo deteniéndose en mis piernas y mis pechos y asintiendo en aprobación. Imbécil.-Ammm yo, ummm, ¿qué? - ¿Qué me pasaba? Mi cerebro no podía crear una frase coherente.
-¿Te comieron la lengua los ratones? Porque, seria una lastima no poder jugar con ella - Eso me encendió, pero no de la forma sexual, era la segunda vez en días que 2 idiotas me decían lo mismo.
-¡Imbécil!, no debí venir aquí - Eso ultimo lo murmure mas para mi que para él; estaba dispuesta a marcharme y olvidar mi estupidez, pero él fue mas rápido y me atrapo por la muñeca antes de poder siquiera dar un paso.
-Esta bien, tranquila App, deja tu desprecio y dime: ¿Por qué viniste?, debes estar muy desesperada para que yo sea de tus ultimas opciones - Él no sabia que era mi primer opción, pero sabia a que se refería, hacía años que no nos dirigíamos la palabra y si lo hacíamos era en esas cenas que nuestros papas consideraban tradición o en la escuela.
-Eh ... olvídalo, fue un impulso, tenia un problema y pues ... nada - Dije lo mas rápido que pude, necesitaba huir de aquí, pero nuevamente él sujeto mi muñeca impidiéndome escapar.
-Espera, espera, ¿Cuál ese problema? ¿Tan malo era para recurrir a la persona que mas odias? - Lo cierto es que no lo odiaba y me dolió que él pensara eso; de pronto sentí como mi piel se erizaba, al principio pensé que era producto de sus palabras, pero pronto comprendí que se debía a la falta de ropa que poseía y el constante soplo del viento que chocaba contra mi ser. Olvide por completo que solo venia vestida con una simple playera blanca holgada, unos shorts cortos y unos converse negros.
Instintivamente me encogí y él debido darse cuenta de mi acción porque inmediatamente me atrajo hacia si, me abrazo y susurro a mi oído. -¿Te ... te gustaría entrar?, nada de juegos, lo prometo - Su aliento y el cosquilleo que provocaba en mi oreja envío una oleada de calor a todo mi cuerpo y mis mejillas era muestra de su efecto.Asentí mientras agachaba la cabeza para que él no notara mi sonrojo y deje que me llevara consigo al interior de la casa, detrás de nosotros se escucho la puerta cerrándose mientras me conducía a la sala y me dejaba en uno de los sofás; se separo de mi lado y mi cuerpo de inmediato lo añoro, pero ni siquiera pudo protestar porque de inmediato subió las escaleras hacia lo que supuse seria su habitación e igual de rápido las bajo con 2 prendas.
Me tendió una de las prendas la cual resulto ser una de sus sudaderas y él se coloco la playera que supuse correspondía al pijama, dejando oculto su impresionante cuerpo. Mientras yo colocaba la sudadera me percate de que él en ningún momento dejo de observarme; sabia que esta vez no podía escapar así que espere a que iniciara su interrogatorio.-¿Quieres un café para entrar en calor? - Wow eso no era lo que esperaba y su repentino cambio me sorprendió; asentí con la esperanza de ganar un poco de tiempo extra.
Inmediatamente se alejo a la cocina y minutos después volvió con 2 tazas humeantes de las cuales me ofreció una y la otra la coloco en la mesa de centro. Él espero pacientemente a que entrara en calor y en el proceso también tomo un poco del delicioso café que había preparado. Cuando ya me sentía mejor le agradecí y espere a que él hablara.
-¿April, cuál era la verdadera razón por la que venias? - su voz sonaba como una canción de cuna, suave y tranquila, diferente a todas las veces que lo escuchaba coqueteando o hablando con sus amigos. Tome valor y le conté todo, absolutamente todo, él me escucho paciente y atento, sin interrumpirme. Al terminar pasaron unos minutos en los que parecía analizar las cosas; se veía tan guapo cuando se quedaba con ese aire pensativo y por suerte esta vez reaccione rápido cuando volvió a hablar.
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Lo que el corazón desea
Novela JuvenilSe dice que a cada chica le tocan 7 chicos a lo largo de su vida, para algunas la cifra es poca, para otras es más que suficiente; pero entre todos estos podríamos encontrar a nuestro "amor verdadero''. El amor es más que complicado, un cúmulo de em...