Odio tus cambios de humor, me lastimas con cada palabra.
Te cuesta tanto darme amor?
Siento mi pecho adolorido, una sensación de frío, como si no me tocase lo que me dijeses.
Ten mucho cuidado.
Eso es malo...
Cuando ya no me duela, cuando ya no sienta, cuando ni siquiera me importe. Me habrás perdido.
Y no me perderás por un fin de semana, me perderás toda tu vida, por que yo no miro atrás.
No miro, no miraré, quizás de reojo pero no giraré.