Sandra
Me despierto por el tono de llamada de teléfono. Lo cojo con pocas ganas y le doy al botón de descolgar sin ver quién me llamaba.
-¿Si?-digo adormilada.
-¡Shawn está en Madrid! ¡Hay que ir a buscarle! ¡YA!-exclama un voz muy conocida.
-¿Daniela? ¿Qué dices? ¿Y que narices haces llamándome a estas horas? Me has despertado-suspiro. No soy de buen despertar que digamos.
-Sandra, no es por nada, pero son las once de la mañana-dice Daniela ya más calmada.
-Esto de los ensayos me tiene matada. Pensaba que era más temprano, lo siento Dani. Por cierto, ¿Qué decías?-pregunto intentando recordar que me había dicho nada más descolgar el teléfono.
-Que Shawn está aquí en Madrid. Así que me da igual que te acabes de despertar. Te levantas ya mismo de la cama, te pones guapa y esperas a que te recoja. Tardo solo diez minutos a si que espabila-cuando acaba de hablar, cuelga.
Daniela vive en un apartamento cerca del mío, vamos en una calle paralela a la mía. Es una gran ventaja que tu mejor amiga viva solo a una calle, ya que cuando la necesitas no tarda nada en plantarse en tu casa con helado, pañuelos y muchas ganas de escucharte.
Por cierto, ahora que lo pienso, más me vale levantarme ya porque no me va a dar tiempo. Me levanto de la cama y me acerco al armario para escoger la ropa que me pondré hoy. Finalmente me decido por un crop top negro, unos jeans y mis infalibles converse blancas.
Me dirijo hacia la cocina para desayunar. Como siempre poca cosa. Cuando acabo, me cepillo los dientes y llaman al timbre. Imagino que será Daniela, así que cojo mi bolso y salgo de mi casa.
-Hola dormilona, ¿preparada?- pregunta Daniela al verme salir por la puerta.
La verdad es que todavía no me había parado a pensar que Shawn ya está aquí. Estoy muy emocionada y no puedo esperar a que llegue mañana.
-Daniela me encantaría verle, pero ir en su busca me parece exagerado ¿no crees?. A parte no le vamos a encontrar, es imposible.
-¿Perdona? Estas hablando con la mejor stalker de Madrid. Sé lo que supondría para ti tener la oportunidad de verlo y conocerlo, así que vamos mueve tu culo-exclama ella.
-Vale, vale. Que violenta te me pones a veces- digo y nos reímos las dos.
Otra vez mi teléfono empieza a sonar. Lo cojo y veo que la llamada entrante es de mi madre.
-Hola mama, ¿qué tal estás?- pregunto.
-Muy bien. Los tíos acaban de venir de Australia y vamos a ir a verles esta mañana. Necesito que vengas, así ya de paso te vemos tu padre y yo- dice mi madre bastante emocionada.
-¿Ahora? La verdad es que me viene un poco mal mama, ¿puede ser más tarde?-pregunto desconcertada.
- Pensábamos comer con ellos hasta que te fueras al último ensayo. Lo siento si es mal momento, pero mañana los tíos se van a Italia y deberías ir a verlos- me llevo la mano que no tengo ocupada a la cabeza frustrada y Daniela me mira confundida.
-Vale, ahora nos vemos. Chao- digo y finalmente cuelgo.
Para un día que vienen al año mis tíos, tiene que ser hoy. Que oportunos.
-¿Pasa algo?- pregunta Daniela extrañada.
-Mis tíos han venido de Australia hoy y tengo que ir a verlos-susurro decepcionada.
-¿En serio? Bueno, ten por seguro que mañana lo vas a ver. Y si tu no vas a verle hoy, yo tampoco. Le veremos juntas mañana, ¿vale?-me anima Daniela poniendo una mano en mi hombro.
-Gracias Dani, nos vemos en el ensayo-la digo despidiéndome de ella.
Camino hacia la casa de mis padres con desgana y bastante decaída. La palabra suerte no esta en mi vida, definitivamente.
Allí me encuentro con mis padres y caminamos hacia el restaurante donde íbamos a comer junto a mis tíos.
Cuando llegamos pude ver que era el restaurante de un hotel bastante famoso aquí en Madrid. Se puede decir que mis tíos tienen bastante dinero, poca gente se puede permitir mudarse a Australia. El restaurante está en la parte de atrás del hotel, por lo que no pude ver la puerta principal.
Entramos y vimos a mis tíos ya sentados en una mesa grande. Los saludamos y nos sentamos a su lado. Cuando ya decidí lo que quería de comer, el camarero pasó por nuestra mesa y toma nota. Mis padres empiezan a hablar con mis tíos de cosas de adultos que no me interesan para nada y cojo el teléfono. Puedo ver que Daniela me había escrito diciéndome que varias chicas se habían hecho fotos con Shawn afuera de su hotel. Bloqueo el móvil con desgana y empiezo a comer ya que nos acababan de servir la comida.
Cuando acabo de comer le digo a mis padres que voy al baño y me levanto de la silla para dirigirme hacia allí. La verdad es que tengo cero ganas de estar aquí, oyendo conversaciones que no me interesan y forzando una sonrisa. Mientras camino por el pasillo hacia los baños del restaurante, desbloqueo mi móvil con la intención de contestar a Daniela.
De repente alguien bastante corpulento choca conmigo, haciendo que mi móvil vuele por los aires y caiga fuertemente al suelo y yo con él.
-Joder, mi móv...¡Auch! Mi rodilla-exclamo tocando mi rodilla. Había caído de mal manera y me había hecho bastante daño.
-¡Ohh! I'm so sorry. Are you okey cutie?- me pregunta en inglés con una voz conocida para mí.
Levanto mi cabeza y le veo. Shawn Mendes arrodillado delante mío con cara de preocupación. Inconscientemente zarandeo mi cabeza y me pellizco para ver si no es una alucinación mía. Y no lo es.
- Ohh..do you understand me? Lo siento- dijo lo último con un peculiar acento que me hizo sonreír.
-Yeah, don't worry- susurro bajando la cabeza.
Me ofrece su mano para ayudarme a levantarme y la acepto. De repente mi móvil empieza a sonar y como no, el tono de llamada. Treat you better. Lo vuelvo a coger viendo que no se había roto y observo que la llamada entrante es de Daniela. Maldita, no tenías otro momento para llamar que ahora, que vergüenza.
Levanto la mirada y le veo con una sonrisa curiosa mirándome. Rápidamente cuelgo a Daniela y muerta de vergüenza giro sobre mi y voy directa hacia los baños.
Entro y me miro en el espejo. Literalmente parezco un tomate de lo roja que estoy. ¿Qué acaba de pasar? No me lo puedo creer. Dios mío, es tan perfecto. Suspiro intentando relajarme. Un momento...¿ qué hago aquí?. Ni siquiera me he despedido de él. Le he dejado plantado ahí, seguro que habré parecido un bicho raro. Maldita timidez.
Salgo despedida del baño y llego al pasillo. Lo buscó pero ya no está. Me doy con la mano en la cabeza. Desde luego soy tonta.
Bueno se puede decir que la palabra suerte acaba de aparecer en mi vida de alguna manera. Lo he visto cuando menos lo esperaba.
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Amores aquí traigo el segundo capítulo de la novela. Ya por fin apareció Shawn ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Un beso,
Sandriu.
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Bailando al ritmo de tu corazón.{Shawn Mendes}
ФанфикDesde muy pequeña, mi gran pasión era bailar. Esto muy pocas personas lo podían apreciar, ya que era extremadamente tímida y lo sigo siendo. ¿Sabéis el dicho de "Nunca digas nunca"? Pues me lo tuve que repetir cien mil veces a mi misma par...