0.8 fiesta.

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En los diecinueve años de vida de Camila, nunca quiso matarse a sí misma y a Kevin tanto como lo hizo una vez que llegaron la entrada de la casa de la fraternidad. Todo lo que podía oír eran los chillidos de las chicas mientras actuaban como si estuvieran ebrias y los gritos de los chicos mientras jugaban beerpong, combinado con el ruidoso bajo que venía de adentro.

Por una vez, Camila estaba de verdad alegre de no poder ver eso.

Kevin tomó la muñeca de Camila la guio a través de la multitud de adultos jóvenes antes de que la latina pudiera devolverse al auto. Camila no intentó pelear con él porque sabía que era inútil. No podía conducir para volver.

Una vez que entraron, Camila se estaba encogiendo más que nunca . Todo lo que Camila podía oler era alcohol y marihuana.

"Esto es genial, ¿no?" Kevin gritó sobre la música.

Justo entonces, alguien chocó con el hombro de Camila haciendo que chocara contra Kevin, casi haciendo que cayeran al suelo.

Mientras ambos de enderezaban, Camila gritó sobre la música, "Sí, muy genial." Kevin la escuchó y eligió ignorarla.

Mientras estaban caminando, Camila juró que podía escuchar hablar a Kevin de cuantas chicas lindas había.

Después de empujar una maldita turba de grupos intoxicados bailando, llegaron a la cocina donde las cosas estaban un poco menos ruidosas. Camila se dejó caer sobre la mesa de la cocina, que convenientemente estaba al lado de una pareja que estaba básicamente teniendo sexo.

"Voy a ir a bailar por un rato, ¿okay?" Kevin gritó en su oído.

Eso molestó un poco a Camila, considerando que Kevin pasó tantos problemas para convencerla de ir y justo cuando estaban allí, la deja.

Camila empujó sus lentes hacia arriba en su nariz antes de encogerse de hombros y darle la espalda a Kevin. Kevin tomó eso como un 'bien'  y salió disparado hacia el mar de gente con un simple 'te encontraré'.

Camila suspiró mientras estudiaba el lugar con su bastón.

Kevin había planchado su cabello, algo que Camila no había hecho desde que tenía dieciséis, lo que la hizo sentir un poco cohibida. Kevin también había cambiado esa horrible blusa de a cuadros por una blusa negra más descotada. Trató que Camila se cambiara esos zapatos por unos tacos, pero ahí fue donde Camila no lo dejó.

Así que para resumir todo, Camila se sentía incómoda y cohibida, definitivamente no volvería a ir a otra fiesta.

Pasaron 30 minutos, y sin Kevin a la vista (literalmente), Camila de alguna manera subió las escaleras y entró a uno de los cuartos. Apestaba a calcetas sucias y sexo que hizo que se encogiera.

Se sentó en la cama con un suspiro.

Sabía que no debería haber ido a esa estúpida fiesta. Fue una estupidez de Camila y la culpa de Kevin. De Camila por pensar que iría a una fiesta como una persona normal y de Kevin por llevar a su amiga ciega a una fiesta llena de personas y dejarla.

Repentinamente, escuchó que la puerta se abrió. Se puso rígida inmediatamente.

La persona irrumpió en la habitación, azotando la puerta tras ella. Camila escuchó unos pequeños gritos que venían, lo que podía decir ella, de una voz femenina. La persona comenzó a pasearse de un lado a otro a través de la habitación, haciendo que las tablas del suelo sonaran con cada paso.

"¿Estás bien?" Intervino, haciendo que la chica saltara.

"¡Maldito Jesucristo! ¿Has estado allí todo el rato?" Su aguda voz chilló.

Camila se rió por cuán aguda era su voz cuando maldijo. No sonaba mayor de 18.

"¿Qué es tan gracioso?" Resopló.

"Tranquila." Camila rió, ignorando la amarga actitud de la chica.

La chica suspiro pesadamente. Camila sintió que la cama se hundía a su lado, y sólo asumió que ella se había sentado a su lado.

"Lo siento. Problemas con mi novio." Ella suspiró una vez más, cubriendo sus ojos con sus manos.

"Que fastidio." Ella tosió incómodamente, ahora deseando estar de vuelta en vez de estar con una chica bipolar.

Hubo una larga pausa antes de que la chica finalmente interviniera de nuevo.

"Soy Haylee." Dijo, su voz era mucho más suave que antes.

"Camila."

............

Haylee y Camila hablaron dos horas sin parar mientras la fiesta seguía, básicamente contándole a la otra la historia de su vida.

Haylee le contó sobre su novio, Ashton, y cómo se había enojado con él porque había invitado a su exnovia a la fiesta. Y aparentemente, la fiesta era en la fraternidad de Ashton. Camila le contó sobre Lauren y que era ciega.

"Espera, ¿de verdad no puedes ver?" Ella soltó una risita, cubriendo su boca con su mano.

"Eso es lo que dicen." Ella se encogió de hombros, pasando una mano por su cabello por costumbre. Haylee asintió quietamente.

Después de un largo silencio, Camila sintió que Haylee, repentinamente, tomó su rostro y juntó sus labios, hambrientamente. Ella frunció el ceño y abrió los ojos antes de separarse rápidamente.

"¿Qué pasa?" Ella hizo un puchero, dejando su mano su el muslo de Camila.

"Yo-uh-nada. Sólo... ¿qué hora es?" Logró decir, aún algo sorprendida por el beso. Su boca se sentía sucia, como si necesitara lavarla con jabón (lo que probablemente haría después de terminar de gritarle a Kevin).

"4:00 a.m." Ella se encogió de hombros, dejando su cabeza en el hombro de Camila.

Ella se encogió internamente antes de tomar su bastón y comenzar a levantarse de la cama.

"Necesito irme. Un gusto conocerte, Eli." Se despidió incómodamente mientras caminaba a la puerta.

"¡Es Haylee!" Ella dijo, comenzando a pararse. "¡Deja que te lleve a casa!"

Camila se tropezó con una pila de revistas, casi cayendo. "¡No, no! Está bien. ¡Puedo caminar!" Sonrió antes de cerrar la puerta tras ella.

Se hizo camino a través de la casa, no importándole con quién chocaba. La única cosa sobre la que se preocupaba era alejarse lo que más pudiera de Haylee, Kevin, y toda esa maldita fiesta.

Finalmente encontró la puerta principal y salió rápidamente. Tomó un respiro profundo antes de salir, tratando de recordar desesperadamente cuál era el camino a su departamento.

Blind ⇉ camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora