Excitada.

Cap 3.

- Joder!- Tire todo lo que había en mi escritorio al piso.

Antes de encabronarme, estaba leyendo unos papeles de los números de la empresa, no entiendo que pasó hace una semana iba todo bien y ahora resulta que hemos bajado un 35% porciento de ganancia...

- Que pasa, tío?- Entró Alex con una sonrisa pero al instante la cambió al ver mis facciones contraídas.

- Revisalos y dime que he leído mal.- Le entregue los papeles, que hace un momento yacían en mis manos, bruscamente sin querer hacerlo.

- Vamos a por un café, salgamos de aquí. Depejas tu mente y lo resolveremos.

- Vale, iremos. Pero sólo una hora fuera tengo demasiados pendientes que resolver.

(...)
-

- Quería preguntarte sobre algo delicado hacia ti.- Habló Alex presionando un botón del ascensor.

- Que sucede? Sabes que puedes decirme lo que quieras.- Nos adentramos al ascensor indicando el piso donde quedaba mi oficina.

- Es algo delicado, de cierta forma.- Se le notaba ¿Nervioso?

- Vale, hablaremos en mi oficina. Vamos!- Lo cogí del brazo tironiandolo. Me estresaba que me dejarán con intrigas o la preocupación.

- Ahora si, dime que es tan delicado que no podías preguntarme en el pasillo.

- Como vas con el tema de BabyGirl&Daddy?

Me tomó por sorpresa su pregunta, aún dolía el engaño de Izzi pero tenía que superarlo y sabía como.

- Estoy en el camino de la superación y tengo una idea de quien puede ser mi siguiente BabyGirl.- Sonreí ante la imagen tan hermosa que procesa mi mente.

- Se podría saber quien es la afortunada?- Habló con cara de o me dices o te lo sacó a golpes.

- Pensaba en Anabella.- Con tan sólo recordarla ya tengo una sonrisa plasmada en mi rostro. Le vi y estaba con cara de de quien mierda hablas.- Es una chica que conocí en el club el sabado por la noche.

- Ahh.- Fue su única repuesta, su rostro mostraba estar dubitativo.

(...)
Tarareando una canción termine de escribir en el ordenador.

Había venido a casa para terminar del chequear unos contratos, estar en la oficina muchas hora me ahoga.

Guardando todo en una carpeta escuché unos golpes en la puerta, pronunciando un pase con la voz un poco alta para que escuchara.

- Lamento interrumpir, pero señor su teléfono está dele y dele de sonar.- Me informó Gisell.

- Gracias. Por cierto, donde estaba? Lo he estado buscando desde hace rato.- Arrugue la nariz.

- Estaba en la cocina. Tome...- Me tendió el teléfono.- Con su permiso, me retiró.

- Propio.- La pantalla mostraba un número desconocido.

E igual atendi. Si soy todo un malote que atiende a desconocidos.

Llamada Telefónica.

- Hola?- Pregunté con voz ronca y con curiosidad.

- Hola!- Una voz femenina; dulce y sexi se escuchó del otro lado.