La mañana del día de comienzo de clases del Instituto Shutoku era bastante tranquila. Hoy muchos alumnos entrarían al primer año de preparatoria, entre ellos se encontraba Takao Kazunari. Un chico divertido y sociable que utiliza su cabello con una división en el medio dejando caer unos cuantos mechones cerca de los ojos, su cabello es de color negro y posee unos ojos color azul plateado.
A pesar de entrar nuevo en este Instituto no se sentía nervioso ya que con su divertida personalidad seguramente encontraría amigos fácilmente. Y también tenía pensado unirse al equipo de básquetbol del Instituto, ya que el baloncesto era algo que le apasionaba al pelinegro.
Se detuvo en la entrada y suspiró al ver aquella escuela tan grande. Había decidido estudiar aquí debido a que tenía uno de los equipos de básquet más fuertes del lugar y realmente quería entrar en el equipo.
Avanzó rápidamente, estaba seguro de que tendría un buen año. Sonreía mientras caminaba y notó como la mirada de algunas chicas se posaban en él, lo que le hacía saber que lo estaba haciendo bien.
Comenzó la ceremonia de entrada dónde el director del Instituto daba algunas palabras a los nuevos estudiantes, recordaba las reglas para los que llevaban años estudiando allí y daba ánimos para que éste fuera un buen año, lo típico.
Takao se dirigió a su nuevo salón de clases donde pasaría la mayoría del tiempo el resto del año y donde conocería a sus nuevos amigos.
Entró al salón y algunas personas ya se encontraban conversando, entablando amistad desde el comienzo. El chico sonrió dispuesto a hablar en alguno de los grupos que se había formado pero algo llamó su atención.
En un pupitre se encontraba sentado un chico alto de pelo verde, llevaba lentes y su mano izquierda vendada. Le sorprendió que estuviera solo, ¿Ya desde el comienzo había sido excluido? Y aunque hubiera sido excluido él no lo iba a permitir.
— Hola — Dijo sentándose en el lugar de al frente, sonriendo como siempre suele hacerlo — Soy Takao Kazunari. ¿Y tú cómo te llamas?
El peliverde le miró serio, pero no pareció incomodarle al de cabellos negros, más bien esperaba su respuesta mientras sonreía.
— Midorima Shintarō — Dijo sin cambiar su expresión y acomodando sus lentes.
Por alguna razón, ese nombre le sonaba de algún lado pero no recordaba exactamente de donde. Así que decidió ignorarlo. Takao se fijó en un pequeño peluche rosa que llevaba en su mano, así que decidió preguntar.
— Y eso que llevas ahí... ¿Qué es? — Trataba de aguantarse la risa. Le parecía muy gracioso que un chico de aspecto tan serio como mostraba el de cabello verde llevara semejante cosa en la mano.
— Es mi objeto de la suerte. Justo como lo ha dicho Oha-Asa.
Takao intentó buscar en su rostro algún rastro que indicara que era una broma. Pero no lo era. Aún así no pudo evitar reír a carcajadas, lo que notablemente molestó a Midorima.
— Bueno, Shin-chan. Hablaremos luego.
El pelinegro dejó sus cosas en el pupitre y se fue a conversar con los otros chicos de la clase.
Por otro lado, Midorima había quedado bastante sorprendido y a la vez disgustado por lo de hace un momento.
Le había llamado "Shin-chan" con tantas confianzas y sin siquiera conocerlo.
Suspiró.
Por alguna razón sentía algo extraño, tal como Oha-Asa había predicho pero aún así esto no impediría que fuera un buen día para él, llevaba su objeto de la suerte consigo y todo le debía resultar bien el día de hoy.
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The Fate ✧ k n b
FanfictionDicen que existe un hilo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse. Sin importar el momento, el lugar o las circunstancias. El hilo puede alargarse o enredarse, pero nunca se romperá. ¿Será esto verdad? 『 Parejas 』 დMidotak...