El fin de semana había llegado y este era el día en el que se celebraría la fiesta de Akashi. A la cual irían unas cuantas personas más de lo planeado.
Takao se encontraba fuera de la casa de Midorima, esperando que este saliera pero la verdad estaba tardando demasiado. Así que cansado, se dirigió a la puerta de la gran mansión y tocó el timbre, unos momentos después fue abierta por una de las mucamas de la gran mansión.
—¿Es un amigo del Sr. Midorima?— Pregunta la señora, Takao sólo asiente y en el relajado rostro de la mucama puede notar una ligera sonrisa—A casa no viene nunca ningún amigo de Midorima... Me siento tan feliz de que haya conseguido a alguien.
Hablaba la señora totalmente enternecida, el pelinegro estaba nervioso así que sólo sonreía por cortesía, no sabía que decir al respecto, pero la verdad no le sorprendía que al peliverde no le visitaran tanto.
La señora dirigió al chico hasta el cuarto de Midorima, diciendo que no había salido en todo el día de allí y que en estos días al parecer estaba emocionado con algo. Después de aquello la señora se retiró para seguir con sus deberes.
El de ojos claros pensó en tocar, pero le pareció más divertido el sólo entrar sin avisar. Así que contó hasta tres y abrió la puerta.
Y ahí estaba el de lentes.
En bóxer.
—¡TAKAO!— Fue lo único que pudo alcanzar a gritar el peliverde antes de cerrar la puerta en la cara del otro. Su rostro estaba rojo a más no poder— ¿QUÉ HACES AQUÍ?
—Shin-chan... Llegué hace 15 minutos y no salías, así que decidí venir a buscarte.
—¡Al menos toca la puerta! ¿No te enseñaron que existía la privacidad?
El otro no contestó y el peliverde suspiró. Se vistió rápidamente y le abrió la puerta al pelinegro.
—Shin-chan está apuesto hoy—Dijo pícaramente el pelinegro entrando a la habitación, y se ganó una mirada asesina por parte del otro.
—Cállate.
El peliverde se había sonrojado levemente, porque estos pocos días conociendo a Takao le había bastado para saber que era una persona sincera.
— En fin, ¿Cuál es tu objeto de la suerte de hoy? — Pregunta mientras se recuesta en la cama y observa su habitación.
— Hoy mi objeto de la suerte es un dardo — Responde el peliverde mientras toma el objeto del escritorio.
Mientras el más alto terminaba de arreglarse el pelinegro estaba pensando. Se sentía ligeramente extraño aquí. Le daba una sensación cálida y sentía que antes la había vivido.
Takao no lograba explicar lo que sentía cuando venía a esta casa.
Un sentimiento de hogar, algo así era lo que sentía todas las mañanas cuando venía a buscar a su amigo.
— Estoy listo. Ya podemos irnos. — Habló el peliverde interrumpiendo los pensamientos del otro, el cual sólo asintió.
— ¡Me aseguraré de que no se emborrache! — Gritaba Takao a la mucama mientras salía de la gran mansión.
— Tsk. Deja de hacer tanto ruido, por favor.
El pelinegro sólo se limitó a reír.
— Dices eso y te diriges a una fiesta. No tiene mucho sentido Shin-chan.
Los chicos se montaron en la carreta y el pelinegro comenzó a pedalear. Afortunadamente la casa de Akashi no quedaba muy lejos de aquí, así que el de ojos claros no tendría que pedalear ni cansarse tanto.
![](https://img.wattpad.com/cover/82313923-288-k933362.jpg)
ESTÁS LEYENDO
The Fate ✧ k n b
FanfictionDicen que existe un hilo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse. Sin importar el momento, el lugar o las circunstancias. El hilo puede alargarse o enredarse, pero nunca se romperá. ¿Será esto verdad? 『 Parejas 』 დMidotak...