Capítulo Uno: Despedida

107 1 0
                                    

Sophia.



Mi nombre es Sophía Bellrose o Sophie cómo me llaman mis amigos, tengo 17 años, soy pelirroja, de baja estatura, un poco tímida, vivo en París con mi hermana Ashly, se preguntarán por qué solo con ella, tenemos un pasado un poco difícil de contar, termine mi último año de secundaria hace un mes, tengo un novio maravilloso, se llama Jean Ferrec y tenemos dos años y 6 meses juntos, amigas? No tengo, me han de decepcionado tanto que considero solo a los chicos como amigos.

La vida con mi hermana es fácil por así decirlo, ella trabaja mucho por lo cual casi no pasamos tiempo juntas, ella dice que trabaja para que nuestro futuro mejore. Por los momentos solo estoy concentrada en ir a la universidad, conseguir un trabajo y así poder ayudarla. Llegue de trotar, subí, tome una ducha, al salir me puse algo cómodo y agarré uno de mis libros, cuando iba a comenzar a leer me llamo Ashly.

─ Soph tengo que hablar contigo, puedes venir.
─ Si dime? -camino hasta ella y la veo con el ceño fruncido-
─ No sé como decirte esto -la notaba preocupada- me ofrecieron un trabajo en Londres.
─ Felicitaciones Ash, estoy muy feliz por ti -la abrace-
─ Soph -la mire confundida, -no se veía feliz-
─ Que está mal?
─ Tenemos que mudarnos -me miro haciendo una pausa- ambas, sabes que no puedo dejarte aquí sola.

Eso me dejo en shock, no estaba hablando solo de ella, si no de irnos las dos, yo no me podía ir. Me quede de pie frente a ella, no sabía como reaccionar ante lo que me estaba diciendo, lo primero que pensé fue en Jean, cómo decirle una noticia así cuando teníamos tantos planes; me sentía triste, molesta, Ashly solo estaba pensando en ella y su trabajo, -pero y mi vida?- todo lo que había vivido aquí en París todo lo que ella y yo pasamos después de la muerte de nuestros padres, irnos solo complicaría las cosas. Ella me miraba con los ojos llorosos sin decirme nada.

─ No me puedo ir Ash, además estoy lo suficientemente grande como para cuidarme sola, puedo conseguir un empleo y pagar las cosas de la casa como lo hace cualquier chico de mi edad, no puedo irme.
─ Si es por Jean él lo entenderá, no puedo irme sin ti Sophie, le prometí a mis padres que siempre estaría contigo, que siempre estaríamos juntas, si te llegan a hacer algo aquí no me lo perdonaría -dijo llorando-.
─ No me harán nada, lo de mis padres paso hace mucho tiempo Ash, quienes podían lastimarme están muertos, no estoy sola, sabes que la familia Ferrec está conmigo.
─ Lo siento, pero vendrás conmigo, es mi última palabra.
─ Estas consciente de que arruinarás mi vida, cierto?

No le dije nada más, subí a mi habitación llorando, estaba muy molesta, ya no soy una niña puedo cuidarme sola. Entre a mi habitación y arroje la puerta lo más fuerte que pude. Camine de un lado a otro, pensando en como hacer para quedarme, entiendo que mi hermana este asustada pero necesito que entienda que estaré bien, y que nada me va a pasar, se que lo que vivimos fue muy fuerte y difícil de superar, de hecho no creo que lo tengamos totalmente superado, pero es algo que ya paso hace años y tenemos que dejarlo atrás.

─ Sophie abreme por favor, no pienses de esa manera, se que ya no eres una niña, pero entiende que no puedo dejarte aquí.
─ Déjame, no quiero hablar.
─ Solo piénsalo -suspire

La escuché alejarse, no sabia que hacer, no podía irme de París. Tomé mi teléfono y llamé a la única persona que sabía que me escucharía.

─ Jean -dije con la voz quebrada-
─ Hola amor, qué tienes? por qué lloras?
─ Le ofrecieron un trabajo a mi hermana en Londres.
─ Pero eso es una muy buena noticia, consiguió lo que tanto quería, nena se que la vas a extrañar pero tienes que apoyarla -suspire de nuevo-
─ Jean! Quiere llevarme con ella -se quedó en silencio un buen rato- sigues ahí?
─Si, no sé qué decir -lo escuché maldecir- podemos vernos y hablar mejor de esto?
─ Esta bien, nos vemos donde siempre
─ Ahí te espero princesa, te amo.
─ Yo también.

Me arreglé lo más rápido que pude y salí de mi habitación. Me sentía muy triste, no sabia como iba a mirarlo a los ojos y despedirme de él, hemos pasado tantas cosas juntos, no es fácil conocer a alguien de toda la vida y de un día para el otro dejarlo.

─ A donde vas? Tenemos que empacar, mañana nos vamos temprano.
─ Regreso más tarde.

Se que no debí responderle de esa manera pero aún seguía molesta, camine al parque y solo podía ver cada calle que cruzaba, pensaba todo lo que viví aquí. Cuando llegué al parque me senté bajo un árbol. Pasaron unos minutos y Jean llegó, corrí hacia él y lo abrace lo más fuerte que pude, desee que ese momento fuera eterno, me besó; sentir esos labios que me gustaban tanto, que me daban tranquilidad, seguridad, era un beso cálido, suave. Pasamos toda la tarde juntos, trataba de levantarme el ánimo pero era imposible, caminamos de vuelta a la casa, y nos sentamos en la entrada, lo tome de la mano y me dedico una sonrisa, puse mi cabeza en su hombro y mire el cielo, el día estaba despejado y el sol brillaba, comencé a recordar todos esos momentos que pasamos juntos hasta las peleas, cada sonrisa, cada lágrima, nuestra relación era tan perfecta, lo necesitaba mucho conmigo.

─ No quiero que te vallas.
─ Yo no quiero dejarte -lo bese-.
─ Vamos a estar bien amor, encontraremos la manera de que nuestra relación continúe, cuando se van?
─ Mañana en la mañana, sabes que las relaciones a distancia no funcionan.
─ Pues haremos que funcione ya verás -me dio un beso en la frente, aunque el quiera seguir no puedo obligarlo a esperarme-.
─ Te amo, siempre lo haré.
─ Te extrañaré mucho, eres la mejor chica que he conocido, siempre estarás en mi corazón, te amo Soph.

Lo bese para despedirnos, fue un beso muy profundo, donde trate de demostrarle lo mucho que lo amaba, el me correspondió y se prolongó el beso. Me regalo una sonrisa y lo vi alejarse, entre y subí sin decir ni mirar a mi hermana, saque todas mis cosas y comencé a empacar, me duche y me acosté no quise bajar a comer.

La noche se me hizo larguísima, casi no pude dormir, bajé con mis maletas, ya Ashly estaba lista, tomamos un taxi al aeropuerto, y esperamos la llamada para subir al avión. Me puse a leer un libro para distraerme, de pronto alguien me tocó los hombros, levante la mirada y ahí estaba mi chico sonriendo, me levante y lo abrace.

─ No podía dejarte ir sin verte por última vez.
─ Gracias por venir -lo bese-.

PASAJEROS DEL VIAJE 180 CON DESTINO A LONDRES FAVOR SUBIR AL AVIÓN

─ Me tengo que ir -le susurré-
─ Te amo -me dijo con lágrimas en los ojos-
─ Te amo.

Lo abrace fuerte y camine hasta donde estaba Ashly esperándome, me abrazo y seguimos hasta las puertas, voltee por última vez para verlo y sonreírle.

Fragmentos del alma.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora