[Drabbles] Because Of You

II: Culpabilidad

Palabras: 550 aprox.  

Personajes: SungYeol; SungKyu; GyuYeol.

Resumen: 

"La culpa consumía a SungYeol". 

Estaba buscando una forma de hablarle. Una manera de expresar que estaba arrepentido, pero cada vez que intentaba aflorar las palabras que estaban atoradas en su garganta, y su corazón lo decía a gritos, no tenía el valor. La culpa lo consumía, pero no se había medido para gritarle en aquel entonces. 

SungYeol logró romper cada pedazo de memoria que habían logrado juntos al decirle aquello, y supo que sería difícil cuando vio la mirada triste de su amigo. Esta mañana había conseguido pedirle un tiempo para conversar por medio de MyungSoo, y no estaba seguro si vendría. Sujetó su cabeza con las manos, y la sacudió, alejando esos pensamientos pesimistas antes de hablar con él. No quería arruinarlo aún. 

Inhaló por su nariz, deseando relajarse; y sujetó su mochila, jugando con la cremallera. Mientras que su trasero comenzaba a doler por la espera de tres horas, y el aroma extraño del bote de basura junto a la banca en la cual estaba sentado, comenzaba a darle nauseas, pero no se movería de ese lugar hasta aclarar el problema con él. No, no se iría. La noche de ese viernes estaba por venir, y las estrellas debían aparecer en el cielo. Las estrellas que SungYeol vería si la contaminación lumínica de Seúl sería menos espesa que la actual.

Teniendo en cuenta que era tarde, abrazó sus brazos, sintiendo el viento tan pronto como el frío, a medida que el tiempo pasaba. La camisa corta del uniforme no alcanzaba a cubrir todo el largo de sus brazos, poniendo la piel pálida de SungYeol, rojiza al tocarla. El chico no entendía la clase de clima que había en esta época, era verano, pero la noche era fría como el invierno. Por eso, odiaba el uniforme de verano de la escuela, odiaba la espera, y detestaba sentirse culpable por SungKyu.

"Hola" 

SungYeol se sobresaltó por la repentina voz, y aumentó el agarre en su mochila, sintiéndose tímido de repente. La mirada helada de SungKyu lograba incrementar su ansiedad, y se levantó de la banca, haciendo frente al otro. 

"¿Tenías que decirme algo?" Volvió a insistir.

"Yo, lo siento mucho" 

El joven alto alzó su mirada, y la expresión de SungKyu se ablandó por un minuto, pudo notar que una mano temblaba por levantarse, pero la dejó caer. 

"No, tenías razón. Yo era quien te molestaba demasiado" 

"SungKyu, no es verdad. Tú nunca serías una molestia, y si grité que no quería ser tu amigo, mentí" SungYeol puso su mochila en su espalda, y se acercó a SungKyu, pero el otro dio un paso atrás. 

"Prometes que si discutimos de nuevo, ¿no esperarás una semana para volver a hablarme?" SungKyu habló con balbuceos, tratando de parecer serio, aunque nunca funcionaba con él; SungYeol sonrió por la atmósfera nostálgica del mayor. 

"Solo si tú haces lo mismo, 'Kyu-sensei" 

SungKyu se acercó, y pasó un brazo por los hombros de SungYeol, empujándolo con suavidad, mientras compartían una mirada y una sonrisa. La diferencia de edad entre ambos no era un impedimento para ser amigos -al menos por parte de SungKyu-, porque iban a diferentes clases, y aun así, SungYeol había conseguido un lazo duradero con la persona más maravillosa de la escuela. No estaba seguro qué sentía. Era un estudiante de secundaria, después de todo; solo estaba seguro que, siempre y toda su vida, quería estar con esa persona con ojos pequeños, corazón cálido, y...

"SungYeol, muero de hambre..."

"Te daré un poco de ramen... instantáneo de la tienda de conveniencia"

"Genial, genial. Que bueno que nuestra amistad es la misma"

Su billetera corría peligro -la mayoría de las veces-, pero quería estar con esa persona con ojos pequeños, corazón cálido y estómago insaciable.