XVIII: No funcionaría

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Palabras: 700 aprox. 

Personajes: SungYeol; SungKyu; GyuYeol.

Resumen: 
"Ambos sabían que no funcionaría". 


Miedo y angustia. 

Era extraño sentir ambos sentimiento en su interior cada vez que se veían.  Desde el fondo de su corazón, entendía la situación. Sus ojos estaban fijos en el rostro de la persona que estaba en frente de él, y besó el labio inferior con dulzura, lentamente, esperando que el tiempo siguiese el ritmo de los débiles toques de sus bocas. Se separó un poco para juntar su nariz con la contraria, percibiendo cómo el otro formaba una diminuta sonrisa. El castaño inhaló un poco de la esencia de él. Un 'quédate' quedó atorado en sus labios,  y decidió solo pensarlo, con el tonto pensamiento que él le correspondía ese anhelo. 

"Me debo ir ahora, SungYeol"

Susurró, y SungYeol se apartó de él. La mirada del castaño se alternó en el rostro del menor, y detrás de la espalda de este. Solo estaban ellos dos, y SungYeol sabía que lo hacía por cuidar que nadie más los haya visto besarse. SungKyu caminó hacia el final del pasillo de la casa, y SungYeol soltó el aire que había estado conteniendo. La angustia que sentía hace un momento, no ha sido nada al cómo se sentía ahora. 




"Mañana es el  gran día" SungJong dijo emocionado. 

Estaban sentados en la sala de estar de SungKyu, esperando por este último. SungYeol movió su cabeza en afirmación e intentó parecer feliz, y una sonrisa apareció poco después, esa misma que había practicado hace semanas. 

"Sí, es el día" Contestó con la voz más baja de lo que pretendía. 

El día que soñó toda su vida. Ese momento que estaría con una chica con melena castaña, rizos, y una sonrisa angelical en el altar. SungYeol tenía sueños estúpidos, y él lo tenía claro. Después de varios años de ese sueño,  supo que no quería una chica con melena castaña y rizos ni que tuviera una sonrisa angelical. Ni siquiera quería una chica, sino que a un chico con cabellera castaña, mirada fulminante, y que su pasatiempo favorito era burlarse de SungYeol.

Pasaron unas horas, y el tiempo que SungYeol desearía detener con suplicas que pedía al Cielo, llegó.  Sus amigos, familiares, conocidos, y algunos compañeros de secundaria, estaban en la fiesta después de haber presenciado la sonrisa genuina de SungKyu al besar a la antigua mejor amiga de SungYeol. Aún era difícil, y no podía estar aquí...

"Oh, ¿por qué no vas adentro?" La voz de la novia de SungKyu hizo que SungYeol girara su cabeza, y terminara por hacerle frente. 

"Iré dentro de un rato" Murmuró, sin ganas de hablar con ella. 

"¡No tengas esa expresión, Yeollie!" El apodo que ella utilizaba cuando eran amigos, en lugar de producirle una sensación agradable a SungYeol le daban náuseas. "Ambos sabíamos que no funcionaría. SungKyu no es gay" Continuó, como si no le importaran que sus palabras llenas de ironía se convertirían en dagas para SungYeol. 

SungYeol apartó su mirada e ignoró la sonrisa de ella. Caminó dentro del recinto de la fiesta, y quiso huir, pero SungKyu lo detuvo con una sonrisa, y lo abrazó. SungYeol correspondió el abrazo, sorprendido, y lo retuvo por unos segundos. Escuchaban las bromas de WooHyun, quien estaba a su lado, por si estaba emocionado que su amigo en común estuviese casado. SungYeol rió, y se separó de SungKyu, compartieron una mirada, una que solo ellos sabían que significaba. Complicidad.

La complicidad de una mentira que SungYeol debía guardar por el resto de su vida.

 Esa noche quiso beber, pensó que trago tras trago, olvidaría cada minuto de ese maldito día. Echó un tiempo atrás en su memoria, y recordó los besos que compartió con SungKyu el día anterior a la boda. No se parecían en nada a los besos de la chica que ahora sostenía entre sus brazos, tenía labios fríos y delgados. 

Ella lo miró con deseo, y SungYeol recordaba la misma mirada que SungKyu le había dado en más de una ocasión. SungYeol acarició la piel de la chica que se expuso por el vestido que llevaba puesto; y cerró sus ojos, dejándose llevar, imaginando que esa noche dormiría con  él, el verdadero SungKyu. 

Ese SungKyu real que una vez había sido su mejor amigo, el SungKyu confiable de una mirada dulce y no, ese el SungKyu cobarde, quien le daba miedo aceptar la verdad de sus sentimientos. Ese SungKyu, quien se había casado con la peor persona que conoció SungYeol, y no solo le mintió en sus 'te amo', sino que  le había prometido muchas veces que estaría junto a él. Sus palabras y promesas ya no valían nada para SungYeol.

Porque ese SungKyu perfecto jamás existió




[Drabbles] Because Of YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora