Día 5 sin él...

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    He vuelto a soñar con él, ya empiezo a acostumbrarme a su borrosa silueta y a su ahogada voz, a sus brazos tan cercanos que me abrazan y sostienen, le sueño arrullandome como quien consuela un bebé confundido y solo, me estoy acostumbrando a despertarme y verme sola, pero aún no me acostumbro a no hablarle porque hasta cuando estaba más molesta lo hacía, esa fue siempre la verdadera razón de no dejar de hablar estando molesta, porque hubiese sido fácil hacer otra cosa y no contestarle pero estar sola era realmente difícil, seguía hablándole porque aunque estuviese molesta, obstinada, celosa o rota, prefería mil veces seguir ahí, porque él era sin dudar al que buscaba en todos los casos, era mi refugio, por eso permanecía ahí, porque era más sencillo estar con él molesta a estar molesta y sin él. El día fue tranquilo, calmado hasta que lo supe... Él habló con ella, ¿cómo pudo preguntar cómo estoy y mandarme saludos así como si nada?, ¿Cómo estoy? ¿cómo piensa que estoy? Bien, feliz y contenta... Pues no es así. Estoy como me dejó, desconcertada, dolida, sumida en esta pesadilla profunda que es estar sin él, estoy mirando de lejos como transcurren mis días y me siento alejada, soy la sombra de lo que fui y es tan distinto mi forma de ver el mundo ahora que no está. A pesar de todo saber de él no fue tan malo, al menos sé que se preocupa pero me lastima pensar que es sólo sentimiento de culpa el que quiere saber si he seguido pero ¿saben? Es posible vivir con dolor... Lo he comprobado más de una vez a lo largo de mi vida, ya había experimentado la ausencia varias veces, pero si, esta es distinta porque las otras me destrozaron y esta simplemente seguí así en pedazos, no me derrumbe a llorar como todos esperaban y yo misma pensé que sería, sin embargo, no puedo contar con los dedos de una mano las veces que he llorado desde que él se fue porque me sobrarían dedos. Así que si, me mandó saludos y dijo que me ama, sé que es así aunque se haya ido y sinceramente siento que podría regresar cuando las heridas sanen y su corazón extrañe lo que fuimos, pero hoy no, no tengo ganas de vivir de ilusiones...

Mi vida sin él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora