Día 0...

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Tenía tanto tiempo sin sentirme así que ya había olvidado lo que se sentía pero ahora que lo siento de nuevo recuerdo con gran facilidad la última vez que estuve así, viene a mi mente ese 21 en que la perdí, una de las personas que más amaba, seguiré amando y admiraba en el mundo, no comparo el dolor porque son muy distintos pero efectivamente mi reacción fue la misma, quizá porque ambos golpes habían sido previamente avisados pero en ninguna de las ocasiones pensé que realmente fuera a suceder, esperé tanto estos acontecimientos y temí tanto su llegada que el día en que pasó todo quedé tan sorpendida que simplemente puedo definirlo como un estado de shock. En cuanto la perdí mi corazón se detuvo, el mundo dejó de girar, el tiempo se paró y me vi de pie en ese momento tan temido, ella se había ido, tanto me habían advertido ese día y tan poco lo creí que cuando pasó me cayó como un balde de agua fría en la cabeza, los días siguientes me vi tan fuerte que jamás hubiese imaginado que podía retener tantos gritos y lágrimas, mi interior estaba desconcertado como si todo en el se hubiese detenido y hubiese desarrollado un sub-nivel de emociones, debajo de ese nivel principal que yacía paralizado se encontraba un nivel hundido en dolor y llanto, aún recuerdo el inmenso vacío que esa despedida me causó, inmediatamente saqué fuerzas que sólo me pudo dar un ser superior, a pesar del dolor que sentí fui más fuerte que nunca y sobreviví al día más difícil y gris de mi vida y hasta el día de hoy no puedo compararlo a ningún otro dolor, perdí a alguien que amaba pero también perdí una parte de mí. Sin embargo, me quedaron sus recuerdos y la armadura que me puse para evitar un dolor al menos parecido, ese 31 sentí el mismo shock de ese día, el vacío y la sensación de caída, eran dolores y situaciones tan incomparables pero ambos me lanzaron al vacío, un vacío muy interno porque en el exterior asumí la posición del soldado invencible al que le disparan, cae y se levanta con mayor impulso.. Ese 31 alguien más se fue de mi vida y para mí ese día quedé en blanco, ese fue un día cero porque nada demostraba, fue un día en pausa total de mis sentidos, un día sin latidos, un día con el corazón en pausa y el dolor anestesiado. Ese fue el día cero, el día que comenzó lo que terminaba...

Mi vida sin él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora