Empezemos esta historia.
Mi nombre es David, vivo es un pequeño pueblo lejos de la ciudad, aquí no hay más que enormes montañas. Aquí en Nowasp como se llama mi pueblo, hay algo que nos caracteriza mas que en ningún otro lugar y eso es la música, y aclarando de una vez por todas a mi me encanta, me fascina, sin embargo no es un don que posea.En fin hablemos más de mi, tengo una mejor amiga la cual se llama Jessica, para abreviar yo la llamo jess. Ella y yo nos conocemos desde que nacimos, prácticamente somos vecinos y a pesar de que su casa esta a 1 km de la mía, es la mas próxima, ya que como mencione anteriormente, vivo en un pueblo pequeño. Siempre eh estado enamorado de ella y en mi último año de escuela preparatoria planee declararle mi amor, sin embargo todo cambio con la llegada de Diana.
Diana es el nombre de mis problemas, pero tambien es el nombre de mis ideas, mis mejores momentos y mis motivaciones últimamente. Diana es una hermosa chica que llego a vivir a mi casa hace unos días, y no es un familiar exactamente ni menos, es la hija de el mejor amigo de mi padre. Yo no se mucho al respecto pero mi padre y el padre de Diana se conocían de muchos años algo así como Jess y yo. El dia que llego Diana no fue el más feliz y no precisamente por que no me agrade mucho, si no la forma en que entro en mi vida. Era una tarde de julio como cualquier otro, sin embargo el dia era lluvioso, hecho que yo detesto por que al salir de la escuela, el camino a casa es inhumano, 2 horas en transporte público y 30 minutos a pie solamente. De camino a casa encontré a una chica que estaba mojada, probablemente llevaba ya un tiempo ahi parada, llevaba unos papeles en la mano que al parecer no tenían buena pinta, intente hablar con ella pero no respondió, me moleste un poco y me marche sin poder hacerla hablar, pero por instinto humanitario le deje mi paraguas para que se cubriera. Llegue a casa mal humorado, tome una ducha y ya cambiado entre a mi cuarto y tome mi instrumento de música más preciado, el teclado que Jess me regalo en mi cumpleaños número 13, estaba a punto de tocar, cuando escucho gritar a mi padre -David rápido trae toallas secas-, no pregunte y baje con las toallas, cual fue mi sorpresa ver en la entrada de la casa a esa chica que me tope antes, y aunque parecía imposible estaba más mojada que cuando la vi en el camino, le dije a mi padre -quien es ella-, el respondió -Diana, se llama Diana-. Entre tanta confusión y al ver a Diana caer al piso como si de una hoja de árbol se tratase solo pude escucharla susurrar -odio la música-.
