Cathedral Of Sadness | Yoonmin

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[Desire]

Se sumergió en la pista de baile, bañándose en el sudor de los jóvenes y el falso humo, esquivando los golpes que pudiera recibir. Se paró frente al muchacho, con el semblante serio analizando cada uno de sus movimientos al compás de la música. Le devolvía la mirada, provocándolo, tentándolo para que lo arrastrase del ebrio tumulto. El mayor lo asió de la muñeca con demasiada fuerza, cruzando el lugar a paso decidido hasta el baño.

Pateó la puerta echando el pestillo, apoyando al menor contra la superficie. Acarició su cabellera teñida compensando su falta de delicadeza al llevarlo hasta ahí. Observó sus pupilas dilatadas por el efecto de alguna droga.

—¿Quién soy?— le preguntó con miedo al poder ser confundido con otra persona—. ¿Quién soy, Jimin?

—Min Yoongi— respondió con una risa nerviosa—. Min Yoongi— repitió susurrando contra su oreja antes de lamerle sin pudor el lóbulo.

—¿Es verdad lo que dicen?— inclinó la cabeza para que se recrease con su cuello—. ¿Que te has enamorado del psicótico?

—Es verdad— afirmó sonrojándose desviando la vista. No era capaz de enfrentarlo en un momento así—. Tú no eres psicótico.

—No me conoces. ¡No me conoces!— exclamó pegando sus frentes—. No sabes absolutamente nada de mí. ¿Te crees que me merezco que alguien como tú se fije en mí? La respuesta es no— se giró revolviéndose el pelo—. Jimin, por favor, mantente alejado de mí. No puedo dañarte, no me lo perdonaría jamás. No puedo lanzarte conmigo a un vacío cuando te quiero.

—¿Te crees que me importa? Tú no puedes poner una barrera a mis sentimientos.

En la décima de segundo que Yoongi decidía una contestación, sintió unos labios abriéndose espacio entre los suyos. Despistándose en aquel estado de placer, siendo incapaz de enviar una orden a sus músculos, acabó consintiendo a Jimin y a su boca voraz, insaciable. Sus oídos ignoraban la música ensordecedora, los gruñidos de una pareja teniendo sexo sobre la taza del váter contiguo a ellos. Se frotaban sin percatarse de lo que hacían, intercambiando demasiada saliva como para que el puro y casto amor fuera el causante.

Un pinchazo de culpabilidad se inyectó en el abdomen del mayor, ascendiendo la sensación por la garganta para escaparse como un quejido. Sus ojos se tornaron vidriosos, llovizna colgando de sus pestañas, la pena abriéndose paso por sus venas y contaminando el beso hasta cambiar el dulce por el amargo. No debía estar haciendo eso, debía mantenerse fijado a lo racional y permitir que el muchacho fuera feliz. Él no era quién para infligir mal a los demás, él sólo era alguien para recibirlo.

—Déjame— ordenó separando a Jimin de su cuerpo—. No debería haberme sentido tentado a verte después de lo que me dijeron. No debería haberme internado en tu noche de diversión para transformarla en aversión a mi persona.

—Yoongi, ¿por qué no me crees?— consiguió pronunciar con interrupciones de sus pensamientos—. ¿Tanto te cuesta asimilar mis sentimientos?

—Es que...eres tan perfecto que pareces una ilusión— admitió rozando su mejilla.

—Piensas que eres el único con problemas al verte desbordado por los tuyos, pero créeme, en el fondo todos estamos muertos— se mordió el labio húmedo antes de salir del baño sin rumbo establecido.

Las palabras del pelirrojo causaron una contusión emocional en Yoongi, quien se sentó en la taza frente a las pintadas de la madera con nombres y números telefónicos, cavilando sobre el mensaje que aquel que tanto quería le había dejado. Sólo de imaginar que sobrellevaba una carga similar a la suya se le erizaba el vello, aterrándolo.

Él era su única razón de existencia, su único vínculo a la vida. Si Jimin padecía, él padecía; si Jimin estaba dolido, él tendría mayor dolor; si Jimin lloraba, él se deshidrataría. Con la mera idea fugaz de que su arnés se estaba desgastando, las ganas de saltar al vacío crecían junto a su pesadumbre.

*****

Probablemente wattpad decida trollearme una vez más y quitarme los guiones de diálogo por los guiones de palabras compuestas. Perdonadme si ocurre, no tengo todavía ordenador para arreglarlo.

¿Si os digo que se me había olvidado la existencia de este ff me creéis? Soy muy tonta de verdad, pero es que acabo de empezar la universidad y he estado muy liada. Sorry.

Espero que os haya gustado este escueto capitulillo.

Un saludo,

Thalia.