Capítulo 4

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Le había contado todo a Chris, su amigo ahora también formaba parte del asunto. Ahora estaba adentro.

El pelinegro solamente se había limitado a asentir y a decir que él se encargaría de eso. Se había desahogado, no sabía cómo tomarlo. Si como algo bueno por haber compartido sus sentimientos, o como algo malo por el mensaje que venía en la caja principalmente. Pero estaba segura de que el suceso anterior le había dado un poco de paz interior.

Pero eso no iba a durar por siempre

Su necesidad  de un poco de aire fresco la impulso a salir a correr, lo que provoco que se encontrara en un sendero largo y silencioso. Lo cual logro ponerla nerviosa, sin embargo trato de apaciguar su miedo corriendo más rápido.

Los árboles se movían al ritmo del viento, a un lado y a otro. Comenzaron a sincronizarse, parecían indicarle algo

—Dios esto del asunto del asesinato me hace tener alucinaciones —soltó una risita irónica— Ya hasta hablo sola

***

Christine estaba por llegar, su compañera se había encargado de recordarle sobre el postre prometido, por lo cual Carter se encontraba dándole los últimos toques al pastel.

El timbre sonó, justo a tiempo.

La puerta se abrió dejando ver a su cómplice de travesuras muy extrañada.

—Desde cuando el pomo de la puerta esta así —pregunto abriendo y cerrando la puerta como si esto cambiara el estado actual de la perilla

—Desde tu sabes... —contesto indirectamente sobre la muerte de su madre

—Nicole —replico ella con tono de reproche— esto es peligroso podía pasarte lo mismo a ti

—Nada de esta casa va a cambiar si con eso puedo hacer que esta casa se sienta como cuando ella estaba viva —dijo con voz cansada

La rubia cambio drásticamente de tema para concentrarse en el pastel que desprendía un agradable aroma desde el comedor. Sin embargo, comerlo en ese instante no está en los planes de su mejor amiga; lo cual fue demostrado al escuchar un suspiro de frustración de la boca de ella.

—He olvidado las fresas, así que no puedo terminarlo... —se quejó dándose un golpe en la frente, de pronto surgió una sonrisa que si los asesinos de años antes hubieran visto la mueca que se formó en los labios de morena se hubieran sentido orgullosos— pero... ¿No crees que podrías contarme lo que averiguaste?

—No pequeña, el trato era tú haces pastel, yo hablo —frunció el ceño negando con la cabeza a su vez— así que no pastel, no información

No le quedó más remedio que resignarse y tratar de contenerse de ahorcar a su compañera, además de traer las dichosas fresas para decorar y hacer el jarabe deseado por esta. Tomo su cartera dejando el cuchillo a un lado del postre listo para ser cortado y comenzó a moverse a la salida.

— ¿Vienes? —pregunto revistando el dinero con el que contaba su cartera

—No, yo vigilare a esta belleza —comento poniéndose en posición de ataque hacia el bocadillo

—Como quieras tigre ya regreso, solo ve preparándome lo que me vas a dar de información

—Ohh —dijo la rubia segura— cuando regreses claro que te vas a sorprender

***

Las respiraciones se habían vuelto superficiales, rápidas y sin sentido. Sus ojos se habían vuelto más oscuros todo se había vuelto más terrorífico

***

Nicole podía presentir que algo malo había pasado en su casa, pero no sabía que era; pero estaba segura de que podía comenzar a temer por la vida de su amiga.

A una cuadra de llegar tan fue su ansiedad que tuvo que comenzar a correr, llego y de una fuerte patada abrió la puerta, no le quedó más remedio que soltarse a llorar en medio de la agitación, y soltar las fresas. Le temblaron las piernas.

Christine estaba muerta.

Una cortada yacía sobre el ahora abierto estomago de Christine... pero ¿Dónde había quedado el arma homicida?

Con sumo cuidado y con extremada cautela, comenzó a recorrer loa pequeña casa donde ahora se habían cometido dos asesinatos delas personas más importantes en la vida de Carter en la anteriores décadas.

Llego a la cocina y en ese momento le dieron ganas de vomitar, el pastel se encontraba bañado en sangre de su amiga muerta. Había una nota.

"Sabes me gustan las fresas pero yo prefiero la sangre fresca"

No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora