Capítulo 2

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Después de largas semanas llenas de cansancio y confusión, Nicole había encontrado una prueba que podría ser realmente útil para el seguimiento del homicidio. Una pequeña llama de esperanza se encendió en ella. 

Pauso la cinta y la repito, las mismas palabras agonizantes y temerosas salieron del pequeño aparato metálico, Nicole frunció el ceño al notar que no había ningún sonido de fondo. Pauso y volvió a repetir... nada

Dejo que corriera todo, pero escucho lo que menos quería escuchar... era su madre gritando y llorando. La mujer de fachada fuerte y valiente que aún quedaban recuerdos de ella en su mente comenzó a desvanecerse conforme avanzaba la cinta.

Su madre había sufrido durante su muerte, su asesino no se conformó con quitarle la vida sino también quería verla sufrir; pero su dolor era compartido pues una parte de él se quedó con Nicole.

Necesitaba examinar la grabadora, talvez podría encontrar las huellas dactilares de quien había hecho la grabación. Recordó el mensaje de la nota, talvez no era una broma.

De pronto un pensamiento invadió la mente de Nicole y un escalofrió la asaltó de pies a cabeza.

— Joder, si eso trae la grabadora... ¿Qué carajos dice el libro?

Tenía que llevar la prueba a examinar, pero no podía dejar que cualquier persona tocara y oyera la cinta. Solo una persona podía y esa tenía un nombre: Christine Baker, una compañera de trabajo y su nueva mejor amiga, la rubia se había ganado su respeto y su cariño, a lo largo de los años en los que Nicole laboraba ahí.

Salió de su oficina con un paso apresurado y nervioso, entro al elevador y pulsó el botón que indicaba el último piso: el doce.

Espero ansiosamente mientras la caja eléctrica la llevaba hasta su destino, salió de paso apresurado y suspiró... odiaba los elevadores; sentía como si se cerrara y las puertas se le vinieran encima, pero odiaba más tener que subir 9 pisos.

Christine se encontraba saliendo de su oficina en ese momento.

— ¡Carter! —chilló la rubia con alegría— Ya no tenías tiempo para mi ¿en dónde te habías metido?

— Baker ahora no... —Nicole movió la cabeza un poco seria, pero eso no evito que una pequeña sonrisa se asomara por su rostro— Necesito un favor...

— Claro, era de suponerse... solo me hablas cuando necesitas algo Carter rodo los ojos y sonrió— Necesito que salgamos más juntas, ¿Qué te parece al cine?

— Joder actúas como si fueras mi novia —mascullo la morena

— Uh, no me malinterpretes ,pero no eres mi tipo —dramatizo la rubia tomando un mecho de su larga cabellera lacia y formando una mueca de asco

Era su amiga, sí. Le tenía aprecio, sí. Pero a veces quería aventarla del último para que dejara de hablar, era exasperante.

— Entonces... ¿me ayudas?

— ¿Qué gano yo? —sonrió Baker

— ¿Qué quieres?

— ¿Qué ofreces?

— Te cocino un pastel de chocolate —le brillaron los ojos

— Okey... ¿Qué necesitas?

— Un análisis de huellas dactilares para una grabadora

— ¿Qué hay en la cinta?

"¿Por qué no puede dejar de hacer preguntas?" pensó exasperada Nicole

— Evidencia, no lo toques, luego te explico

— Nunca me dejas divertirme

Nicole comenzó a alejarse y entro de nuevo al elevador, pero indico el último piso esta vez... el estacionamiento. Tendría que irse, no podía decirle nada a Mills. Era un hombre de carácter impulsivo y trataría de averiguar el por su cuenta, no cual no le era conveniente a ella. Iría a su casa y vería que decía el libro.

***


Cuando llego a su casa fue directo a la caja, tomo el libro y fue a sentarse al sillón. El libro era un cuaderno de tapa dura y traía un pequeño separador. Un diario. Lo abrió en la primera página. Empezó a leer.


13 de marzo del 2013

Tener una madre muerta es doloroso, me carcome las entrañas, saber que mi mama jamás estará conmigo de nuevo, no podre abrazarla o decirle lo mucho que la quiero nunca más... y es frustrante... necesito de mi mamá. ¿Porque ella? ¿Porque no se murió alguien más?

Tengo una rabia incontenible dentro de mi ser, saber que las demás personas aun tienen a su progenitora viva. Y no peor, como la tratan.

No cabe duda que hay personas que no saben valorar lo que tienen y son unos completos imbéciles.

¿Cuantas personas, no sueñan con tener una familia completa?

Bueno, ahora me podre añadir a ese enome porcentaje de soñadores 

No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora