¿Qué te detiene?

III

   El objetivo era simple, juntar a esos dos y acabar con ese círculo en el que ambos giraban, persiguiendo al contrario pero sin alcanzarse.

   Foxy no le gustaba nada eso, bien quizá si fuese algo homofóbico, pero todo era culpa de ese estúpido de Freddy. Bonnie por otro lado siempre había mostrado una inclinación por las mujeres y que le gustará aunque fuese un poco ese chico era UNA excepción.

   Mangle por fin entendía la obsesión de Bon, ella era sumamente romántica, fuese entre dos hombres, dos mujeres o un hombre y una mujer, daba igual. ¡Todo era amor! Y se notaba que Bon amaba a ese chico, que no era la estúpida escusa de la guitarra y que en realidad el moreno sería perfectamente capaz de sacrificarse por el otro chico y eso... ¡Eso era TAN tierno!

   Y por eso estaba allí en esos momentos, espiando a esos dos mientras practicaban con sus guitarras, se notaba el tiempo juntos por la perfecta sincronía con la que tocaban, con la forma en la que incluso si eran dos tomadas distintas las hacían encajar como piezas de un rompecabezas. A veces cuando algo les salía especialmente bien hacían una pausa y se sentaban a escribir en el cuaderno las notas y movimientos. Tan juntos, con sus hombros rozándose y sus manos a punto de tocarse.

— ¡Aaaaargh! ¡Maldito desgraciado! —gruñó por lo bajo al ver que sabiendo de la cercanía y sintiéndose incómodo, Bon se alejo un poco, no demasiado y de forma en la que casi se vio natural. Casi.

— Hey, gruñona. No puedes forzarlos, por ahora sólo tu amiguito besa el suelo que pisa Bonnie, pero Bonnie no parece sentir lo mismo, o al menos no con la misma intensidad. —Mangle iba a decir algo cuando escucharon la voz de Bonnie.

— Y... —Empezó alargando la letra por varios segundos —. ¿Quién es la persona que amas? —Bon suspiró exasperado y Foxy junto a Mangle pusieron especial atención a la conversación.

— Ya hablamos de esto —respondió viéndose cansado y masajeando sus sienes, como pidiendo paciencia a cualquier Dios espectador.

— Y yo te dije que iba a seguir insistiendo, quiero ayudarte a estar con esa persona. La amas con demasiada pasión y si sigues enojado con él seguiré viéndote triste y eso no me gusta. —Bon se sonrojó ante la dulce carita del otro y desvió la mirada.

   "¿Cómo puede ser tan idiota?" pensaron Foxy y Mangle al unísono.

— Él y yo ya no estamos peleados, Bonnie, ya nos reconciliamos. —Bonnie sonrió con alegría y sus ojos parecieron brillar más que las mismas estrellas.

— ¿En serio? ¿Y te declaraste? —Bon tragó saliva y negó con la cabeza.

— Voy a golpearlo —dijo Mangle medio levantándose y subiendo sus mangas, Foxy la detuvo tirándola hacia abajo para que se escondiera.

— No hagas tonterías, nos van a descubrir. —Mangle aceptó a regañadientes y continuó mirando a la "pareja".

— Oh, deberías decirle lo que sientes. Como la enfermera dijo, si lo sigues ocultando te hará más daño. —Bon quería golpearse con un poste se levantó y estiró su cuerpo, para relajarse antes de responder.

— Se está haciendo tarde y mi padre se va a preocupar, mejor me voy. Nos vemos mañana. —Y así tomó su guitarra para comenzar a marcharse.

— ¿Hoy me llevo yo la libreta? —Bon no volteó a ver a su compañero, pero asintió con la cabeza.

— Te toca a ti. —Bonnie asintió y guardo la libreta entre sus cosas.

— Bien, voy yendo.

— Sí, nos vemos —respondió Bonnie sintiendo su corazón estrujarse ante la idea de que Bon se fuese, supuso que era porque quería seguir practicando, le gustaba su tiempo con el otro chico.