Cazadores de dignos

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Cazadores de dignos

Un día antes de ser arrastrado a todo esto, antes de alejarme de mi familia, de perder a mis amigos y experimentar por primera vez lo aterrador que puede llegar a ser estar al borde de la muerte, ese ultimo día sentí un miedo aun peor que temer por ti mismo... temí por la vida de aquellos a quienes amaba.

Retrocedí unos pasos, decir que estaba sorprendido era poco, por un momento creí estar alucinando y al otro todo tenía sentido. Trague saliva mientras trataba nuevamente de articular palabra. ¿Como le dices que lo diste por muerto un día antes? ¿Como te explicas a ti mismo que esa persona estuviera frente a ti?

— Me alegra mucho verte Leonen, —Hizo una pausa y sonrió mientras con la mano que sostenía la máscara hacia un movimiento en forma de saludo. —Aunque no tanto por el hecho de que estés en este lugar también.

Sentí mi garganta reseca por un momento, no estaba alucinando, era él.

— Surgen...—Di un paso al frente mientras guardaba mi arma tan rápido como podía. —No puedo creer que seas tú.

Cuando estuvo ya cerca Jadé me tomo del brazo y halo hacia atrás. Luego ella se coloco frente a mí y tenso la cuerda de su arco amenazando con dispararle, su reacción fue muy apresurada, apenas pude yo notar lo en serio que iba ella.

—¿Jadé?—Puse mi mano en su hombro, ella evito voltear en mi dirección. — No es un enemigo, no nos hará daño...

Dije tratando de tranquilizarla, era algo obvio que luego de las anteriores veinticuatro horas dejar que alguien desconocido se acercara no era lo más sensato.

—¿Como sabes que no lo es? — Hizo una pausa mientras tensaba aun más la cuerda de su arco. — En este lugar las cosas cambian Leonen, lo hemos visto de primera mano ya.

—Pero no todas, — Le interrumpí y mire a Surgen quien mantenía sus manos en alto. —nosotros estamos aquí, cree si te digo que podemos confiar en él.

Ya harto de solamente tener que observan mi amigo rompió el silencio mientras daba un paso más al frente.

—Debes escucharlo, linda. — Suspiro. —No puedo mentirles, menos si se tratase de Leonen. He hecho cosas de las que no me siento orgulloso en este lugar para sobrevivir, probablemente he jodido varias de esas promesas que me hice a mi mismo hace mucho tiempo y quizá si. —Ahora miro fijamente a Jadé. —Quizá merezca que dispares y acabes con todo esto para mí, de encontrarme en otra situación probablemente creo que lo aceptaría sin problemas.

—¿Entonces no importa si tiro la flecha?— Pregunto ella casi sarcásticamente, no entendía bien que era lo que estaba sucediendo. —¿Por qué no simplemente lo aceptas y ya?

Surgen sonrió y bajo sus manos lentamente hasta ajustarlas en los bolsillos de sus jeans.

—Porque no podría aceptar morir frente a mi hermano, — Comenzó a caminar hacia nosotros nuevamente. —No volveré a irme sin despedirme antes.

Ella finalmente al verlo junto a nosotros bajo el arma y retrocedió unos pasos. Estuve frente a mi hermano luego de haberlo dado por muerto... supongo que a esto podríamos llamarle sin ningún tipo de problemas un nuevo amanecer.

Cuando estuvo frente a mi le abrace, no recordaba la última vez que lo había hecho pero me parecía como si hubieran pasado años desde entonces.

— De todos los lugares donde pudiste haber estado, elijes aparecer en el más peligroso de ellos. —Dijo y luego me aparte de él.

— Si le comparamos con la cafetería del instituto quizá si sea peligroso. —Pero seguimos con vida, eso es lo importante.

—Apenas siguen con vida querrás decir, Leonen. —Por su manera de hablar sonaba prácticamente como si estuviera corrigiéndome.

Venganza - Gems Of Gods #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora