AtadurasLas sombras, de todas las criaturas del bosque serian sin lugar a duda las únicas de las que debíamos preocuparnos. Presencias oscuras e intangibles, frías, demoniacas; hacían presencia en la luz y se alimentaban de ella, te atacaban resaltando tus debilidades o simplemente hiriendo tu cuerpo. No había manera de herirlas, pero debía haber una manera de hacerlas desaparecer, yo lo sabia... Lo había visto antes.
Retrocedí un poco mientras mi cuerpo magullado y exhausto recibía la brutal sacudida del dolor, apreté los dientes evitado gritar, mis piernas ardieron, los brazos igual, un dolor punzante en cada centímetro de piel. El metal comenzó a abrirse paso, esta vez apareciendo desde el codo hasta la punta de los dedos, la sangre brillante relucía con el resplandor de las gemas, por un momento estuve a punto de perder la conciencia, tolerar aquel dolor en mi condición actual era algo casi imposible, pero no tenía opción más que aguantar. Al terminar de aparecer los guantes que ahora cubrían por completo manos y antebrazos sentí como el cansancio abandonaba mi cuerpo, de cabeza a pies, toda la fatiga desaparecía, hasta que caí de rodillas solo para incorporarme con nuevas energías.
El movimiento errático de las sombras ceso, sus caras huecas y sin facciones se deformaban mientras emitían sonidos inentengibles. Una de ellas avanzo tambaleándose mientras torcía el cuerpo, el ente despedía aquel brillo oscuro, la luz negra apenas visible en la noche.
Tome el arma con la mano derecha, dedo por dedo, era una sensación nueva para mi. Me sentía seguro de lo que podía llegar a hacer para defender a las personas a mi espalda, la silueta apareció justo frente a mi rostro, levanto aquella extraña mano lentamente mientras un aliento gélido rebotó en mi. Sus garras bajaron, su cuerpo volvió a girar, aquel ser se alejo ignorando por completo mi presencia.
Volví la vista hacia ella, me dejo a mi pero se acercaba cada vez más rápido a Surgen y Jade. El frío a mi alrededor aumento, las sombras pasaron cerca en carrera teniendo todas el mismo objetivo, mis amigos.
—¡Surgen! —Grite tan fuerte como pude.—¡Hazlo ahora, van hacia ti!
El se paro firme justo frente a Jade, me escucho, estaba seguro de ello, pero no parecía tener intensión de hacerme caso.
Maldición
Un reflejo me hizo tomar con firmeza el arma sin saber exactamente que estaba haciendo. Ataque a una de ellas, seguidamente escuche un chillido agudo y vi un débil resplandor blanquecino, la sombra desapareció, pude herirla.
Me lance en carrera cortando con mi espada los cuerpos fantasmagóricos, cada vez que lo hacia el frío parecía disminuir, las sombras voltearon en mi dirección y redireccionaron su ataque, fui más rápido de lo que podía incluso creerlo, una tras una caían dejando tras de si una estela de luz que iluminaba el área en donde estábamos. Gire y corte varias de ellas, solo quedaba una, la primera, se aproximo con lentitud, yo me detuve, volvíamos a estar frente a frente, pero ahora no parecía hacer otra cosa sino examinarme.
—Tú...—aquella voz de ultratumba.— asesi...
Clave mi espada en su pecho y la empuje hacia abajo. La sombra se esfumo, todas lo habían hecho. Surgen me observo fijo, estupefacto, entendí el porque, yo también lo estaba.
Una vez junto a ellos pude sonreír algo más tranquilo, Jade me miro y las gemas perdieron su efecto. Inmediatamente sentí caer una tonelada de plomo sobre mi espalda, el acero negro comenzó a cavar en la piel hasta desaparecer, las piernas no me respondieron más, las manos me temblaron, incluso mi mente estallo, los párpados pesaron una vez en el suelo, solo alcance a escuchar a mi hermano hablar una vez:
—¡Leonen! Levantate.
Luego perdí por completo la conciencia.
Al abrirlos una voz familiar me recibió de vuelta a la realidad.
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Venganza - Gems Of Gods #2
Paranormal(Leer antes #1) Luego de sobrevivir apenas a su primera noche en el bosque Leonen y Jade dan con una luz de esperanza en el camino. El sendero se torna siniestro, y las cosas más peligrosas de lo que nunca pudieron haber imaginado. No tardaron mucho...