Elecciones del corazón

III

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi, a Naoyuki Kageyama y a Kamishiro Tsutomu. :3 

Mil años después y actualización x'D es que me meto en otras cosas y así, lo siento >-< 

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"Destino: Esa fuerza que pone cada cosa en su lugar, perfectamente en el lugar que le corresponde".

Después de quedarme fuera de mi casa suspirando por la persona que se acababa de marchar entré a mi casa, estaba feliz en cierto modo, había conocido a una persona especial, bueno, así lo sentía yo, era especial, me gustaba el hecho de haberlo conocido, sin embargo, también estaba algo triste de pensar que tal vez no podría volver a verlo, ¿qué iba a hacer alguien como él junto a un adolescente como yo?

—Judai, llegas tarde -Mencionó mi madre mirándome con el ceño fruncido.

—Lo siento ma -Sonreí nerviosamente al ver su expresión.

—¿En dónde andabas? -Cuestionó poniendo una cara de miedo.

—Me... encontré con Sho de casualidad y mientras platicábamos se me fue el tiempo -Mencioné relatándole una parte de mi tarde, ella no tenía por qué saber de la segunda.

—Oh con Sho, tengo tanto tiempo sin verlo -Mencionó cambiando totalmente su semblante sonriéndome cálidamente, si mi madre adoraba a mi pequeño amigo, mi madre y su madre eran muy buenas amigas en la universidad así que para mi madre Sho era como un hijo, ¿no te mencionó cómo está Hiyo? -Cuestionó sonriéndome, ese era el nombre de la madre de Sho.

—Sí, recuerdo que en algún momento me habló de ella y me dijo que estaba bien y que te extrañaba, que sentía mucho que el haberse mudado de vecindario las hubiera alejado un poco -Respondí sonriéndole.

—Yo también la extraño, un día de estos tendré que visitarla -Su cara se afligió al mencionarlo, realmente ellas eran cercanas, para mi madre Hiyo-san más que una amiga era como su hermana.

—Claro, con gusto te acompañaré -Mencioné sonriéndole.

—Bien -Sonrió al escucharme -Ahora es mejor que vayamos a cenar tu padre tardará en llegar -Mencionó frunciendo el ceño.

—Sí, está bien -Respondí sonriendo -Solo iré a dejar mis cosas, a cambiarme y bajo.

—De acuerdo, no te tardes -Después de decir eso se dirigió a la cocina mientras yo subía las escaleras hacía mi habitación tratando de ordenar mis pensamientos.

—Judai, será mejor que no te ilusiones, será difícil volver a verlo -Mencioné para mí mismo.

Al llegar a mi habitación me tumbé entre las almohadas de mi cama ocultando mi rostro entre ellas, solo podía pensar en Jim, solo podía pensar en su sonrisa, ¿acaso existía el amor a primera vista?, pues si existía era eso lo que había experimentado y la verdad era que me gustaba la sensación, pero junto a esos sentimientos siempre llegaban situaciones no tan buenas, el hecho no saber si podría volver a verlo era lo que apretaba con fuerza mi pobre corazón.

Después de mucho rato de pensar y no llegar a un lugar, solo provocar que Jim se cansara de dar vueltas en mi cabeza, me dispuse a cambiarme, tenía que bajar a cenar y después subir a comenzar mis labores de la escuela.