Era de día. La luz de un sol que brillaba en todo su esplendor traspasaba sin despeinarse la cortina de la habitación. Estas temblaban al son de una corriente casi imperceptible. Todo era silencio, todo menos dos respiraciones acompasadas y rítmicas.
El gallo metafórico cacareó en la cabeza de Soul. "¿Ya es de día?", fue lo primero que pensó cuando el haz de luz se le clavó en la retina. Eso y un "ay, joder".
Bostezó y le dio la espalda a la ventana. Pero, un momento, algo no cuadra. La ventana de su cuarto está al otro lado...
En menos de un segundo abrió los ojos de par en par, para encontrarse con una Maka despeinada y profundamente dormida a dos dedos de distancia de su nariz. Aquel era el cuarto de su técnico. Su cama. Sus sábanas.
En un acto reflejo se echó hacia atrás, con la expresión desfigurada. Ellos... ayer... el beso... ¿acaso hubo... algo más?
— ¡Ah! —gritó por la idea, quizá de emoción, quizá de arrepentimiento.
— ¡Ah! ¡Joder! —Maka le miraba aturdida ahora desde el suelo, tras haber rodado cama abajo del susto.
— ¡Joder! —repitió Soul, con el corazón latiéndole en la boca, persistente. Ya había metido lo que no son las narices donde no le convenía.
— ¿¡Qué pasa!? — la técnico se había echado la mano a la cabeza. Menuda forma de dar los buenos días. Se sentó en el colchón, pero Soul se seguía alejando de ella—. ¿Qué haces...?
Y entonces, solo entonces, se dio cuenta de lo que aquel chico con el que había dormido (solo dormido) esa noche estaba pensando...
—¿Hemos tenid-
—¡¡NO HEMOS HECHO NADA, SALIDO!! —Le gritó Maka, roja como la grana; cuando se tranquilizó, logró refrescarle la memoria—... Te dormiste en mi cama, y cuando fui a despertarte, tiraste de mí y te me pegaste como una lapa... No me quedé porque quisiera. Estabas hablando en sueños y...
Al chico le regresó aquel extraño sueño en cuanto Maka mencionó toda la aventura nocturna. El libro-manga, la chica, las páginas mágicas...
<< Soul, Maka te quiere >>.
La niña, Sira, ella había dicho esas palabras. Pero aquello fue producto de su imaginación, había sido solo un sueño... Pero ¿acaso los sueños no revelan a veces las inquietudes de las personas?
¿Acaso su propio subconsciente le estaba animando a luchar por la chica que quería?
—Soul —la chica que quería interrumpió la nube de dudas—, gracias otra vez por lo de ayer. Sé que... —tragó saliva—, todo esto es muy raro. Lo siento. Hoy preparo yo el desayuno, ¿vale? —Y una sonrisilla se plantó en sus labios.
—Por mí bien —dijo, desviando la mirada y recostándose, tratando de quitarle tensión a la cosa.
Así que marchó a la cocina. Él se quedó un momento más consigo mismo. ¿Acaso no podían tener una mañana tranquila, como todas las demás? Todo estaba siendo muy raro. Besos, abrazos, noches juntos...
Solo por un momento imaginó cómo habría sido si... Maka y él hubieran...
Y de repente fueron dos en la habitación.
*
El olor a huevos con bacon inundaba el pequeño piso. Ese olor y...
—Agh, hueles a perro muerto —dijo Maka apenas tragar su bocado.
Soul olisqueó el aire, y poco a poco agachó la cabeza hacia su axila... Uf.
—Pues no decías eso mientras te abrazaba.
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¡Sira! -El nombre del amor-
RomanceTodos saben que Soul está coladito por Maka, pero ella es una novata en esto del amor, y quién mejor que él para ayudarla... ¡En su relación con Death the Kid! Pero el arma no estará solo para afrontar semejante panorama, sino que una nueva compañía...