Capítulo 2

11 0 0
                                    

Danny espera pacientemente a Doña Seidy de Aragon tras una esquina, cuando de pronto la ve pasar, la detiene tomándola del brazo.

- Doña Seidy no debería usted ir sola por las calles con tanto hombre aprovechado que hay en este barrio-Dice tratando de parecer preocupado por la integridad física de la mujer.

-Bueno, pues gracias al cielo usted está aquí, Danny-dice con una sonrisa algo sugerente- puede defenderme de ellos-respondió doña Seidy.

Y tomándole del brazo continuaron su camino a la tienda de vestidos y trajes de la ciudad, mientras tanto, la dulce Majo caminaba junto a Mauro por la calle rumbo a la escuela.

La colonia del joven entraba por la nariz de Majo y la hacía suspirar internamente, dado momento debian cruzar una calle muy transitada de automóviles y, Mauro como todo un caballero tomo la mano de la chica, acto que desató el interés y la atracción que Majo sentía por él, dándole una pequeña descarga a ambos que lo hicieron separarse a regañadientes.

Al llegar a la escuela, la muchacha lo presentó a sus amigas, Mary Smith, Francis Doguert y Elisa Rogers, quienes quedaron fascinadas con la belleza de Mauro, la cual era asimilada así, por sus rasgos poco comunes en esa área de Europa, cosa que hizo sentir una pequeña chispa de celos por primera vez en su vida a la chica. Mauro minutos después conoce a un chico de Irlanda del Norte, llamado Osky, el cual rapidamente congenia con él y hacen una buena amistad.

Semanas después estaban Osky y Mauro conversando, cuando de pronto el irlandés se pone serio

-Oye Mauro, perdón por lo que te diré pero he notado cierta...-se detuvo buscando una palabra adecuada para la situación-atracción de ti hacia Majo y...ella no parece que le seas indiferente, viejo.

-Yo...sí, tienes...tienes razón-admite tratando de quitar el sonrojo de sus mejillas.

-Pienso que deberías decirle-le aconseja.

-Tengo...miedo-dice avergonzado-no quiero que me rechace.

-Entonces....no sé, hazle una carta-dice el chico encogiéndose de hombros.

Así lo hicieron, entre Mauro y Osky elaboraron una carta que plasmaba las inseguridades del castaño al igual que los sentimientos que había desarrollado por la rubia y por último una invitación.

Llegada la tarde en la casa de los Canterberry, Mauro deslizando la carta debajo de la puerta de la habitación de la muchacha, le dio dos toquidos a ella para llamar su atencion, Majo abrió pero no vio a nadie, por lo que volteó a los lados para después bajar su mirada al piso dándose cuenta de la carta, extrañada cierra la puerta nuevamente,se recuesta en su cama y procede a leerla.

-Mi muy querida Majo:

He decidido escribirte esta carta, puesto que no me atrevo a decírtelo de frente ya que, me moriría de nervios si lo hago en persona, quería decirte que tienes unos hermosos ojos que, desde que llegué aquí, me alumbraron cada mañana, me hacían soñar despierto de solo verlos, tu risa tan melodiosa, tu voz dulce, tu tierna sonrisa, han hecho latir a mi corazón de una manera inusual, debo confesarte que estoy enamorado de ti Majo, desearía que me permitieses hacerme el honor de aceptar mi invitación a un día de campo en la colina, espero tu respuesta.

Siempre tuyo

Mauro.

Los Misteriosos Sentimientos del Corazon de Maria Jose de CanterberryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora