Annabel Blackthorn

El teatro

Después de unos minutos, quedó decidido que la hora mencionada en la nota sería medianoche. Jace seguía sin estar de acuerdo, ya que lo lógico sería pensar eso, y que podía ser una trampa, pero Julian creía que esa era una pista verdadera, que Annabel quería darles una oportunidad de rescatarlas, de rescatar a Emma.

Ahora quedaba discutir dónde.

-Yo creo- comenzó Livvy- que el lugar es el Teatro Midnight. ¿No es SU lugar?

-También podría ser la Convergencia aportó Ty-. Yo estaría interesado en el lugar en el que me resucitaron.

-Pero la convergencia, está apuntada como lugar de exploración de la Clave, mientras que el Teatro no.

-No creo que sea la Convergencia. Es el lugar donde murió Malcolm.

-Entonces el teatro.

Decidido, pensó Julian, esa noche a las 12 en el Teatro.

Clary despertó. Estaba en una celda.
¿Qué había pasado? Esa misma mañana había estado cazando un rapiñador con Simon. O al menos creía que fue esa mañana.

A su lado estaba Isabelle, con los ojos abiertos.

-Izzy, ¿qué pasó?

-Alguien nos secuestró a nosotras y a Emma.

-¿Emma?¿Emma Carstairs?

-¿Cuántas Emmas conoces?

-Me duele la cabeza.

-Eso te pasará. No es nada.

-¿Charlando?

Una voz a sus espaldas. En la puerta de la celda se hallaba Lilith. Tenía el aspecto de Sabrina. Y tenía una expresión burlona en la cara.

-Tu- la cara de Clary y la de Isabelle ardían de furia.

-¡Creaste a los repudiados!

-¡Ligaste a Jace a Sebastian!

-¡Por tu culpa Simon perdió la memoria!

Las dos chicas estallaron a la vez.

-Mmm, me gustaría presumir de que hice eso último, pero fue Asmodeo.

-Tú le diste tu sangre a Valentine para Sebastian, y el nos encerró en Edom.

-Como sea. No estoy aquí para presumir de todos mis logros, aunque me gusta.

-¿Qué quieres?

-Información.- respondió una segunda voz desconocida.

-¿Quién eres?- preguntó Clary.

-Yo hago las preguntas aquí. Quiero saber sobre Jonathan Herondale y Simon Lewis.

-No vamos a decir nada.

-No les conviene.

-¿Por qué?

-¿Simon es el parabatai de cual de las dos?

-De Isabelle-respondió Clary.

-Muestrame el brazo- ordenó la desconocida a Clary.

Clary ocultó su brazo por detrás de su espalda.

-No tengo por qué.

-Yo creo que sí, si no quieres que les haga daño a todos tus seres queridos. Muestra el brazo.

Clary sacó el brazo. La desconocida lo tomó y lo examinó. En el estaban solo las runas que tendría cualquier cazador de sombras: Videncia, fuerza, gracia, agilidad y silencio. Ninguna runa de Parabatai que delatara la mentira de Clary.

-Me voy. No te creo. Ya lo voy a demostrar. Ah, y por cierto, me llevo tu estela.

Le sacó de la mano la estela a Clary.
Cuando se fueron, Isabelle le preguntó a Clary:

-¿Qué hiciste?

-Un glamour de runas.

A las 11 de la noche, Jace se hallaba de lo más nervioso. Quería encontrar a Clary. Y también a Isabelle. ¿Para qué las habrían secuestrado?

-Jace- la voz de Alec le hizo volver a la realidad.

-¿Qué?

-Debemos buscar armas. Julian nos iba a mostrar la sala de armas.

-Ah, sí.

Ya en la sala de armas, Jace busca cuchillos arrojadizos. Tenía habilidad para eso. Mientras tanto, Julian discutía con sus hermanos.

-Tavvy y Dru no van a venir- dijo Julian en tono firme

-Quiero ir. Participé en la pelea contra Malcolm- dijo Dru.

-Peor sabíamos a lo que nos enfrentábamos, no como ahora.

-Pero ustedes participaron en la Guerra Oscura con doce. Yo tengo trece.

-Buen punto- añadió Jace.

-Bien, Dru viene, pero Tavvy no.

-Voy a ir. Soy importante. Yo les dije que Lady Midnight era la que había secuestrado a las chicas, y ellas me interesan tanto como a ustedes.

Lo dudo, pensó Jace, nadie extrañaba tanto a Clary como el.

-Déjalo, si quiere- intervino Ty.

-Esta bien, vienen todos. Ahora vamos.

El viaje fue silencioso. Doce menos cuarto ha estaban allí. El teatro estaba tan sucio como siempre. Allí había bailado con Emma, recordó. Para evitar ese recuerdo, se centró en el lugar.

Estaba demasiado oscuro. Más que la última vez.

Cuando el reloj exterior dio las doce, una horda de demonios surgidos de la nada se abalanzaron sobre ellos.