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Abro los ojos un poco aturdida y con un dolor punzante en la cabeza, me remuevo en la cama abro los ojos un poco aturdida por la situación, esta no es mi habitación ni mucho menos mi casa, miro por la ventana abierta y veo la ciudad en su completo esplendor , suspiro recordando la noche anterior y la vergüenza que pasé 

- Dios como me pude desmayar 

Busco mis zapatillas por la habitación y mi bolso salgo por la puerta en silencio rezando por que no haya nadie, recorro el pasillo hasta llegar a la cocina y ver a Nairo de espaldas preparando algo, aún no me ha visto por lo cual me dirijo hacia la puerta pero su voz me detiene

- Sabes que es de mala educación irse sin despedirse? 

- Lo siento, es que no puedo de la vergüenza- cojo la taza que me extiende y me siento en una de las sillas de la isla de la cocina

- Como te encuentras? 

- Mejor, gracias por todo - le doy un sorbo al café muy azucarado un poco intimidada por su mirada - buscas algo? 

-   Nada, sólo miraba si tenías alguna herida, pero ningún rasguño tienes

- Tampoco me di tan fuerte, creo 

- Desde mi perspectiva si 

Le doy otro sorbo este más largo que el anterior todo para poder acabarlo y así poder irme, los dos nos quedamos en silencio el mirándome y yo bebiendo café 

- Bueno, gracias por todo pero es hora de que me vaya 

- Te llevo, tengo que hacer unos recados, espera que me visto 

Desaparece por el pasillo con rapidez antes de que pueda protestar, miro el piso de un lado a otro la verdad es que la decoración es muy masculina, un estilo rústico industrial con mucha iluminación gracias al grand ventanal, me acerco a la estantería  a un lado del ventanal, libros de cocina, entre otros que no me paro en mirar de que son hasta que llego a una foto en la que aparecen una niña de unos 4 años y un niño un poco más mayor que ella

Inconscientemente cojo el marco y acaricio la mejilla de la pequeña, la miro de cerca y es muy bonita con sus ojos verdes y la nariz llenas de pecas, también me fijo en el niño y me doy cuenta que este es Nairo esos ojos de un verde claro igual que los de ella

- Estas lista? - me sobresalto y dejo la foto donde estaba me giro y le veo con unas llaves en la mano, cuanto tiempo habrá estado allí? 

Asiento con la cabeza y salimos por la puerta sin antes darme la vuelta y echar un último vistazo a la fotografía. 


El trayecto hasta mi casa es bastante silencioso, pero se siente bien, tener unos minutos de paz con una persona del  sexo opuesto sin pensar que podría hacerme daño es gratificante, poco a poco voy reconociendo las casas de los vecinos hasta llegar a la mía

- Llegamos, te veo mañana ? 

- Si, hasta mañana

Con mucho pesar entro en mi casa que por lo que se ve está completamente vacía, me giro una última vez hacia Nairo y con una mirada de temor me despido de el.  



Expiro el humo por la boca saboreando el sabor agrio del cigarro, el ultimo cigarrillo de esta noche, al llegar a casa me duché sin prisa alguna y al salir de ella vi todas las cicatrices en mi abdomen y espalda, pero una de las cicatrices me pareció muy extraña

Era profunda con un corte en forma de x debajo de mi pecho,  no recuerdo haberme echo esa cicatriz ni tampoco a mi padre.

La casa estuvo en silencio por varias horas,  mi madre desaparecida como de costumbre y mi padre trabajando, miro la hora y asustada me doy cuenta de que el vendrá en unos minutos recojo todos los cigarrillos y cierro la puerta e intento relajarme pero me es imposible, el pensar en que subirá a mi habitación me desnudará y sera otra de mis tantas pesadillas es una de las tantas cosas que nunca podré acostumbrarme. 

A los minutos la puerta de la entrada se abre con brusquedad y oigo como torpemente sube las escaleras dirección a mi habitación, la abre con brusquedad y las lágrimas salen por si solas, retrocedo unos pasos y me quedo quieta apoyada en la pared, con los ojos cerrados con la mayor fuerza posible 

El sonríe con suficiencia como siempre lo hace, sabe que es más fuerte que yo en todos los aspectos, sabe que no haré nada porque a cada intento de huida el arremete con más fuerza aún. 

Su respiración cada vez es mas cercana, más caliente, siento sus manos tan calientes tan sudadas y mugrientas que me provoca asco y que más lágrimas resbalen por mis mejillas

Sólo quiero que sea rápido, sólo eso. 



Como un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora