Fénix | #FicDelFicLMM | Ciles

III

Mi pequeña llama, Cece, tú hiciste que aquel sentimiento se alzara como un ave fénix.

Y precisamente fuiste tú la que casi lo quema.

[...]

Aquel año comenzaste a salir con chicos y yo apretaba los puños y trataba de continuar con mi aspecto de caballero misterioso.

No sé cómo lo hacías pero conseguías que me muriese de celos por dentro y mi cordura se iba.
Me refugiaba en la biblioteca o la Torre de Astronomía, pero siempre llegabas tú, cogida de la mano de algún que otro chico y besándolo suavemente con aquellos labios rojos que me perdían.

Recuerdo cómo de alguna manera recuperé parte de nuestra antigua amistad aquel verano.

Recuerdo cómo casi quemaste aquel sentimiento cuando dejaste de considerarme tu amigo.

Y todo por ese beso.

[...]

La Torre de Astronomía era uno de tus lugares preferidos, así que lo escogí para aquella noche.

Mientras tú comías chocolate, llegabas tarde a clases y gritabas groserías a cualquiera que se cruzara en tu camino, yo preguntaba a alumnos de Ravenclaw para mejorar aquel hechizo que se me resistía.

A veces te pillaba mirándome al hablar con alguna chica y supe que estabas celosa.
Aquel ave de fuego se movía en mis entrañas cada vez más furioso según se acercaba el día.

No lo quemaste. Bueno, sí. Pero todos sabemos que los fénix renacen de sus cenizas y este lo hizo con más fuerza y decisión.

[...]

El día del baile llegó y tú... Tú no querías ir.
Yo lo sabía y por eso me encargue de que vinieras.
Si no lo hacías por las buenas: por Addisson; tendría que recurrir a otros métodos...
La curiosidad era tu punto débil y Silas me podía ayudar.

Quizás me costó unos galeones, pero mereció la pena.

Apareciste en el baile tan resplandeciente como nunca y tan terca como siempre.

Cuando saliste te agarré de la única forma en la que no podías quemarme y llegamos a la torre de Astronomía.
Los nervios me mataban.

Creo que todos sabéis cómo acabó lo de la Torre, pero no sabéis lo que yo sentí.

Sentí como el fénix encontraba su refugio en tus llamas.
Y a partir de ahí todo fue más fácil.
O no.

Tu familia es tan terca como tú, Cece, ¿lo sabías?

¡¿Por qué tenéis un arsenal de armas en el sótano?!

[...]

Cuando salí de Hogwarts dos años antes que tú fue un poco difícil mantener nuestra relación, pero lo superamos y ambos comenzamos a caminar juntos hacía nuestro futuro.

Comenzaste a hacer prácticas de sanadora (¿¡Qué!?), mientras que yo trabajaba en el Ministerio, en el departamento dedicado a los detectores de menores.

Bueno, en todo caso, después de años y varios puñetazos por parte de los hombres (y cierta mujer) de tu familia, me diste el segundo sí.