I've longed to be your man. (Sasusaku)

Capitulo 1.

7 de enero, 2010. 17 AÑOS.

"Para. Para. Para de latir tan rápido."

Era lo único que retumbaba en la cabeza de Sakura en estos momentos, nada más que esa maldita frase y el resonar de los latidos de su corazón tensando todo su cuerpo, eran lo que llenaba su mente, pese a que eso fuera lo que ella menos quería.

Pero cuanto más trataba de intentar decirse a sí misma que su corazón se relajara, más nerviosa se ponía, más golpeteaba el corazón contra sus costillas y más se nublaban sus pensamientos.

Y definitivamente, esto no era para nada favorable ahora mismo, ya que necesitaba su mente despejada, las ideas ordenadas, cada cosa, cada frase en su perfecto lugar para poder decirla en el preciso momento, de la forma correcta y así conseguir que Sasuke no saliera corriendo al escuchar la propuesta que estaba a punto de hacerle.

Porque, Dios, esto era una maldita locura. Si hace una semana le hubieran dicho a Sakura que días después estaría en una habitación, sentada en una silla, esperando a su mejor amigo para hacerle tal propuesta... Oh, estaba más que claro que se hubiera reído al escuchar semejante estupidez.

La vida de Sakura era tranquila, simple, rutinaria... Nada fuera de lo normal, demasiadas pocas cosas fuera de lo normal, diría yo.

Era el tipo de chica que pasa desapercibida, tanto, que la mayoría de gente de su instituto hubieran puesto una mueca de confusión si les preguntaras por su nombre.

Tampoco de esas chicas que comen libros, se colocan sus enormes gafas mientras hablan contigo y aman aprender por encima de cualquier otra cosa.

Pero sí era el tipo de chica que se sonrojaría solo por el hecho de que alguien desconocido le parara para preguntarle la hora.

Era tímida, retraída, y no podía evitarlo por más que lo intentaba. De hecho, el modelo de chica que ella admiraba era todo lo contrario a ella misma.

Extrovertida, sociable, coqueta, de esas que tienen labia y pueden hablar durante una hora seguida sin ni siquiera saber el nombre del que escucha. Esas que triunfan, esas a las que todos quieren.

Pero por suerte o por desgracia, ella no era así. No encajaba demasiado en ese estereotipo y tampoco tenía muchas expectativas de conseguirlo, pues ella sabía que era menos que probable.

Así que su vida se basaba en la rutina, nunca le pasaban cosas excesivamente malas... Pero tampoco excesivamente buenas. Por aquello de que lo de "tirarse a la piscina" no era lo suyo.

Pero por alguna razón, aquí estaba.

Temblando ante el solo pensamiento de pronunciar en voz alta las ideas que tenía en su cabeza. Recordó todas esas veces que había deseado que algo emocionante le pasara, para poder sentir esa sensación de escalofrío recorriendo tu cuerpo, y se dio cuenta de que no era para nada divertido, aunque lo aparentara cuando le pasaba a otro.

De hecho no era gracioso en absoluto.

Nada tenía la más mínima diversión en todo esto y ni siquiera se había planteado lo que supondría esta decisión.

NO NO NO.

No lo había hecho y justo ahí estaba el fallo, en no pensar las cosas antes de dar el salto. En tirarse a la piscina.

Desde luego ahora más que nunca sabía que esa frase no iba con ella. Todo esto era totalmente descabellado, más que eso.

MUCHO MÁS.

Era lo más estúpido que podría haber aceptado intentar, lo más ridículo que jamás podría hacer una persona. Y debía haber pensado todo esto antes de entrar en esa maldita habitación y decirle a Sasuke que necesitaba hablar con él.