Capitulo 3: El Arma Letal Parte 2

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Allí estaban , Frank con su campera de color gris, unos pantalones marrones y un gorro de invierno de color azul oscuro, tirado en el suelo mirando a su novia Sonya que esta con un buso color rojo, su pelo rubio con mechones rojos, sus ojos claros y sus pantalones de nailon de color gris.

- ¿No te asombra el volver a verme? - pregunta el mercenario sonriendo y tocando su chaleco camuflado.

- Claro que si.. ¿Porque no me gustaría ver a un viejo amigo? - preguntó Frank en tono de chiste.

- No es momento de chistes Frank - dijo con voz tenue Sonya.

- Tranquila amor, todo esta bajo control - le contesto él levantandose lentamente.

- ¿Estas muy seguro de eso? - Pregunto Max haciendo más presión con el arma sobre la cabeza de Al y lo mismo hicieron sus colegas con Nathan.

- Tranquilo, por favor, déjalos ir, yo me entrego. - respondió rápidamente levantando las manos sin soltar el objeto extraño.

- Pero, deja eso que tenes en la mano - dijo Luis apuntando con su arma a Frank, a lo cual él lo miro asombrado por la traicion de un colega.

- ¿ Por que haces esto? - le pregunto dejando el objeto en el piso. Luis le estaba por responder pero fue interrumpido por Max y otro de sus mercenarios que lo empujo hacia un costado para acercarse a Frank.

- Dejen de parlotear y terminemos de una buena vez todo esto, antes de que pierda la paciencia - dijo el mercenario moviendose junto con Al

Otro de los militares agarro a Frank y lo empujo hacia la salida.

- ¿Y que se supone que es esto? - le pregunta Max mirando con extrañes aquel objeto.

- Es obsoleto... No tiene uso alguno - le responde Luis abriendo la mano para agarrarlo.

- ¿ Inservible?... - le pregunta nuevamente a Luis lo cual el asienta la cabeza afirmando su cuestión. Max ante esto carga su arma y le da tres tiros en el torso a Luis, él cae y Sonya impactada empieza a gritar.

- ¡ Luis! - grita Frank escapando de los brazos del milico. - ¡Ahora chicos! - ordena saltando hacia el cuerpo de Luis. Sonya, Nathan y Al también escapan y el último toca un detonador que hace volar el suelo.

-¡ Maldición! - exclamó uno de los militares al ver como se les escapa aquel extraño objeto.

-Muevanse rápido - Grita Max a sus hombres.

Frank, Sonya, Nathan y Al se pusieron a correr porque el suelo no paraba de romperse, aunque haya sido un plan de ellos, pasaron un gran riesgo además de que Frank aprovecho agarro el artefacto y se cargo a Luis con todas sus fuerzas. Para suerte de ellos, los mercenarios corrieron por la dirección contraria y al finalizar el derrumbe ambos bandos se percataron que tenían un vacío que los interponia. Frank bajo a Luis al suelo.

- Lo.. Siento - murmuró Luis tosiendo sin cesar.

- Tranquilo, respira y no fuerces la voz. - le dijo Frank calmandolo.

- Eso que tienes ahi.... Utilízalo cuando sea necesario... Y... En uno de los... Bol.. Sillos hay.. Una carta... Leela por favor - le dijo dando sus últimos alientos, después de terminar la frase calló y dejo de latir.

- Luis, responde - exclamó tomándolo del pecho.

-¡ Frank, basta! Ya murió no podemos hacer nada - le contesto Sonya entre lágrimas, abrazandolo.

Frank dejo a Luís en el piso para seguirle el abrazo a su novia. Nathan y Al giraban los ojos como muestra de aburrimiento.

- Bueno... ¿Nos podemos ir? , ya tenemos lo que buscabamos- preguntó Nathan interrumpiendo el ambiente entre ellos.

- Si... Lo siento - respondió Frank mirando de reojo a Sonya.

Nathan los convenció y se dirigieron hacía donde estaba situado Al, él al verlos acercarse empezó a avanzar y en esos segundos se escucha un zumbido veloz que provocó la caída de Al.

- ¡Al! - grito Nathan corriendo a donde su amigo yacía.

Al tenia una herida de bala en la pierna derecha , por debajo de la rodilla, que no paraba de sangrar y él no paraba de gritar del dolor. Frank al girar la vista ve, desde la otra punta del edifico a Max cargando su francotirador.
Frank empuja a sus amigos hacia dentro de una viga metálica para poder salvarse de las balas.

- llevense a Al lejos de acá, yo los distraere - ordenó Frank mientras Nathan y Sonya vendaban con unos trapos la herida de su amigo

- Pero no... - respondió Sonya oponiéndose de la orden.

- Hey.. - la interrumpió con un beso lo cual calmo a la chica. - Voy a estar bien cuidenlo - dijo sosteniendo una molotov y el objeto raro, alejándose de ellos.

Frank corrió y con fuerza lanzó la molotov en dirección a Max y sus mercenarios. La granada cae enfrente de ellos, Max y otros dos lograron alejarse antes del impacto de la granada.

- Maldición - exclamó al ver a sus hombres incendiandose y arrastrándose en el suelo como larvas.

El mercenario sin dudarlo volvió a sujetar su rifle para dispararle al que provocó todo esto pero al ajustar nuevamente la mira notó que ya el joven no estaba. Frank se ocultaba detrás de otra de las vigas que estaba en la esquina izquierda, muy alejada de la salida. Frank intentaba contener su respiración lo más que podía pero al mirar sobre los ventanales, vio unas sombras que se movían muy rápido.

- Tengo mal presentimiento de esto - se susurro mientras miraba de reojo la extraña cosa que le traía una gran intriga saber que era o que hacía y se percato que en el medio tenia un botón oscuro lo cual llamo más su atención .

En ese instante se escuchan crujidos de ventanas rompiéndose y entraron sujetos enmascarados y todos vestidos de negro que se pararon todos juntos en ambos costados del lugar dividos por la grieta gigante en medio del lugar.

- Perfecto, lo que me faltaba... ¡Ninjas! - exclamó Frank escondido mientras miraba el ambiente. Max y los mercenarios se tiraron entre los escombros y los cadáveres de sus aliados.

Los ninjas estudiaban el lugar tan solo con la mirada, pero uno de ellos escucho un pequeño ruido y movió su cabeza en dirección hacia el escondite de Frank, otro de los ninjas asentó la cabeza y se dirigió hacia allá.

- No, no ¿ahora que hago? - se preguntó Frank al ver como el ninja se acercaba a él. - No me queda otra que averiguar que esto - se respondió tocando el botón del objeto, al tocarlo el objeto empezó a abrirse cada vez más y la luz que resplandecía en el centro lo encegecio...

Capitan Invulnerable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora