Y allí estábamos Ronny y yo en el auto a toda velocidad a las 11 de la noche, él conducía y yo aferrado a el cinturón y una botella de ron, una curva bastante cerrada, frena y avanza parece una escena de película yo no lo puedo creer, la ciudad es una princesa nocturna que se esta maquillando todavía algunas de sus luces están apagadas y los necesitados follando tras esquinas clandestinas con mas historias de amor que muchas iglesias.
Nuestro auto es oscuro y nos mimetizamos con las penumbras, seguimos avanzando hasta la Av. Rojo y oímos un disparo, no dudamos en que ese es un nombre ideal luego de aquel destello fugaz del disparo... seguimos avanzando y reconocemos la silueta de Frank al acercarnos se distancia de nosotros va de mallas y una camisa abierta a la mitad con una falda roja y tacones, su rostro era muy distinto una gran cantidad de maquillaje, sombra, pestañas, labial intenso, se alejo agarro la mano de un hombre que iba en camioneta se subió en ella y adiós a Frank y lo que recordábamos de él.
Hay personas que definitivamente no conocemos, de noche pueden llevar peluca y tacones pese a tener una gran espalda y de día pueden ser gerentes de grandes compañías medicas, Ronny se comenzó a quedar dormido le propuse ir a un hotel a descansar y me grito "¡No soy ninguna zorra!" otra confusión, cuando se esta borracho del sueño normalmente confundimos nuestras alucinaciones con la vida real, me había sucedido muchas veces, en ocasiones era peligroso algunas llegue a golpear a Julia pensando que era un borracho que no me dejaba en paz... "Tranquila cariño, pero déjame manejar a mi entonces" le dije a Ronny como si fuese mi mujer, o quizás yo su hombre, hay tan pocos limites en la noche. Nos detuvimos cambiamos de asiento, puse el reproductor subi el volumen y arranque no tan rapido, no tenia apuro, tampoco algun lugar fijo al que llegar, pero la gasolina no es eterna, aunque mientras tenga dinero en la billetera veamos que tanto podemos andar vagando por la ciudad sin rumbo en busca de muerte.
