6.¡Vamos a morir!

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Sentí frío y algo duro apoyado contra mi espalda. Abrí los ojos y me di cuenta de que estaba en el suelo al lado del sofá.

《¿Cómo he terminado en el suelo?》

Levanté la cabeza y miré hacia el sofá. En ese momento, comprendí lo que había pasado.

-¿Qué tal está el suelo?- Preguntó Brandon intentando reprimir una sonrisa.

-Mejor que tu cara.- Le contesté sacando la lengua y achinando los ojos.

- El mejor "zasca" de mi vida.- Me contestó con evidente sarcasmo.

-Ahhhh....-suspiré- cállate. -Miré a mi alrededor y caí en la cuenta de que estábamos solos.-¿Dónde están los demás?

-Se han ido a comprar.- Se quedó mirando algo detrás de mi. Giré mi cabeza y vi una persona a través de la ventana. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho personas aparecieron por la acera que estaba en frente de la caravana.

Cinco de esas personas llevaban bolsas, y dos cargaban a la persona restante.

-¿Quién es? - En la voz de Brandon se notaba un deje de preocupación. -Oh...no...

Brandon se levantó de un salto cayendo casi encima de mi. Corrió hasta la puerta de la caravana y la abrió. Yo le seguí y salimos a la calle.

-¡¿Qué te ha pasado Kyle!?- Preguntó Brandon al chico que llevaban en brazos Tyler y Austin.

-Me he doblado el tobillo mientras iba de camino a Liverpool.- Dijo mientras suspiraba y miraba su tobillo inflamado.

-Hay que meterte rápido a la caravana. Creo que hay hielo dentro.- Hice un ademán con mi mano indicando que llevaran dentro a Kyle.

Pasaron y lo dejaron tumbado en el sofá con una almohada debajo del pie derecho.

MiKa cogió hielo del frigorífico y lo puso sobre el tobillo de Kyle.

-Lo siento...Pero no sé quien eres...- Kyle me miró como si se hubiera dado cuenta de que no nos conocíamos.

-Oh...perdona....yo soy...- Fue interrumpido por MiKa.

-El es Kyle Evans. Estudia en nuestro Instituto. Su fraternidad es  AllSportsKeaton. Es el ex-novio de Kylie. Su deporte favorito es el fútbol americano. Aunque le gusta mucho jugar al ping-pong. Y tiene 17 años.- Explicó MiKa moviendo las manos de una manera extraña.

-Creo que nadie podría haberlo explicado mejor. Ni siquiera yo.- Kyle sonrió.

MiKa rió y Kyle también. La verdad es que harían buena pareja.

-Voy a la "cocina".- Era una excusa para dejarlos solos.

La cocina se encontraba entre los dos baños. Si, lo sé. No es un lugar muy bonito para poner una cocina. Pero si no, no habría sitio.

Cuando me acerqué a la cocina, escuché ruidos en el baño de la derecha.

-No, el y yo no podemos volver a lo de antes. Si se acabó, fue por algo. No hay más que hablar- susurró una chica que identifique como Allie.

-Pero...- se quejó Austin.

《¿De qué están hablando mis hermanos?¿Volver a lo de antes?¿Si se acabó fue por algo?¿Cuántas cosas han pasado desde que se fueron de casa?》

Oí pasos que se dirigian a la puerta. Cuando la puerta se abrió, yo hacía que sacaba pan de un estante.

Allie y Austin se iban a ir, pero tomé el brazo de Allie.

-Allie, ¿podemos hablar?- Le pregunté con una mirada cómplice mientras susurraba.

-Mmm...si...¿por que no?- Se removió un poco el pelo. La guíe hasta el mismo baño donde había estado hablando con Austin.

-¿De qué querías hablar?- Interrogó con total indiferencia.

-He escuchado un poco de tu conversación con Austin. ¿A qué te referías con "volver a lo de antes"?- Hice las comillas con los dedos.

-La verdad es...que no tengo ganas de hablar de ese tema ahora. Todo a su tiempo, porque hay tiempo para todo.- Abrió la puerta del baño y salió.

《Wow, la conversación más larga del mundo.》

Salí yo también del baño y me topé con Daniel. Me miraba como si estuviera nervioso.

-¿Qué pasa Daniel?¿Ocurre algo?¿Está todo bien?- Le pregunté.

El negó frenéticamente con la cabeza.

-Se han roto los frenos.-Respondió en un murmullo.

Mis ojos se abrieron como nunca.
Daniel era el conductor...¡Y no había nadie conduciendo!

-¡Se han roto los frenos!¡Se han roto los frenos!¡Vamos a morir!- gritaba repetidas veces.

Se empezó a escuchar el grito de Allie, seguido por el de Eve y Kylie.

MiKa y yo nos miramos. Asentimos a la vez y buscamos con la mirada a Brandon. Le indicamos que nos siguiera hacia el asiento del conductor. Se sentó y cogió el volante. Menos mal que estábamos en una carretera de campo, donde no había gente. Brandon intentaba no chocar  con los postes, o con algunos ciclistas que iban por en medio de la pista. MiKa y yo nos agachamos y empezamos a coger cables. Los íbamos uniendo por colores y longitud. A los 34 segundos que empezáramos a unir los cables, disminuyó la velocidad del coche. Habíamos conseguido arreglar los frenos. Nos chocamos las manos y salimos de debajo del asiento.

-Daniel, ponte al volante.- Le ordené.

Se cambió de sitio con Brandon y seguimos con nuestro camino.

-Vamos a llegar al hotel en unos veinte minutos.- Avisó Allie.

-Ir preparando las mochilas con la ropa del día siguiente y los útiles de aseo.- Concluyó Allie.

Sin Padres En El Instituto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora