El Solterón

CAP 10

Ángel se estaba despertando luego de una siesta un sábado en la tarde. Con los ojos abultados y con las marcas del colchón en su rostro caminaba lentamente con sus shorts de dormir,  miró su celular para ver la hora y con tranquilidad se dió cuenta de que eran las 5:00 pm, en media hora se celebraría la boda de su amigo, pero en vez de volverse y loco y correr a vestirse, fue directo al refrigerador por algo de comer, pues según el, nadie rinde lo mismo cuando tiene hambre, luego de prepararse un sandwich repleto de queso, jamón y aderezos, comía lentamente sentado en el comedor, pensando que hace mucho no veía a Esmeralda, soltó una sonrisa al recordar ese último encuentro, como era posible que ella le pusiera su nombre a Hércules.  Ángel se paró de golpe y con la boca todavía llena de comida dijo:

- Creo que eso de las relaciones no es para mi, creo que mejor me quedo sólo

Faltaban solo 15 minutos para la boda, posiblemente ya Erick estaba en el altar esperando desposarse con su novia, Angel tomó el traje con el cual se sentía orgulloso, la mejor inversión de su vida, luego de colocarse el pelo para atrás se dió cuenta de que parecía un adolescente  de secundaria, por lo que lo dejó como siempre.....

Al llegar a la Iglesia Ángel pensaba en todo menos en entrar, no quería tirarse la famosa boda, pero todo por su amigo. Desde su carro podía ver la multitud de personas con vestidos extravagantes, se bajó del coche y caminó hacia la iglesia. Al llegar pudo ver  lo hermoso que era el lugar, lleno de flores y adornos sofisticados , Angel caminó por el estrecho pasillo que contenía una alfombra color azul turquesa y sintió como se erizó su piel, Ángel no sabía el porqué esa reacción, Angel se dió cuenta de que su madre y su hermana Estefan estaban en primera fila, se veían tan emocionadas, Estefan señalaba a todos los lugares con alegría.  Unos brazos fuertes sostuvieron  ambos hombros de Ángel:

- Amigo, hasta ahora apareces ?? pensé que ya no llegarías ? - La sincera sonrisa de Connor reflejaba la felicidad de ver a su mejor amigo.

- Sabes lo que pienso de las bodas, no se ni por qué vine. Mira a mi madre y mi hermana, creando cuentos de hadas en la cabeza, seguro imaginando cómo será el día de mi boda, esta es una de las partes que no me gustan de las bodas, el hecho de que todos me compadezcan.

- Ni que fueras un anciano Angel.  Acaso tú, mi mejor amigo, ex soldado del ejercito, Tú, estás sintiendo algún deseo de casarte?-  Angel giró su cabeza a la izquierda y sacó una media sonrisa.

- Por favor, que te hace pensar eso?  Mejor acerquémonos a Erick, que a simple vista está nervioso, por cierto trajiste las sortijas ?

- Pues claro, por algo Erick me eligió a mi para traerlas- Connor le dió una fuerte palmada por la espalda a Angel y se acercaron a Erick.

*

- Y usted acepta a Lusia Ureña como esposa? - Erick se notaba muy enamorado y entusiasmado, lagrimas caían de sus ojos, Angel no pudo aguantar la risa por lo que tuvo  que disimularla fingiendo que tosía, Connor sólo observaba a Angel y le hacia ademanes para que se controlara, aunque el también se reía.

- Si acepto- Erick se secaba las lagrimas, y su reciente esposa lo acompañaba en el concierto de lagrimas - Angel sólo echaba la cabeza hacia atrás porque era lo mas cursi que jamas había visto.

La celebración tuvo lugar en un hermoso quiosco cerca de la playa, Angel saludó a sus conocidos y familiares,  luego decidió marcharse,  pues no iba aguantar mas tiempo en  esa fiesta, pero antes fue a dar un paseo alrededor de la playa, algo que siempre le llamó la atención hacer en la noche, con las manos en los bolsillos y   los pies descalzos para sentir la arena, contempló el océano adornado por la luna, la playa en la noche  era solitaria, callada, las olas eran violentas pero calmantes,  eso le recordó a Esmeralda y sus absurdas peleas. Angel colocó su mano en su barbilla mientras pensaba en ella,  ahora que estaba solo podía pensar en su vida, y como luego de tantos años todavía no tenia lo que quería, como siempre.