La Cullen pelirroja

Capítulo 3

Edward y Bella volvían dando un paseo a la residencia Cullen tras una noche de pasión -Oye Edward hay algo que te quería preguntar desde hace tiempo- dijo la neofita a su esposo -Dime- pidió él tomando la mano de está -¿Cuál es la historia de Sofía?- tras esa pregunta una ola de tristeza inundó la cara del lector de mentes -Bella esa respuesta le corresponde a mi hermana y no a mí- la antigua poseedora de los ojos color chocolate decidió parar al ver el malestar que había logrado en su marido, pasaron el resto del trayecto en silencio.

-Ya habéis acabado- dijo Emmett con una sonrisa picarona a la parejita recién llegada
-¿Donde esta Renesme?- intenta evadir Bella el tema al que el fuertote quería llegar -la ha robado la rubia- respondió Jacob mirando por la ventana -¿habéis roto muchos muebles?- volvió a interferir Emmett -Emmett no- respondió la nueva mamá, y Emmett compartió una sonrisa picarona con Carlisle y el teléfono volvió a sonar logrando la tensión de días anteriores -Ha llamado dos veces cada día- aclaro Carlisle a su nuera -Tiene que llorarte Bella- aconsejo Edward a su esposa -Mañana- fijo fecha la neofita -Me gustaba este lugar- se quejó Emmett
-Como le dije ayer a tu hermana, ya volveremos siempre lo hacemos- respondió Carlisle
-Nadie había dicho nada de irse- dijo muy enfadado él hombre lobo
-Creeran que Bella esta muerta, no podemos arriesgarnos a que alguien la vea- aclaro el padre del clan.

Jacob se había marchado sin dar explicaciones, la pelirroja estaba sentada en la ventana del despacho de su padre -Hola Sofía, perdón por molestar- se disculpo Bella -No, tranquila- sonrió la otra -Te puedo hacer una pregunta- pidió la neofita
-Por supuesto- afirmó Sofía con una sonrisa -Verás espero que no te importe ¿Cuál es tu historia? La de la transformación- la sonrisa del rostro de la pelirroja cambio a una tristeza muy notable -De acuerdo siéntate- asedio la joven mientras ella tomaba asiento a su lado
-Era 1954 yo tenía 15 años y vivía en Londres, mi padre era uno de los hombres más influyentes del país por lo que mi vida no era pasar el tiempo con él... Yo no era una dama normal, era curiosa y no podía parar de hacer cosas que no debía... Un día decidí montar a caballo, el animal se desvoco y me tiro abajo, así que me llevaron al hospital más cercano y ahí entró: un hombre alto, con un rostro amable y pálido, muy hermoso como un ángel caído del cielo que venia a salvarme y podría hacer a cualquier mujer caer en su tentación, su cabello era rubio y sus ojos oro que parecía casi líquido él era el doctor Carlisle Cullen, me ayudo con todas mis heridas y lesiones con una tranquilidad que logró bajar mis pulsaciones, no necesite calmantes solo su mirada lograba el mismo efecto y ni siquiera me fijase en la frialdad de su piel. Los Cullen se hicieron grandes amigos de mi padre, entonces conocí a Edward se forjó esa hermandad entre nosotros que ya conoces muy bien, Esme me trataba como una madre su amor se convirtió en una de las cosas más importantes de mi vida y con Carlisle se producio una devoción mutua... Pero un año más tarde mi padre decidió que no los volviese a ver más haciéndome la persona más infeliz del mundo como lo era antes de que ellos llegasen a mi vida... El día de mi decimoseptimo cumpleaños mi padre me obligo a salir con mis amigos o mejor dicho los hijos de sus amigos.
Decidí volver sola a mi casa, sin chófer, sin amigos... Hacía frío, oí un ruido tras de mí pero no lo hice caso, de repente un dolor comenzó a aflorar en mí, caí al piso y unos ojos rojos me miraban con maleza, el dolor era cada vez más insoportable, se me nublo la vista... No sabía porque me hacían eso, ni quien, el aire comenzó a abandonar mis pulmones, mi corazón poco a poco dejaba de latir y cuando ya sentí que estaba muerta, Carlisle me mordió y bueno ya sabes la sensación que da los dos días de transformación... Al despertar supe que los Vulturis pensaban que yo sabía el secreto de los Cullen y decidieron matarte, así que Carlisle me encontró antes de mis últimos latidos... Por lo tanto todos sentían que era culpa de ellos... Pero a pesar de ello adoro a esta que es mi familia mas de lo que se puede imaginar, los amo mas de lo que jamás se ha podido amar a alguien... Por eso queremos olvidar esos recuerdos Bella... No quiero que ellos se sientan culpables por algo que no deben culpa... Y amo a Carlisle por brindarme esta vida maravillosa y esta familia maravillosa... -

Cuando Sofía termino su historia la expresión cambio -Lo siento- se disculpo Bella -No es tan horrible como la de Alice, Rose o Esme... Pero lo importante es que ahora soy feliz y ellos lo logran cada día... Bella dejame darte un consejo no le preguntes a un vampiro como fue su vida humana... Puede llegar a doler si no ha pasado un tiempo pertinente- hablo la pelirroja volviendo a fijar su vista en la entrada de la casa, Bella sentía que su historia era mas afortunada y feliz que la de cualquiera -Gracias por... por compartirlo conmigo de verdad Sofía- ella solo le sonrió débilmente -deberías irte Jacob te esta esperando ahí debajo- se despidió Sofía de la esposa de su hermano... Y se quedo unos minutos allí sentada callada -Una historia difícil- oyó a sus espaldas -Aún así si eso significa poder teneros junto a mí lo repetiría mil veces- respondió la pelirroja, sintió la mano de su padre sobre el hombro -¿Te he dicho alguna vez que te quiero?- pregunto Carlisle, su hija le miro y sonrío -Yo también te quiero papá eres de lo mejor que me ha pasado, pero si cambio de idea siempre puedo irme con tus amigos los Vulturis- está guiñó un ojo a su padre y ambos se fundieron en un abrazo...

Pero Jacob había hablado con Charlie y podría llegar a repetirse la historia o el malentendido de la conversión de Sofía y lo que menos necesitaban los Cullen era un enfrentamiento con los Vulturis.