Capítulo 2

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Los Cullen habían salido de caza, los hermanos se echaban carreras unos a otros entre risas y piques, Carlisle iba más rezagado junto a Esme

-Oye Emmett ¿Desde cuando eres tan malo en las carreras?- se mofaba la pelirroja entre risas
-¿De que te ríes enana? Tú tampoco eres la mejor- repuso Jasper dándoselas de más ante sus dos hermanos mientras Alice llegaba hasta donde se habían parado los otros tres para reírse los unos de los otros -¿Así? ¿Crees que no he visto los traspiés que me has puesto? Y aún así he llegado un segundo más tarde qué tú- se defendía Sofía -Venga chicos no empecéis- se quejaba la vidente mirando cansada a los demás -Pero Alice...- suplicaba el sureño a su esposa entre las carcajadas de Sofía y Emmett -habíamos venido a cazar ¿no?- dijo Carlisle al llegar tras de sus hijos -Lo que esta claro es que somos mas rápido que papá- concluia el más fuerte del clan con una mirada divertida -Bueno Emmett está un poco más mayor que tú pero a pesar de ello es todo en campeón- inquirió Esme dedicándole una sonrisa picarona a su esposo y logrando una cara de desagrado por parte de todos sus hijos -Vale mamá para por favor... Será mejor que cazemos- intentaba deshacerse de todo lo que rondaba su mente la pequeña pelirroja, los hermanos asintieron y los padres entre sonrisas comenzaron la caza.

-Jasper ese puma es mío- susurraba muy posesiva Sofía desde uno de los árboles -No controles mi mente bruja- refunfuñaba el rubio intentando lanzarle olas de pena a su hermana -ni lo sueñes... Disfruta de las vistas mientras yo disfruto de mi comida- concluyó Sofía lanzadose sobre su presa y dejando a su hermano muy cabreado

-Emmett he visto lo que piensas hacer con mi comida ni se te ocurra acercarte ¿Entendido?- amenazo Alice al esposo de su hermana rubia mientras echaba una mirada a unos ciervos no muy lejanos, las ganas de Emmett por demostrar ser el mejor siempre le superaban y lo pago bien caro al tirarse sobre la presa de la morena, un dolor azotó el pie del gigante -No toques mi comida- repitió Alice lanzándose sobre su verdadera presa.

La situación de los padres era totalmente distinta -Bueno cariño ¿empiezas tú?- pregunto el rubio a su esposa con una sonrisa -¿Por que siempre quieres que empiece yo?- cuestionó Esme -Porque desde la primera vez que te enseñe y te vi cazar fue increíble... Y quiero recordarlo cada vez que vengamos- nada más hizo falta para que se lanzará a la caza con su esposo cubriéndole la espalda.
Tras saciar su sed todos se fueron a acercando al lugar en el cuál Alice les había citado
-Oye antes me has defendido de una forma ejemplar- comentó Carlisle a Esme, ya que fueron los primeros en llegar -Cariño, no he mentido- repuso Esme con una sonrisa muy picantona
-Señora Cullen guardese eso para nuestra habitación- respondió el rubio besando a su esposa.

-Os he reunido aquí porque nuestro regalo para la nueva parejita ya esta terminado... Justo a tiempo para el cumple de Bella como yo había previsto- decía Alice con una sonrisa feliz y triunfal -Bueno si yo adivinase el futuro... También lo sabría- se quejó Emmett, todos comenzaron a reír excepto la aludida que miraba con cara de asco al marido de la rubia
-Bueno ¿Que tal si le damos su regalo a Bella?- pregunto Carlisle y como respuesta todos se echaron a correr hacia la casa.

Bella y Edward miraban por la ventana con Renesme en brazos y por fin vieron a los demás llegar -Estan muy felices- dijo la neofita en alto -Eso es lo que nos importa poder ser felices- respondió Edward observando feliz... Carlisle de la mano de Esme acercandole lentamente a él para abrazarle muy despacio con una sonrisa, Alice bajo de un árbol mientras Jasper la cogía y la besaba, por otro lado llegaban Emmett y Sofía pero está última salto con fuerza hasta la entrada y corría a la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.

-Es mi turno- decía Rosalie frotando sus manos mientras se acercaba a la pareja -¿Donde suele dormir?- pregunto Bella a la rubia -En mis brazos o en los de Edward o Esme- respondió Rose con una sonrisa -Te dije que era una niña de gustos finos- le dijo la pelirroja entrando en el salón, mientras Alice adelantaba a su hermana con una sonrisa de oreja a oreja y grito a Bella -Feliz cumpleaños- mientras mostraba unas llaves -No cumplo años desde hace tres días- decía Bella muy anonadada -de todos modos vamos a celebrarlo- repuso la vampiresa -Te encantará- aclaro Sofi -¿Como lo sabes? Pelirroja- le pregunto Edward -Los recuerdos de Alice pueden llegar a ser insufribles- respondió Sofía viéndome como se alejaban por el bosque -Espero que este lo suficientemente lejos para no tener que sentir la lujuria- dijo Jasper mientras empezaba a subir las escaleras a su cuarto
-Tranquilo si te sientes muy fogoso, Alice te calmará- dijo Emmett entre risas -Por Dios no empecéis os lo suplico- suplicaba la pelirroja poniendo un cojín en cada una de sus orejas -Venga pelirroja hasta papá y mamá lo hacen- picaba Emmett a su hermana pequeña -Emmett para ahora mismo- ordeno Esme a su hijo con una mirada de acusación -Dios mío me voy a quedar traumatizada- se quejaba la pelirroja -por favor tienes setenta y siete años- se quejaba Emmett -Olvídate ya Emmett... aún es mi pequeña- repuso Carlisle abrazando a su hija por la espalda -Yo también te quiero papá- dijo ella con una sonrisa victoriosa dirigida a su hermano.

-Bueno Alice ¿Que les pareció la casa?- pregunto Jasper cuando su esposa llego a casa -Por supuesto- respondió está tomando asiento al lado de él
-Era de esperar- apuntó Rosalie dándole a su madre a la pequeña Renesme -Parece que tendremos que hacer de niñeros durante un tiempo- dijo Emmett -Un largo tiempo- añadió Sofía con un suspiro tirada en el sofá, el teléfono sonó un escalofrío recorrió en cuerpo de todos los vampiros, la pelirroja tomo el teléfono y descolgó -¿Hola?- saludo -Hola soy Charlie ¿Como esta Bella?- oyó al otro lado de la línea, Sofía trago saliva antes de responder -Sin novedad parece... Pero te pasaré con mi padre él te lo explicará mejor- a lo que Charlie respondió con un gracias Sofía, subió a una velocidad vampírica hasta el despacho...
-Habrá que decírselo pronto- dijo Carlisle a su hija tras colgar
-Es lo mejor para ambos- tranquilizaba a su padre -Es una pena porque me encanta Forks- añadió -Volveremos princesa... Siempre lo hacemos- respondió Carlisle acariciando el cabello de su hija -Me gustaría volver a Londres- sugirió la pelirroja y ambos sonrieron quedándose parte de la noche en el despacho jugando al ajedrez y Esme observandoles desde el sofá con una Renesme dormida en sus brazos... ¿Pero cuanto tiempo duraría esa tranquilidad y felicidad?

La Cullen pelirroja Donde viven las historias. Descúbrelo ahora