Un Novio Falso

1. Príncipe negro.

2 meses después

Han pasado 2 meses, dos meses desde que la inútil mentira que había inventado seguía haciéndola más grande, ¡pero eso no es lo peor! lo peor es que ya no se si realmente se lo están creyendo.

—¿Sabes lo genial que es tener un novio universitario? —habló Rachel mirando a Emma a lo que ella suspiró.

—El mio esta a punto de terminar la secundaria —respondió la castaña. La pelinegra estaba a punto de decir algo hasta que le llegó la llamada que tanto esperaba.

¡Si! pensó

—Lo lamento chicas, mi amor me está llamando ¡Bye! —dije y me fui casi corriendo del salón.

Bajé rápidamente las escaleras para ir al baño de mujeres y así responder a mi amado novio

—¡Hola cariño!—exclamé emocionada y apunto de abrazar a la persona causante de la llamada.

—Ya, en serio Serena ¿cuándo terminará tu mentira? —preguntó Michelle apartándome de ella, y con el ceño fruncido mientras bloqueando su celular.

—Ni lo digas, no quiero imaginar lo que pasaría. 

Dicho eso lo primero que se me vino a mi cabeza es Emma y Rachel aplastándome, humillándome y yo, sola en el aula, sin ningún amigo.

—Es más fácil, tarde o temprano lo sabrán. —mencionó Michelle y yo solté un gemido mientras tiraba mis pelos hacia atrás.

¿Por qupe mi vida no puede ser como las de las novelas de Wattpad? 

Michelle suspiró y luego se escucharon unas voces conocidas que venían al baño, eran Emma y Rachel. La primera acción que realicé fue tirar a Michelle de su brazo y esconderla conmigo en uno de los cubículos del baño, obviamente puse mi mano en su boca para que no se le vaya salir nada.

—¿Viste el novio de Serena? —esa era Emma.

Michelle al escuchar eso me miró de reojo con cara de "Te lo dije".

—Claro, es obvio que no existe, ¿tu qué crees? —preguntó Rachel y las dos soltaron una carcajada. 

Mi hermosa mejor amiga no aguantó más y me mordió la mano para que la dejara respirar.

—Creo que no existe, ¿sabes? cuando le pido que me muestre fotos de el, siempre cambia de tema.

—Que patética. —susurró Rachel.

Al escuchar sus pasos lejanos al baño las dos salimos del cubículo.

—Te lo dije. —habló Michelle y yo sólo bufé.

—Ellas quieren una foto. —susurré mientras elevaba una ceja.

—Por favor, no. —dijo Michelle tirando su cabeza hacia atrás.

Salí del baño debido a que el timbre de salida ya había tocado, recogí mis cosas que estaban en la sala y me fuí.

Apenas salí del instituto, comencé a caminar sin rumbo con la intención de sacarle una foto al chico que sería mi novio. 
Mientras caminaba con la cámara abierta de mi celular, pasaban chicos bonitos, no lo negaría, pero necesitaba a un chico que calzara con lo que le había dicho a Rachel y Emma, un chico alto, de cabello castaño más oscuro y hermosos ojos, y si debía estar hasta la noche buscando ese chico por la calle, lo haría.