VI

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Camino hacia mi portal despacio. Quiero llegar, pero no me voy a molestar en ir más rápido. Con la suerte que tengo, igual me caigo en el intento.

Quiero meterme en el portal de mi edificio cuanto antes. La presión de la calle me puede. 

Entro en el parque. Sólo tengo que cruzarlo y estaré tranquila. Este parque me trae recuerdos. Recuerdos que me duelen en el pecho.

Camino más rápido hasta que algo me hace frenar en seco. Él. En el mismo banco en el que estuvo conmigo. Sólo ha cambiado la chica: es Rachel.

Tengo que pasar por ahí si quiero llegar a mi edificio. Me muero de ganas por dar la vuelta e ir por un camino diferente. 

Se lo están pasando de miedo; se ríen, juguetean... Y yo los miro. 

Qué rabia te estoy cogiendo Rachel.

Decido pasar de todo lo que estoy viendo y sigo caminando.

No hay dolor, no hay dolor...

Cuando estoy justo al lado, no me aguanto las ganas y los miro. Los dos me miran. Me dispongo a seguir pero Rachel se pone habladora.

- Buenas tardes, Dana.- me sonríe.

Hago un gesto con la cabeza e intento sonreír sin que se note que me estoy muriendo de la rabia que me da. Sin querer, lo miro y él hace lo mismo. Puedo ver el dolor en sus ojos. Sólo espero que él pueda ver el mío.

Me giro y camino rápidamente. No sé qué voy a hacer.

ÉL.

No estaba planeado encontrármela. Es decir, vine aquí sólo para poder fastidiarla un poco. Y aunque sólo quería encontrármela, no me ha gustado mucho. Su cara... Me ha matado.

No creía que fuese a dolerle tanto verme con ella. En nuestro banco.

- Bueno Jake, yo tengo que irme. Tengo una llamada de Joe.- dice Rachel. No sé cómo agradecerle lo que ha hecho por mí.

Por si no ha quedado claro, Joe es su novio desde hace 3 años, y desde que nos hemos sentado aquí no he parado de hablarle de "la chica que me gusta". Daniella no tiene ni idea de esto. Se creerá que estoy intentando follarme a Rachel. Ni en broma.

- Vale. - La miro y cuando se gira después de decirme adiós le digo- Oye, gracias.

Me mira y me sonríe. Es muy buena.

- No me des las gracias, te escucharé cuando quieras.- se gira y empieza a caminar.

Yo hago lo mismo, pero en dirección al edificio de Dana. No aguanto, tengo que explicarle todo.

...

Llego a su portal y toco el botoncito del telefonillo. Nada. Vuelvo a tocar. Nada. Toco una tercera vez sin esperanzas de que alguien me abra.

- ¿Si?- respiro. Al fin.

- Hola, ¿está Daniella?- le digo a... Ni idea de quien es.

- Daniella está ocupada en estos momentos.

- ¿Quién eres?

Cuelga.

Quiero saber qué pasa ahí dentro. ¿Y si le ha pasado algo? ¿Por qué no me abren la puerta?

Cuando escucho la puerta del edificio mi felicidad es inmensa. Es un hombre. Pero me da igual, lo importante es entrar.

Corro escaleras arriba hasta el cuarto piso, que es en el que vive Daniella.

Keep Going.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora