Diecisiete.

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Luego de que Yoon Gi leyera esa carta sonrió como un tonto enamorado, espero a que él lo viera y para su suerte fue de esta forma.

Sin embargo tenía que volver a la realidad, donde en su hogar el infierno lo esperaba.

Caminó hasta su casa con lentitud, no quería llegar, realmente no.

Si estómago se comenzó a contraer con cada paso que daba. Su madre lo mataría cuando se entere de que gasto gran parte de su paga en esa costosa pulsera.

La abrir la puerta vio a su querida madre totalmente borracha tirada en el piso con una botella en su mano, por un segundo pensó que estaba muerta hasta que la oyó gruñir.

Suspiro aliviado.

Cerro la puerta para que nadie viera lo que ocurria en el interior de su casa. Entendía en parte a su mamá, para ninguna mujer seria fácil aceptar la muerte de su hijo menor.

La tomó entre sus brazos y la alzó hasta el sofá.

Caminó hasta la esquina del otro sofá donde había una manta tirada. La tomó y la puso con cuidado sobre la madre.

Le quitó la botella y la vació en el lavaplatos.

Miró toda su casa.

Un total desorden.

Sacudió su cabello y gruño.

Quería golpear a alguien para desquitarse por completo pero ya no podía hacerlo. No quería que el se enojará.

Se fue directo a su cama pensando en la siguiente nota que podría tener mañana.

El realmente queria conocer a ese chico.

Su chico.

Hi, Bad BoyWhere stories live. Discover now