Capítulo 22

1K 70 8
                                    

*Narra Ucker*

La abrazaba como si mi vida dependiera de ella, no pensaba soltarla, notaba como lloraba y por minutos nos mantuvimos abrazados. 

Su llanto ya cesaba y me separé de ella, le levanté la cara y le di un beso en la boca, la solté y le miré.

Ucker: Que ha pasado?

Dul: Mi papá... Mi papá... Le tuvieron que operar y bueno, hasta mañana no sabremos como ha ido la operación...

Ucker: Seguro que estará bien, tienes que ser fuerte mi amor...

Vi como se separó de mi bruscamente.

Dul: Como has podido quitarme la empresa Ucker?

Ucker: No entiendo eso, se supone que yo te he quitado la empresa? 

Dul: Enserio que no sabes que ha pasado?

Ucker: Te lo juro, no sé que está pasando...

Dul: Ucker, estaba tu firma, yo lo vi. Porque nos has echo esto?

Ucker: Mi vida, mírame.

Mi mirada se juntó con la suya.

Ucker: No te he quitado nada, y si mi firma estaba ahí, seguro que Rafaela me ha tomado una trampa, quiere que nos separemos y no le vamos a dar el gusto o sí?

Dul: Pero...

Ucker: Reina, sería incapaz de quitarte algo, te amo tanto... Averiguaré que pasa y te juro por nuestros hijos que te devolveré todo. Tienes que creerme, por favor.

Dul: No es tan fácil Ucker, tengo muchas cosas en mi cabeza y... Ucker ya no sé que pensar...

Empezó a llorar y yo la abracé fuerte.

Ucker: Tranquila, quieres que te haga un té?

Dul: De acuerdo, te lo agradecería.

Me levanté, no sin antes darle un beso en la frente. 

Fui a la cocina y empecé a calentar el agua y saqué la bolsita de té, té verde, el preferido de Dul.

Sentí unas manos que rodeaban mi cintura, me giré y allí pude ver la mirada de mi esposa, estaba destrozada e intentaba parecer fuerte, pero sé que no podía.

Dul: Seguro que tú no sabías nada?

Ucker: Te lo aseguro... Me crees?

Dul: Está bien... Pero quiero saber quien está detrás de todo esto, por favor...

Ucker: Mañana te acompaño al hospital, te parece?

Dul: Vamos a dejar a los niños al colegio y vamos va?

Ucker: Por ti lo que sea. Y ahora mamá osa, tomese este té.

Nos sentamos, mientras ella tomaba su té y yo un poco de café, no cruzábamos palabra alguna, pero entendía que ella no estaba ahora mismo para palabras. 


*Narra Dulce*

Muchos pensamientos rondaban por mi cabeza. Creía a Ucker, era mi marido y sabía cuando mentía y cuando no. Pero quien querría destrozarme... No podía con todo esto, mi padre, la empresa, mi familia. Estaba destrozada, pero tenía a Ucker, que no se separaba de mí ni un solo momento.

El llanto de Camila hizo que me sobresaltara. Me levanté para ir a por la niña.

Ucker: Ya voy yo, no te preocupes reina.

TE DARÍA TODO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora