Capítulo 39

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*Narra Dulce*

Terminan de llegar todos los invitados y nos ponemos a hablar, a disfrutar y bailar y beber.
Blanca: Dul, Cami está llorando, puedes ir a verla?

Dul: Claro mamá, ya voy.

Subo las escaleras en dirección a la habitación de mi madre.

Dul: Que haces aquí Ucker?

Ucker: Tu mamá me dijo que Cami lloraba y vine a calmarla.

Suelto una sonrisita y maldigo en silencio.

Dul: Mi madre quiere que estemos juntos si o si.

Ucker: Y se lo agradezco.

Me guiña un ojo y sonrío.

Menea a Cami para que se duerma.

Una vez ya dormida pienso bien.

Dulce: A la mierda.

Me tiro sobre él y le beso, juntando nuestras lengua, como si bailaran.
Dul: Quería hacer esto.

Ucker: Y yo que lo hicieras.

Nos unimos de nuevo en un beso y dejamos a Cami en la cama.

Nuestros labios siguen unidos, mientras que la ropa va sobrando.

Dulce: Debe ser rápido.

En varios segundos, ya nos encontramos desnudos.

Le tiro sobre la cama, intentado no hacer mucho ruido para levantar a Camila.

Ucker: Muero por tenerte dentro.

Dulce: Entra ya por favor.

Me besa, mientras me penetra, haciendo que su pene me entre hasta el fondo, muy duramente.

Las embestidas son mas rápidas y me caya con besos.

Unos gemidos, respiraciones agitadas, dos cuerpos sudorosos y finalmente llegamos a la zona del climax juntos.

Dulce: Te amo.

Digo cuando ya estoy mas tranquila.

Ucker: Te amo hermosa.

*Narra Álvaro*

Lo que Dul y Ucker no sabían es que yo había cogido el intercomunicador que había puesto en la habitación de la mama de Dul para vigilar a Cami.

Cuando lo vi, me di cuenta que no merecía la pena seguir siendo novio de Dulce.

Ellos se amaban y yo solo era un estorbo, la amaba pero sería imposible que ella me mirara como mira a Ucker.

Apagué el intercomunicador, no quería seguir viéndoles, me dolía y mucho.

Me dirigí hacía el jardín, donde estaban todos.

*Narra Ucker*

Nos empezamos a vestir, sin dejar de mirarnos.

Ucker: Este ha sido increíble.

Dulce: Tú eres increíble. Vamos, tenemos que disfrutar el día de hoy.

Bajamos hacia donde todos estaban, pude observar que Blanca me guiñaba un ojo y yo solo sonreía.

Después de cantarle el cumpleaños feliz y comer un poco de tarta, llegó la hora de las fotos.

Dul y sus hermanos habían echo un "Photocall" y los invitados se ponían para hacerse fotos con Blanca.

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