Capítulo 4

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Y ahí se encontraba Guillermo, esperando a que Samuel le llevara la cena, estaba sentado en un sillón, delante de él había una pequeña mesa y al frente una ventana que daba al establo de los caballos.

-G: Samueeeell.

-S: ¿Qué?

-G: Te he dicho que puedo cocinar también.

-S: Por poder puedes, pero es que no quiero que me quemes la casa.

-G: ¡Vamos! Nunca me has visto cocinar, no sabes como cocino.

-S: Si eres un desastre, hazme caso que quemarías la cocina.

-G: Cuando cocine fliparas conmigo.

-S: No, si ya flipo contigo...

-G: Bueno, ¿terminas ya?

-S: Toma, huevos revueltos con jamón, patatas y la ensalada.

-G: Y dale, no quiero la ensalada.

-S: Pues te jodes que hay que comer sano.

-G: No, si yo con comer...

-S: Pues ya está, ¡a comer!

-G: Que aproveche...

Después de comer y lavar los platos, decidieron hacer chistes, muy malos por cierto, para pasar el tiempo hasta que tuvieron sueño.

-S: Yo dormiré en el sillón, tu ve a la cama que hay en la buhardilla.

-G: Pe-pero...

-S: Ni peros, ni peras.

-G: N-no me gustan las peras.

-S: ¡Guillermo!

-G: ¿¡Qué!?

-S: ¡Ay dios! ¡No lo decía con doble sentido! ¡Es un dicho!

-G: Ah...l-lo siento, no entiendo el idioma de campo-dijo entre risas.

-S: ¡Pero si eso lo dice todo el mundo!-los dos estallaron en carcajadas, Guillermo nunca había oído ese dicho y a Samuel le daba gracia que el chaval siempre se tomaba todo con doble sentido, pero...

-S: Espera, entonces...¿eres gay?

-G: ¿Eh? N-no o s-si o n-no y-yo...

-S: No pasa nada si lo eres, yo siempre he sido bisexual tranquilo.

-G: S-si...

-S: ¿Si qué?

-G: Que e-eso...q-que s-soy g-gay...

-S: Nunca tengas miedo de ser tu, no tengas miedo de lo que piensen los demás, si no te quieren como eres, ¡que les den!

-G: Jo que profundo ejhe.

-S: Bueno un poco... Hace frío, te prestare un pijama o algo.

-G: N-no hace falta, ya duermo en calzoncillos, tranquilo.

-S: Hace mucho frío como para dormir así.

-G: N-no pasa nada, dejame una manta o algo...

-S: Mañana vamos de compras porque no tienes ni ropa interior de recambio.

-G: Va-vale, bueno ¡no! Nonono no quiero que te gastes dinero, ya conseguire algún trabajo mientras haga las pruebas.

-S: Bueno mira, tu me ayudas con las tareas domesticas hasta que tengas suficiente dinero, y mientras me ayudes yo te dare un hogar, comida, ropa... Te pagaré cuando me ayudes, 500€ al mes.

Objetivo: La Luna |WIGETTA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora