Capitulo 5

22 2 0
                                    

No debo llorar, no debo llorar. Me repetía a mi misma, mientras intentaba alejar las lágrimas que amenazaban con salir.
- Decidí regresar al pueblo, necesitaba volver a verlo. A penas me vio, corrió a abrazarme, me levantó en brazos y me hizo dar vueltas. Me sentía feliz, llena de vida. Le dije quien era yo y quien era mi padre, al principio no me creyó, pero luego de demostrárselo, lo aceptó. Sólo me prometió, que mientras este con él, no dejara que gaste ni un centavo. Le reproché, pero no hubo caso.
Tiempo después lo convencí para que se viniera a vivir conmigo a la ciudad, dudó unos cuantos días, pero al fin terminó por aceptar. Juntos buscamos un pequeño apartamento, ya que a Enzo no le gustaban las extravagancias, y prefería un ambiente mas acojedor. Encontramos él lugar perfecto y a un precio realmente razonable.
Los días con él, eran simplemente perfectos. No había un dia que nos peleáramos o discutiéramos. Nos llevábamos de maravilla y siempre cumplió su promesa. Para devolverle algo de lo que había hecho por mi, le conseguí un trabajo en una mecánica de autos de gran nombre, ya que a él le fascinaba, y él dueño era él padre de un amigo mío. Le pagaban bastante bien, lo que le permitió darse unos cuantos "lujos", que significaban un auto moderno bastante económico y una tv de plasma, no tan grande.
Estuvimos juntos casi un año, pero no nos dimos cuenta, hasta que fue tarde, que alguien no estaba feliz con nuestra relación. Mi padre.
Él día que cumpliríamos un año de estar juntos, Enzo me había mandado un mensaje para que nos encontráramos en un lujoso restaurante. Yo llegué un poco temprano y lo esperé. Las horas transcurrían y Enzo no aparecía. Lo llame mil veces a su celular y nunca contestaron. Hasta que veo a un hombre parado frente a mi, con cara de enojado.

Flashback

-¿Que haces aquí, padre? - le dije
-Vengo a buscarte, antes que sigas con esta locura. Vámonos. - respondió seco y frío.
- No me iré a ninguna parte. Estoy esperando a alguien.
-¿A quien? ¿A Enzo? - respondió en tono de burla - pues lamento decírtelo, pero él no vendrá. Y ya nunca mas lo volverás a ver. Así que ve haciéndote a la idea.
-¿Que? ¿¡Que le hiciste!? - grité histérica.
- Lo que tendría que haber hecho hace meses. Ahora camina si no quieres que te saque a rastras de aquí. - me levanté con mis pensamientos a mil por hora. ¿Que le ha hecho?

Fin del Flashback

- Nicole, hey, Nicki - dijo Scott moviéndome un poco - ¿Estas bien?
- S-si. Lo lamento. Es sólo, sólo que... Tengo miedo Scott, tengo miedo de que algo malo le haya ocurrido por lo culpa. Yo se de lo que es capaz Dr hacer lo padre. Y si a Enzo le pasó algo es todo por mi maldita culpa. - dije ya con las lágrimas recorriendo mis mejillas

- Ya , ya tranquila. Respira profundo, bien así es. Ahora exhala. Hazlo un par de veces más. ¿Te sientes mejor? - preguntó con una sonrisa amable, aunque en sus ojos había preocupación.
- Si lo lamento, es que nunca he hablado con nadie de esto. Siempre me encerré en mi burbuja para que nadie me molestara. - dije soltando un sonoro suspiro - creo que lo necesitaba. Gracias Scott, y perdón por arruinarte la noche con problemas de niña.
- Hey, ¿Para qué son los nuevos amigos, no? ¿Te gustaría volver a la fiesta? - la fiesta, la había olvidado por completo. Pobre Daemon, él cumpliendo años, y yo aquí. Llorando por mi ex, quien no se si esta vivo, muerto, encerrado, torturado o quien sabe que otra cosa peor.
- Si, vamos - dije intentando sonreír.
- Bien, entonces querida Señorita Hammilton, déjeme decirle que mi amigo él Señor Daemon esta completamente encantado y maravillado por usted. - lo miro y me sonrojo, a tal punto de parecer un tomate andante. - Lo único que hizo estos días fue alardear sobre una hermosa muchacha que había conocido por casualidad frente a su tienda favorita - Me quede estupefacta al escuchar las palabras que decía de su amigo
- Creo, que necesito una copa - contesté y me levanté pero alguien me tomó de la cintura. Cuando volteo a ver quien era él sujeto, me encuentro con unos hermosos ojos color miel claros.
- Creo que esta es mi fiesta de cumpleaños, y tu eres mi acompañante. Ya pasaste mucho tiempo con Scott, pero en mi defensa, nada de lo que dijo es cierto - dijo con una sonrisa encantadora en el rostro, bastante contagiosa.

Felicidad acompañada de muerte. #MMA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora