Despierto con un dolor de cabeza insoportable, es un sábado y son las 10 am, un poco tarde, no me da tiempo casi a prepararme. Dijo mi madre que hoy llegaría mi primo de Bélgica y se quedaría con nosotros un tiempo hasta que encontrara trabajo y apartamento.
Por cierto, soy Vanesa, tengo 18 años, mido 1,60, cabello largo, Castaño con mechas californianas, soy hija única. Lo que os puedo contar de mis padres es que siempre están fuera de casa, ya sea por trabajo o por que se toman unas cortas vacaciones, mi padre es abogado y mi madre procuradora, nunca me ha llamado la atención este mundo, así que yo estoy estudiando medicina.Realmente tengo ganas de ver a mi primo, hace dos años que no nos vemos y siempre me he llevado muy bien con el, se llama Christian, realmente es muy guapo, tiene 22 años, mide 1,90 cabello castaño, ojos grises, espalda ancha, tiene un físico escandaloso.
Decido dejar de mirar mi zapatilla y pensar en mi primo para meterme a la ducha, al rato salgo envuelta en la toalla pero me topo con algo.
- Aaay, que daño, Joder. Miro hacía arriba y me encuentro con sus ojos grises.
- Hola primita, que tal? Dice estrujandome entre sus brazos.
- Hola Chris, digo sonriendo, ¿me dejas respirar? Graciaaaas.
El sonríe y me suelta, estoy completamente avergonzada por el hecho de estar ahí, delante de el envuelta únicamente con una toalla. Me doy mediavuelta y me meto con prisa a mi cuarto, Chris baja las escaleras y se dirije al salón para hablar con mis padres a ver como nos vamos a organizar, ya que la casa sólo tenía dos habitaciones.
Me pongo unos jeans negros, unas Converse blancas y una camiseta que me deja el piercing del ombligo al descubierto. Bajo al salón.
Puedo notar como clava su mirada en mi y me pongo nerviosa e intento no tropezarme. Llego abajo.
Buenos días Vanesa, me saludan mis padres.
Buenos días digo pasando de largo para entrar a la cocina y preparar mi desayuno.