-¿Cómo dices?-logre salir del trance en que me hallaba segundos después de que Luciano me dijese que nos mudábamos.
-ya escuchaste, tara. Nos vamos a Belartd, y por favor, no mas discusión por hoy, mañana hablamos-dijo y salió casi trotando a su cuarto.
-luz...Luciano-lo llame suplicando pero el ya había corrido la cortina.
Mi nombre es Tara Donovan, tengo 16 años, casi 17, en un par de meses los cumplo, y bueno, como regalo yo esperaba lo que cualquier chica de mi edad espera, como un auto, ropa, maquillaje, una gran y alocada fiesta, y si, por qué no, un viaje a un lugar exótico, pero definitivamente no, dejar toda una vida atrás para mudarme a un lugar en quién sabe dónde.
Luciano es mi primo, el único familiar que tengo con vida, todos los demás, incluidos mis padres, murieron ahogados en el Titanic, ha! Si claro, hubiera sido definitivamente mejor a la forma en la que en realidad murieron, y lo cierto es que no quiero recordar eso.
El caso es que Luciano se ha encargado de mi desde que tengo 6 años, cuando tuvo que hacerlo, el acababa de cumplir los 18, era un muchacho ingenuo, que acababa de perder a su padres y todas las comodidades de niño mimado que estos le ofrecían, y de repente tenía una niña pequeña de la cual encargarse, no tenía dinero, no tenia apoyo, no tenía nada y tuvo que buscar la forma de sobrevivir y hacer que yo vivir también.
Nunca me hablo de que era lo que hacía para ganar el dinero, pero el me jura que no era nada ilegal, y él nunca ha hecho nada para que yo desconfiara de él, lo que me lleva a pensar que era trabajo duro, del tipo de estar todo el día cargando sacos de cualquier cosa.
El siempre llegaba agotado, apenas si mantenía los ojos abiertos el tiempo suficiente para probar bocado. Le toco mucho más duro en la universidad, pero en ese entonces yo ya podía cuidarme sola y hacer todos los deberes de la casa. Yo no sé que habría sido de mi si no hubiera tenido a Lucían.
Lo amo, lo admiro, lo respeto y lo apoyo en todo lo que puedo, y después de contar todo esto, sería hipócrita de mi parte decir que el está siendo egoísta, pero realmente no me quiero ir, Veicing es un lugar hermoso, toda mi vida está aquí, , no lo digo por "un novio y algunos amigos", porque de hecho no tengo tiempo para esas cosas, en las horas libres del instituto tengo deberes que hacer, y siempre al terminar corro a casa porque allí también tengo mucho por hacer, así que no tengo tiempo de sobra para socializar.
Una vez tuve mi cupcake con 2 velitas, mis colitas de colores, un globo inflado con el oxigeno de los pulmones de Luciano, y cumplidos los 10 años, me propuse firmemente ayudar a lucían, aprendí a cocinar con los libros de cocina de la biblioteca, aprendí a bordar, cocer, tejer y remendar también con los libros de la biblioteca, y por mi cuenta aprendí a organizar la casa. Sabiendo estas cosas, reunía dinero remendando algunas ropas de los vecinos, o cuidando algún bebe, o haciendo cualquier cosa que me diera algo de dinero para ayudar a Lucían con las cuentas a fin de mes, el repetía una y otra vez que no era necesario, pero yo sabía, si lo era.
Nuestra situación ya era estable, y no era completamente necesario que yo continuara en lo mío, una vez Luciano hubo encontrado un buen trabajo (a comparación con los anteriores), pero a mí me había quedado la costumbre, me hacía sentir...útil, y podía permitirme algún que otro lujo.
volviendo al caso, naturalmente no soy una persona sociable, y ninguno de los muchachos que se fijaban en mi era....de mi agrado, así que no, no es por nadie "especial" que quiero quedarme, es solo, que me da miedo ir a un lugar tan lejos, del que no sé nada, y donde tendré que empezar de nuevo , en territorio desconocido, y tengo miedo, eso me da miedo, nunca había salido de este pueblo a excepción de las veces que fui de vacaciones con mis padres, y yo no recuerdo nada de eso.
Además , donde queda ese tal Belartd, nunca había oído hablar de él, más le vale a Lucían que no sea en china, porque si es en china, me pego un tiro, y Lucían no quiere eso ¿cierto? .
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Tara, Elije. #ROAWARDS2016
Vampirey entonces me vieron y me hicieron sentir todo lo que solo yo podía hacerlos sentir, cosas tan intensas y arrebatadoras que dolían en el alma que teníamos y de la cual carecimos. -Ella es mía-rugió el chico de los ojos mieles. -¿Estas br...