Tara, Elije. #ROAWARDS2016

La Primera Vez

Mi primera noche en casa fue...increíble, esa quedara grabada en mi memoria como el día en que todo cambio. Me costó acostumbrarme al hecho de no tener a lucían a una cortina de distancia (que era lo que cumplía la función de puertas...dique), y también me costó adaptarme al cambio de temperatura, en este lugar hace unas 50 veces más frio que en veising, pero eso solo hacía necesario tener más frazadas, y entonces parecía como si estuviese durmiendo en algodón o en las nubes, de vez en cuando alzaba la vista y me topaba con el cielo y las estrellas titiritiantes, que brillaban y hacían realzar la belleza de esa manta azul.

Cuando logre quedar dormida, soñé que estaba en mi desgastado colchón, con el polvo del piso de cemento y el olor a moho, tapada con una fina tela tan lavada que parecía transparente, y que si alguna briza se lograba colar con la puerta, entonces levantaba las sabanas de mi cuarto y las de lucían, y solo ahí podía verlo dormir con unas prominentes ojeras cubriendo la su rostro. ¿Eso acaso debía considerarse una pesadilla?, pero no lo era, era una realidad, o al menos ya no, y por eso el sueño parecía mas real. Además de eso, soñé con algunas imágenes difusas de don hombres peleando, pero todo duro tan solo unos pocos segundos, o bueno, en mi mente así fue.

A la mañana siguiente desperté por los rayos del sol que me golpeaban el rostro (si, así fue), tape mi rostro con una almohada extra que tenía a mi lado, para que no me fastidiase y poder seguir durmiendo; y fue allí cuando caí en cuenta de que yo nunca me tapaba de la luz del sol en las mañanas, porque 1: no había ventanas en mi casa, y 2: no hay almohadas extras. Me levante de golpe, tan rápido que me dio vértigo, sobre mi frente y arrime mi cabello hacia tras, resople impresionada, y reí suave.

-es cierto-mi aliento se coló por mis fosas nasales y contorsioné el rostro al percibir mi aliento-tengo que levantarme-murmure saliendo de la cama y caminando a la puerta, pare en seco cuando pase frente al armario, sonreí traviesa y camine "relajada" a mi baño.

Cuando estuve aseada, salí a vestirme para recorrer el pueblo, baje y desayune, y no pude evitar sentirme impresionada por la cantidad de comida que había, lave mis dientes y salí de la casa.

Este pueblo, ¿como explicarlo?, era sencillamente hermoso, no era como esos pueblo de las películas de miedo que estaban abandonados, no, nada que ver, era pintoresco y limpio, y reluciente, pero eso sí, frio, muy frio, en veising hace mucho calor, corre briza, pero no la suficiente como para evitar hacerte sudar, así que yo estaba como un "cactus en paramo". El pueblo era más moderno de lo que me hubiese esperado, era como una mini ciudad, hay cine, centro comercial, locales de comida rápida, bares y básicamente todo lo que tiene una ciudad.

Camine por un par de horas solo admirando la arquitectura, era como estar en una película, pero mejor. Después de unos minutos, llegue a la plaza, que era una completa maravilla, habían figuras tamaño real de animales y objetos navideños, muchos árboles, escuchaba las ardillas metiendo nueces en sus mejillas, los pajaritos cantaban, y yo podía disfrutar de eso, ya que nadie hablaba, todo era silencia y paz, y solo hacia unas tres personas más además de mí. Cerré los ojos después de descartar cualquier peligro, inhale hondo y sonreí risueña...hasta que sentí algo frio en mi pierna, y por acto de reflejo alce mi pantorrilla y golpee fuerte, abrí los ojos un segundo antes de escuchar un quejido canino colándose por mis oídos, mi rostro se contorsionó de pesar al ver a un perrito en el suelo frente a mí, llorando.

Con rapidez me agache a su lado con la preocupación a flor de piel. ¿Y si le había roto una costilla?, al ce la mano para acariciar su cabecita, pero él se reusó con el miedo pintando sus bonitos ojos, sonríe triste y volví a intentarlo, y entonces se dejó, lo mire compasiva y empecé a jugar con él, a los segundos el me siguió la cuerda y pude apreciar al verdadero cachorro. Note que estaba bien cuidado, rellenito, peludo, limpio, hasta olía rico, pero no tenía cadena, ¡vaya!, aquí las personas lo debían de querer mucho, ¿y qué hago yo en mi primer día?, pateo al can, bien tara, magnifico.