Mientras tanto...

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Maldito país, maldita gente

condenada historia, condenado yo

Nunca existió ese paraíso

Ese imperio soñado

Esa mentira del inca, buen tirano:

¿Es ella una fe puesta en escena

por una esperanza de amor nutrida?

¿O es un empecinamiento que nos llama 

a rechazar todo lo que es posible a odiar la vida?

¿O es ya una parodia que todos respetan 

pero en la que (casi) nadie cree?


La invasión española ¿fue acaso la caída o

el inicio de una redención abortada?

La gente lo pasó peor,

pero pudieron soñar al menos

en que se podía estar mejor.


¿Se heredan las culpas?

¿Se pagan los privilegios?

¿Y la sed de justicia,

se satisface solo con la sangre?

¿Quiénes son los acusados?

¿Quiénes son los fiscales?

¿Quienes son los acusadores? 

¿Quiénes son los verdugos?

¿Quién escapa de la basura?

¿Quién tira la primera piedra?


Desde hace siglos cada víctima

(casi todas) esconde dentro de sí

un verdugo cruel y desalmado,

Solo esperando a dar el salto.


Y los victimarios

mientras predican loas de dolor,

no saben que es imposible su hipocresía

que se comen las entrañas y solo esperan la catástrofe.


Condenado país, condenada gente,

podrida sociedad

apestan tus heridas

tu dolor es nauseabundo

¿De dónde resultas?

¿Eres obra de un dios sádico y enfermo

O de un dios pobre e impotente?


Ni podemos escapar del pasado,

ni tampoco vivir en él.

Estamos malditos

¿Existirá redención?


¿Será un fuego purificador,

miles de muertos,

comenzar desde cero?


¿Será un olvido sin perdón

un encuentro en el fango?

Todos condenados, medrando.

sin que nadie exija cuentas a nadie


Y tu individuo insólito

¿qué haces mientras tanto?

¿qué haces mientras tanto?

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Gonzalo Portocarrero 


Antología PoéticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora